Luego de que se conocieran recientemente más de 200 casos de enfermedades respiratorias graves y cinco casos de muerte relacionados con el uso de cigarrillos electrónicos en los Estados Unidos, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) volvió a manifestar el riesgo del uso de estos dispositivos y su daño a las vías respiratorias.
Desde hace un tiempo, la AAMR, junto a otras sociedades científicas, emitió comunicados pronunciándose en contra de su uso como herramienta para la cesación tabáquica y advirtiendo sobre el creciente consumo en adolescentes.
Los especialistas en salud respiratoria destacaron que los casos conocidos "se trata de pacientes en su mayoría previamente sanos y jóvenes que desarrollan una enfermedad pulmonar grave que puede llevar a la muerte". Tanto el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) se involucraron en la investigación de estos casos y emitieron una fuerte advertencia a la población sobre el riesgo del uso de estos dispositivos.
En la Argentina, la venta de cigarrillos electrónicos está prohibida por la Anmat y sin embargo se venden libremente
En el país, aunque están prohibidos por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), se venden libremente. Y, si bien aún no se reportaron casos, "es fundamental advertir a la población sobre el riesgo de su uso", aseguró la AAMR en un escrito.
"Alertamos a la comunidad médica a estar atentos e interrogar sobre el uso de estos dispositivos en pacientes con estos síntomas respiratorios, sobre todo en adolescentes. Instamos a la Anmat y las autoridades correspondientes a ser enérgicos en la prohibición vigente de venta y publicidad de estos productos. Y al público en general, que considere que todo lo que se le ofrece ingresa como contrabando", expresaron desde la asociación que nuclea a neumonólogos y profesionales de la salud respiratoria de todo el país.
El cigarrillo electrónico (también conocido como vaporizador, vapeador o su nombre en inglés e-cigarette), consta de un recipiente en forma de cigarrillo o similar, una batería interior para generar calor y una carga con una solución líquida que al calentarse produce un vapor que vehiculiza diferentes sustancias para ser inhaladas (vapear). La solución líquida está compuesta por nicotina, saborizantes y otros productos químicos, que al calentarse no sólo generan aerosoles de nicotina sino otros productos químicos que resultan tóxicos (carcinógenos) para la salud.
Por otra parte, del análisis de diferentes estudios, se observa que los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina "permiten también la inhalación de otras sustancias (saborizantes, cocaína, drogas sintéticas y derivados de cannabis, entre otras) que además del poder adictivo, suman nuevas toxicidades potenciales".
La inhalación directa o de segunda mano de humo y/o aerosoles generados por dispositivos electrónicos de liberación de nicotina u otros dispositivos representa una amenaza a la salud respiratoria
La salud respiratoria demanda respirar aire limpio. La inhalación directa o de segunda mano de humo y/o aerosoles generados por dispositivos electrónicos de liberación de nicotina u otros dispositivos "representa una amenaza a la salud respiratoria". Todas las estructuras que componen el aparato respiratorio están hechas y perfectamente dispuestas para cumplir con una de las principales necesidades que tenemos los seres humanos: la respiración del aire limpio y oxigenado, sin ella la vida no sería posible.
"Las sociedades de profesionales comprometidas con una respiración sana, alertamos a la población general que evite la utilización de cualquier tipo de dispositivo que le facilite la inhalación de sustancias extrañas cuya seguridad no haya sido comprobada científicamente", advirtieron desde la AAMR.
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