Según datos recientes de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), 537 millones de adultos en todo el planeta padecen diabetes mellitus. Como se trata de una situación de salud que evoluciona de forma silenciosa en el transcurso de los años, sin generar síntomas notables, se estima que casi la mitad de quienes ya presentan el cuadro aún no lo saben. Y, lo más alarmante, es que estas cifras van en aumento: los epidemiólogos calculan que para 2045, 783 millones de personas vivirán con una patología que es prevenible y tratable.
Esta semana, el 14 de noviembre, se recordó un año más el Día Mundial de la Diabetes, que por iniciativa de la OMS tiene el objetivo de dar relevancia al tema para difundir y prevenir una de las patologías más comunes, que afecta la calidad de vida de cientos de millones de personas.
La Argentina no está a resguardo de este fenómeno global: según los datos publicados en la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud, 1 de cada 11 personas en el país tiene la glucemia elevada o diabetes tipo 2 y de estos, aproximadamente, el 40% presenta asociadas enfermedad cardiovascular y/o renal.
La diabetes tipo 2 se produce cuando las células se vuelven resistentes a la insulina, la hormona responsable de mantener estable el azúcar en la sangre.
“Sabemos por numerosos estudios poblacionales que la incidencia de la diabetes está creciendo en el mundo y también en Argentina”, explicó la doctora Carla Musso, endocrinóloga y coordinadora de la sección Diabetes en la Fundación Favaloro. “La última encuesta hecha en 2018 por las autoridades de Salud, concluyó que el 12,7% de todas las personas de más de 20 años informan tener diabetes. Si recordamos que el porcentaje de afectados va aumentando con el paso de la vida, nos encontramos con que 1 de cada 5 mayores de 65 años (20%), o más, tiene diabetes”.
“También estamos viendo con mayor asiduidad en los consultorios, casos de chicos y de adolescentes con diabetes tipo 2, algo que no era común hasta hace unos pocos años”. La razón de este fenómeno es que, en este grupo etario, por diversas cuestiones sociales, están creciendo las tasas de sobrepeso, obesidad y sedentarismo, todos factores que se asocian directamente con un aumento de la incidencia de diabetes”, agregó Musso.
Otro fenómeno que caracteriza hoy a esta patología es que muchas personas conocen su diagnóstico en forma tardía. “Cuando se enteran, a veces por casualidad, por ejemplo tras un examen preocupacional o de rutina, pueden ser asintomáticos o tener síntomas leves, tener problemas cardiovasculares, una retinopatía significativa, nefropatía u otras complicaciones en curso”, advirtió la médica Florencia Aranguren, especialista en medicina interna y diabetes y directora de la Diplomatura en Riesgo Cardiometabólico y Renal en Diabetes de la UCES. Además, recordó que hay estudios hechos en pacientes con diagnóstico reciente de diabetes, que comprueban que entre un 20% y 25% de los casos ya posee algún grado de enfermedad renal. Algo similar ocurre con la retinopatía”, es por eso que resulta crucial la búsqueda activa de la enfermedad en población de alto riesgo.
Entre las dos “consecuencias” principales asociadas al avance de la enfermedad sin el control adecuado figura el hecho de que facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares (ECV) y renales. Por eso la experta de la Fundación Favaloro advirtió que “entre las personas con diabetes, la primera causa de muerte es la ECV y la diabetes mellitus continúa siendo la principal causa de ingreso a diálisis crónica en Argentina y Latinoamérica”.
Por otra parte, se considera que la diabetes es ya la segunda causa de discapacidad general. “Esto, en parte ocurre, por la gran cantidad de pacientes que terminan en diálisis por falla renal, con amputaciones en alguna extremidad inferior o desarrollando una retinopatía que les podrá provocar ceguera”, aseguró Aranguren.
Causas del aumento de casos
La Argentina no está al margen del fenómeno global que muestra una paulatina y constante alza en la prevalencia de esta enfermedad: en la mayoría de los países la diabetes mellitus tipo 2 se presenta como “epidemia” y las causas del incremento de casos están relacionadas con tres principales factores:
—El aumento de los casos de sobrepeso y obesidad, situaciones que se ven favorecidos por la mala alimentación
—El sedentarismo y la falta de actividad física
—El fenómeno demográfico del crecimiento y envejecimiento de la población
Esto significa que diversas circunstancias sociales, económicas y culturales que se combinan para encuadrar hoy a la diabetes tipo 2 como una enfermedad con alto impacto y con un peso creciente sobre la salud pública, situación que tiende a empeorar, según las especialistas.
Cómo actuar
Para la doctora Aranguren, la mejor forma de encarar las medidas contra esta enfermedad es que el médico y el paciente formen un equipo capaz de trabajar unido en la mejora real del manejo de la diabetes y sus síntomas asociados para lograr reducir la carga de esta enfermedad.
Por otro lado, favorecer el diagnóstico temprano de las complicaciones más frecuentes como la ECV y la enfermedad renal, que son hoy una prioridad, agregó.
Finalmente, Musso mencionó que “en nuestro país tenemos como materia pendiente que es mejorar el acceso a los tratamientos más efectivos, mejorar las campañas para generar conciencia general y trabajar educando a los profesionales de la salud, para que conozcan mejor todas las herramientas terapéuticas que tenemos”.
Diabetes y enfermedad cardiovascular
La doctora Aranguren destacó que los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 son, entre otros, la mala alimentación y el sedentarismo que, a su vez, conducen al sobrepeso y la obesidad. Estos son los mismos factores de riesgo de la hipertensión arterial, la dislipidemia (colesterol elevado) y la enfermedad renal. Según la directiva de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), el 94% de los pacientes con esta enfermedad tienen, además, otros factores de riesgo cardiovascular. Por eso propuso que, para lograr una atención integral de este problema de salud pública, “médico y pacientes deben tener como objetivo, no solo disminuir la concentración de glucosa en sangre apuntando a valores normales, sino apuntar a la ‘triple meta’, que consiste en lograr valores adecuados de presión arterial y colesterol además de la glucemia.
Si se aplican correctamente los recursos y los mecanismos preventivos, que son de probada eficacia es posible,—afirmaron las expertas— cambiar el curso de esta enfermedad y asegurar a las personas con diabetes una buena calidad y una larga expectativa de vida.
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