Fase inicial del Alzheimer: cuáles son las 10 señales y síntomas tempranos de la enfermedad

Cada tres segundos, se diagnostica a una persona con esta patología, la más común de las demencias entre los adultos mayores. Recientemente, la FDA aprobó un medicamento que ralentiza su avance en un 35%, en etapas tempranas. Cuáles son los signos de alerta para detectarla

La consulta con un neurólogo es crucial ante la aparición de síntomas, especialmente si existen antecedentes familiares - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo e irreversible que destruye lentamente la memoria, las habilidades de pensamiento y la capacidad de realizar las tareas más simples. Es la causa más común de demencia en adultos mayores.

Cada tres segundos hay una persona en el mundo diagnosticada con esta condición y hoy afecta a una de cada ocho personas mayores de 65 años, señaló el doctor Facundo Manes, neurocientífico y fundador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) en una nota reciente a Infobae.

Y agregó: “Se estima que actualmente hay más de 35,6 millones de personas con la enfermedad de Alzheimer y esta cifra aumentará a 65,7 millones para 2030 y a 115,4 millones para 2050. El número de pacientes se está duplicando cada veinte años”. Este alarmante pronóstico ha llevado a los científicos a enfocarse en la búsqueda urgente de opciones de tratamientos eficaces para la enfermedad.

El martes 2 de julio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) aprobó el uso de un nuevo fármaco, denominado donanemab, que ralentiza el avance de la enfermedad de Alzheimer. Bajo el nombre comercial Kisunla™, está indicado para pacientes con un deterioro cognitivo moderado o con demencia leve, para ser administrado una vez por mes en el tratamiento temprano de la patología.

El 96% al 98% de los casos de Alzheimer son esporádicos, mientras que el 2% al 4% son hereditarios - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El medicamento, desarrollado por la farmacéutica Eli Lilly, “ralentizó el deterioro cognitivo y funcional hasta en un 35% en comparación con placebo a los 18 meses en su estudio fundamental de fase 3 y redujo el riesgo de los participantes de progresar a la siguiente etapa clínica de la enfermedad hasta en un 39%”, señaló el laboratorio en un comunicado de prensa. Vale destacar que este fármaco no cura la patología, sino que ralentiza su progresión, lo que lo convierte en una pieza clave en el arsenal terapéutico contra el Alzheimer, marcando un hito en la lucha contra la enfermedad.

En el mismo comunicado, Anne White, presidente de Lilly Neuroscience, Eli Lilly and Company, enfatizó que “Kisunla ha demostrado resultados muy significativos para las personas con enfermedad de Alzheimer sintomática temprana, que necesitan urgentemente opciones de tratamiento eficaces. Estos medicamentos tienen el mayor beneficio potencial cuando las personas son tratadas en una etapa más temprana de su enfermedad”.

Según la doctora Clarisse Bezerra, médica del Centro Hospitalar Universitário de Santo António, en Portugal en una nota en Saude, “cuando surgen los primeros síntomas del Alzheimer, muchas veces son confundidos con exceso de estrés y depresión, por lo que el diagnóstico de Alzheimer precoz termina por ser tardío. Lo ideal es consultar a un neurólogo siempre que surjan síntomas y haya antecedentes familiares de la enfermedad”.

Los primeros síntomas del Alzheimer incluyen problemas de memoria, orientación y confusión, fundamentales para un diagnóstico temprano (Imagen Ilustrativa Infobae)

La enfermedad de Alzheimer generalmente no es hereditaria, aclaró la doctora Bezerra. “Sin embargo, el riesgo de padecer la enfermedad es mayor en el caso de personas con Alzheimer en la familia, debido a que existen alteraciones genéticas que se pueden heredar de los padres y favorecen su desarrollo”.

El doctor Leonardo Palacios Sánchez, profesor de Neurología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario de Colombia, expresó a Infobae en una nota reciente que la enfermedad de Alzheimer se expresa de dos formas diferentes: esporádica, responsable del 96% al 98% de los casos en el mundo y hereditaria, que afecta entre el 2% y el 4% de los pacientes.

Cómo detectar los primeros signos del Alzheimer

Los síntomas de la enfermedad son cognitivos y conductuales, tales como problemas de memoria, de orientación, confusión, entre otros. Sin embargo, ¿qué es exactamente lo primero que se olvida? Dar respuesta a esta pregunta es muy importante para estar alertas ante los primeros síntomas y permitir un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, en especial, teniendo en cuenta que el nuevo medicamento está indicado para la primera etapa de la enfermedad.

“El Alzheimer es llamado ‘la enfermedad de la memoria’, porque en su forma más típica empieza por olvidos”, afirmó a Infobae en una nota reciente el doctor Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni.

Diferenciar entre un olvido normal y uno patológico es crucial, siendo los olvidos patológicos una señal típica del Alzheimer (iStock)

“Los olvidos son la forma de inicio de la enfermedad, pero son también normales en el sujeto que envejece. De allí la importancia de diferenciar lo que es un olvido normal de uno patológico”, añadió el médico.

Teniendo en cuenta que el cerebro cambia con los años pero que algunos problemas de memoria pueden indicar algo más, ¿cómo diferenciar un olvido normal de uno patológico?

El doctor Allegri explicó: “En el olvido benigno, el sujeto no se acuerda de parte de una situación o una palabra y la recuerda posteriormente en forma espontánea o ante una ayuda. El sujeto está mucho más preocupado por los olvidos que su entorno. Un ejemplo es cuando uno está hablando y no aparece un nombre pero sí sabemos de quién hablamos y todo su entorno. Al rato, manejando el auto, nos aparece espontáneamente ese nombre o alguna situación nos lo trae. Esto es un olvido normal”.

En cambio, en el olvido patológico “la persona olvida una situación completa que no recupera posteriormente. El sujeto está anosgnósico (no reconoce y minimiza lo que le pasa) y esto lo lleva a que su entorno esté mucho más preocupado que él. Un ejemplo típico es si yo fui a cenar anoche a la casa de un familiar mayor y hoy a la mañana lo llamo por teléfono y me dice: ‘Hace tanto tiempo que no nos vemos’. Este es un olvido patológico (no recuerda algo reciente, no recuerda la experiencia completa y no se facilitó con mi llamado), indicó el médico.

El Alzheimer es una enfermedad orgánica donde las neuronas y circuitos cerebrales mueren, llevando a la pérdida de recuerdos y habilidades - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los pacientes con Alzheimer aparecen los olvidos patológicos. “En ellos son típicos la pérdida de la memoria reciente; las reiteraciones de preguntas o de comentarios; la falta de palabras; algún episodio de desorientación en el tiempo y más adelante en el espacio. Se presentan dificultades con el manejo del dinero (equivocaciones, cambios en el valor), problemas con tareas que la persona hacía habitualmente, errores en compras, fallas en el manejo habitual de bancos”, indicó Allegri y destacó que en la actualidad se sabe que la patología de la enfermedad de Alzheimer empieza muchos años antes de la sintomatología clínica.

Las etapas de la enfermedad

En promedio, una persona con Alzheimer vive de cuatro a ocho años después del diagnóstico, pero puede hacerlo hasta 20 años, dependiendo de otros factores.

El Alzheimer avanza lentamente en tres etapas. Dado que afecta a las personas de diferentes maneras, cada una puede experimentar los síntomas de demencia, o atravesar las etapas de una manera distinta, explican en Alzheimer´s Association. Estas son las etapas, según la institución:

  • Enfermedad de Alzheimer leve (etapa temprana). En este estadio la persona puede desenvolverse de forma independiente. Es posible que pueda conducir, trabajar y participar de actividades sociales. A pesar de esto, la persona puede sentir que tiene episodios de pérdida de memoria, que incluyen olvidarse palabras familiares o la ubicación de objetos cotidianos. Los amigos, familiares y otras personas comienzan a notar las dificultades.
En etapas tempranas del Alzheimer, los pacientes pueden mantener su independencia, aunque ya experimentan pérdidas de memoria (Imagen ilustrativa Infobae)

“Si bien el inicio de la enfermedad de Alzheimer no puede detenerse ni revertirse todavía, un diagnóstico temprano puede permitirle a la persona la oportunidad de vivir bien con la enfermedad tanto como le sea posible y hacer planes para el futuro”, aclara la asociación.

  • Enfermedad de Alzheimer moderada (etapa media). Constituye la más prolongada y puede durar muchos años. A medida que la enfermedad avanza, la persona con Alzheimer requerirá un mayor nivel de atención. Es posible notar que confunde palabras, se frustra o enoja, o actúa de forma inesperada (por ejemplo, no quiere bañarse). El daño a las células nerviosas del cerebro puede dificultar la expresión de pensamientos y la realización de tareas cotidianas.
  • Enfermedad de Alzheimer grave (etapa final). En este estadio las personas pierden la capacidad de responder a su entorno, de llevar adelante una conversación y, eventualmente, de controlar los movimientos. Todavía pueden decir palabras o frases, pero la comunicación se torna difícil. A medida que la memoria y las habilidades cognitivas empeoran, es posible que ocurran cambios significativos en la personalidad y que las personas necesiten mucha ayuda con las tareas diarias.

10 síntomas tempranos de la enfermedad

Es esencial consultar a un médico ante síntomas como olvidos patológicos, desorientación, incapacidad para realizar tareas habituales, o preocupaciones de familiares sobre cambios cognitivos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Alzheimer’s Association creó una lista de síntomas de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada persona puede experimentar una o más de estas señales a grados diferentes. De cada señal determinó cómo se manifiesta en el Alzheimer y de qué otra manera se presenta si es solo un tema asociado a la edad.

1. Cambios de memoria que afectan la vida cotidiana. Uno de los síntomas más comunes del Alzheimer en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. Por el contrario, un cambio típico de la edad es olvidarse de vez en cuando de nombres o citas pero acordarse de ellos después.

2. Problemas para planificar o resolver situaciones comunes. Algunas personas pueden tener dificultad para concentrarse, seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales. Un cambio típico de la edad, en cambio, es cometer errores de vez en cuando al hacer cuentas.

3. Dificultades para desempeñar tareas habituales en la casa. Por ejemplo, necesitar ayuda de vez en cuando para usar el microondas o el celular puede ser una señal de envejecimiento. En cambio, las personas viviendo con cambios de la memoria debidos al Alzheimer pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.

En la etapa final del Alzheimer, los pacientes pierden la capacidad de responder a su entorno y necesitan ayuda con las tareas diarias (Imagen Ilustrativa Infobae)

4. Desorientación de tiempo o lugar. Es posible que las personas afectadas por Alzheimer se desorienten con las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí. Un cambio típico de la edad es confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después.

5. Problemas para comprender imágenes visuales. Algunas personas con Alzheimer pueden padecerlos. Pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo. En el caso de un cambio típico de la edad no está relacionado con la comprensión de las imágenes sino, por ejemplo, con cambios de la vista relacionados con las cataratas.

6. Dificultades con el uso de palabras. Las personas viviendo con Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación. Es posible, también, que paren en medio de la charla sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar un “lápiz” un “palito para escribir”). Un cambio típico de la edad es tener problemas a veces en encontrar la palabra exacta al hablar y recordarla después.

El Alzheimer, conocido como ‘la enfermedad de la memoria’, se inicia típicamente con olvidos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

7. Perder objetos. Las personas viviendo con Alzheimer u otra demencia suelen colocar cosas fuera de lugar. Se les pueden perder cosas y a veces pueden acusar a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo. Un cambio típico de la edad es de vez en cuando, colocar cosas (como los lentes o el control remoto) en un lugar equivocado.

8. Disminución o falta del buen juicio. Las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios en la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero o presten menos atención al aseo personal. En cambio, tomar una mala decisión de vez en cuando puede ser algo típico de la edad.

9. Pérdida de iniciativa o apatía. Las personas con demencia pueden empezar a perder la motivación para disfrutar de pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado. Otra cosa es, a veces, sentirse cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales, que puede ser propio de la edad.

10. Cambios en el humor o la personalidad. Las personas con Alzheimer u otra demencia pueden llegar a sentirse confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. A diferencia de ellas, un cambio típico de la edad es desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.