Ocho consejos para prevenir el pie diabético

Es una de las consecuencias de la diabetes y se manifiesta con traumas menores, lesiones térmicas o roces de calzado causados por un pie insensible, incapaz de protegerse de las agresiones externas. Recomendaciones para evitar complicaciones

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Para la prevención y el
Para la prevención y el tratamiento del pie diabético, se debe enfocar el cuidado en la educación del paciente (Shutterstock)

La diabetes es una enfermedad metabólica sistémica crónica y afecta casi al 8% de la población adulta mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014 frente a los 108 millones de 1980. Su prevalencia aumentó con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos.

El desarrollo de neuropatía y de enfermedad vascular periféricas juega un papel central en la aparición de complicaciones renales, en los ojos y en los pies.

"La neuropatía lleva a un pie insensible, incapaz de protegerse de traumas menores, lesiones térmicas o roces de calzado, y, otras veces, produce su deformidad". Según precisó la médica traumatóloga especialista en pie y tobillo Sofía Carlucci (MN 137.568), "la pérdida de la sensación de protección, las deformidades del pie y la movilidad articular limitada pueden provocar una carga biomecánica anormal, capaz de causar un alto estrés en algunas áreas, cuya respuesta suele ser una piel engrosada (callo). El callo, luego, conduce a un aumento adicional en la carga y, eventualmente, a la ulceración de la piel".

Muchas úlceras están causadas por neuropatía combinada y una menor circulación y los síntomas pueden estar ausentes producto de la misma neuropatía

La enfermedad arterial periférica, en tanto, es un factor de riesgo importante para la cicatrización de heridas. "Muchas úlceras están causadas por neuropatía combinada e isquemia (menor circulación) y los síntomas pueden estar ausentes producto de la misma neuropatía. Otras veces, puede haber isquemia del miembro y, con ello, conducir a amputaciones", sostuvo la especialista del servicio de Traumatología y Ortopedia del Hospital Italiano.

"Para la prevención y el tratamiento del pie diabético, se debe enfocar el cuidado en la educación del paciente, de manera multidisciplinaria y monitoreo cercano, identificando los factores de riesgo y focalizando la terapéutica adecuada según se necesite", enfatizó Carlucci.

Y dio ocho consejos para el cuidado de los pies en personas con diabetes:

Según la OMS, la prevalencia
Según la OMS, la prevalencia de la diabetes aumentó con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos (Shutterstock)

1- Higiene: lavar los pies todos los días con agua tibia y jabón. Controlar siempre la temperatura con las manos. No se recomienda el uso de jabones antibacteriales.
Secado: tener precaución de secar bien entre los dedos para evitar hongos. No utilizar secadores o calefactores que puedan quemar la piel.

2- Hidratación: hay veces en que la piel se puede secar mucho. Es posible que se pele o agriete. El problema es que los nervios que controlan la grasa y humedad de los pies ya no funcionan. Por lo tanto, utilizar diariamente cremas humectantes con vitamina A para prevenir la aparición de grietas y callosidades, evitar colocarla entre los dedos para no producir exceso de humedad.

3- Examen: a menudo, la pérdida de sensación por la neuropatía significa que es posible que no se sienta una lesión. Puede que aparezca una ampolla y no se sepa. Quizá no se note una lesión hasta tenerla, incluso una infección de la piel. Revisar diariamente los pies; si resulta difícil, utilizar un espejo o pedir a otra persona que lo haga.

El desarrollo de neuropatía y de enfermedad vascular periféricas juega un papel central en la aparición de complicaciones renales, en los ojos y en los pies

4- Medias: se recomiendan medias de algodón. No deben ser apretadas, pero tampoco muy flojas porque los pliegues pueden lastimar. Las de colores claros ayudan a notar lastimaduras si se manchan.

5- Calzado: examinar los zapatos antes de usarlos en busca de algún objeto extraño. Escoger aquellos que no tengan costuras internas que puedan lastimar, con forros que permitan transpiración y no acumulen humedad. Preferir tacos bajos con punteras anchas y capelladas altas. Utilizar plantillas indicadas. Nunca caminar con los pies descalzos.

6- Uñas: cortarlas de manera recta, derechas y limar los bordes con una lima. Evitar la resección excesiva que pueda hacer que se encarnen. Cuidado con remover demasiado las cutículas. Se recomienda concurrir a podólogos especializados en pie diabético.

7- Temperatura: protegerlos del calor y del frío. Usar calzado en la playa o sobre el piso caliente. Probar el agua antes de sumergirlos, como se haría antes de bañar a un bebé.

8- Nunca usar bolsas de agua caliente, almohadillas o mantas eléctricas. No aplicar hielo. Y, siempre, consultar con a un especialista para prevenir complicaciones.

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