Mal de Chagas: cómo la enfermedad incrementa el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción de personas en el mundo y el mal transmitido por la vinchuca incide en su crecimiento. En Argentina hay 1,5 millones de personas que estarían infectadas

La vinchuca es el vector que transmite la enfermedad de Mal de Chagas (OMS)

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades que por cualquier otra. Se calcula que en 2018 murieron 17,5 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, lo cual representa el 30% de las defunciones registradas en el mundo. Y para el 2030 se espera que casi 23,6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular.

Entre esta clasificación de enfermedades se encuentra la Insuficiencia Cardíaca (IC), una condición grave que pone en riesgo la vida de las personas, en la que el corazón se ve limitado en su capacidad de bombear suficiente sangre, y por lo tanto oxígeno, para satisfacer plenamente las demandas metabólicas del cuerpo.

Según datos de la Secretaría de Salud de la Nación en nuestro país fallecen por esta causa 30.000 personas por año y se suma la enfermedad de Chagas como causante habitual en su fase crónica.

La vinchuca es el vector transmisor de la enfermedad (Shutterstock)

Sergio Volman, médico cardiólogo, es un especialista en la relación entre la enfermedad de Chagas y la insuficiencia cardíaca. "Esta enfermedad de evolución silenciosa, cursa mayormente de manera asintomática, avanzando sin que la población tenga demasiado conocimiento sobre sus consecuencias, sus formas de contagio, prevención y tratamiento", explicó a Infobae.

En Latinoamérica, se estima que esta patología afecta a más de 6 millones de personas, alcanzando en Argentina a más de 1,5 millones y poniendo en riesgo de padecerla a más de 7,6 millones de personas. "Alrededor del 30% de los portadores de la enfermedad de Chagas, desarrollan más precozmente complicaciones cardiovasculares como arritmias severas, evolucionando finalmente a insuficiencia cardiaca crónica con alta tasa de mortalidad", precisó el médico especialista y gerente médico senior de Novartis Argentina.

Según Volman, la enfermedad de Chagas impacta en casi todo el territorio argentino, principalmente en zonas rurales, más vulnerables. Cabe destacar, que estas poblaciones son dinámicas y migran en forma permanente a zonas urbanas, reflejando la presencia de esta enfermedad en los grandes centros. Uno de los métodos más eficaces de prevención es el control vectorial (de contagio a través de la vinchuca), por lo que resulta clave la implementación de políticas para reducir al vector y concientizar a la población de las zonas más afectadas sobre cómo mejorar las condiciones de sus hogares.

El ciclo del mal de Chagas (Conicet)

"Adicionalmente, la realización de chequeos médicos con el test diagnóstico correspondiente para la enfermedad es clave, ya que existen tratamientos antiparasitarios efectivos, con el objeto de evitar complicaciones (cardiológicas, digestivas y/o neurológicas) en estadios avanzados. Se indican en la etapa aguda, en mujeres en etapa fértil y en adultos jóvenes hasta los 19 años", indicó el experto.

Se estima que el Chagas afecta en la actualidad a casi 1.500.000 argentinos y que cuatro bebés por día nacen con esta infección. Alrededor de 7 millones de habitantes en el país están en riesgo de contraer la enfermedad.

"A pesar de que el Chagas era típicamente una infección de las zonas rurales, asociada con la pobreza y la precariedad de las viviendas, el deterioro socioeconómico ha contribuido a que la enfermedad se urbanice y aproximadamente el 60% de los pacientes con reacciones positivas para Chagas viven en las grandes urbes", explicó a Infobae el doctor Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

El Chagas afecta en la actualidad a casi 1.500.000 argentinos y la vinchuca es el vector de este mal (Shutterstock)

Por eso -según el experto- uno de los desafíos actuales en materia de sanidad es reducir las tasas de Chagas. Con ese propósito, la Fundación Mundo Sano lanzó recientemente la campaña #NingúnBebéconChagas, que busca concientizar acerca de esta enfermedad "olvidada" y llama a la acción para trabajar en los próximos 10 años por un futuro con menos Chagas, evitando el contagio de los niños.

La enfermedad se diagnostica con un simple análisis de sangre. En los recién nacidos se observa la presencia o no del parásito a partir de un microhematocrito. En niños mayores y en los adultos se efectúan dos pruebas serológicas, que -en caso de ser positivas por la presencia de anticuerpos contra el parásito- confirman la enfermedad.

"El diagnóstico del Mal de Chagas se hace a partir de pruebas de sangre en una instancia inicial y, si se detecta infección, se indican estudios de imágenes, quien destaca que tanto las pruebas diagnósticas como el tratamiento son gratuitos en todos los hospitales y centros de salud del país", precisó la doctora Valeria El Haj, Directora Médica de Vittal.

El Chagas es una enfermedad asintomática que debe ser detectada antes o durante el embarazo

Según la experta, las fases de la enfermedad comprenden una primera etapa que comienza poco después de que el paciente se infecta y dura entre 15 y 60 días.

En la mayoría de los casos no hay manifestación clínica pero en otros puede haber síntomas inespecíficos como fiebre, diarrea, dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, vómitos, falta de apetito y malestar general, inflamación de la piel en el lugar por donde ingresó la infección y, si la picadura fue cerca del ojo y la persona se lo frota, puede manifestarse como "ojo en compota".

La segunda fase se da al cabo de 20 o 30 años y puede afectar al corazón y, en menor medida, al sistema digestivo y nervioso, provocando distintos grados de invalidez e inclusive la muerte si no es tratada a tiempo con la medicación adecuada.

"El tratamiento indicado para los recién nacidos y hasta los 19 años de edad es un fármaco llamado Benznidazol (antiparasitario). En personas de más de 20 años, el médico decidirá qué medicamentos utilizar o si es conveniente mantener al paciente bajo controles periódicos, con realización de estudios. En caso de aparición de síntomas o alteraciones en los estudios, se recomendará utilizar fármacos para el tratamiento de las arritmias o de la insuficiencia cardíaca", afirmó el doctor Tartaglione.

La desinfectación de las viviendas rurales es clave para detener el avance de la vinchuca

Cabe destacar que la mejor forma de proteger a la población del Chagas es garantizando una vivienda digna, educación sanitaria y fumigación periódica, con control epidemiológico. Es imperativo que actuemos para evitar que esta enfermedad, desatendida por el Estado durante muchos años, ahora sea olvidada.

En la Argentina funciona un programa nacional contra el Chagas, basado en la capacitación de equipos técnicos para optimizar el control, incrementar la vigilancia permanente y lograr un diagnóstico y tratamiento oportunos de los infectados para disminuir la morbimortalidad y su impacto socioeconómico.

Según un informe de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) del año 2015, en nuestro país habría 7.300.000 personas expuestas, de las cuales 1.505.235 estarían infectadas y, de ese segmento, 376.309 presentarían cardiopatías de origen chagásico.

Colaboración público-privada

"La colaboración Público-Privada es la clave para la lucha contra la enfermedad de Chagas. Con esto me refiero al trabajo mancomunado entre los distintos actores del sistema de salud, para colaborar en la concientización, en el mejor conocimiento de la distribución territorial de las personas en riesgo, que colaboren en la promoción de nuevas políticas de salud", afirmó el doctor Volman.

En nuestro país, se llevan a cabo diversos proyectos de investigación, tanto en la esfera epidemiológica, como en la genómica de la enfermedad, con el objetivo de generar nuevas estrategias terapéuticas que permitan combatirla.

Un ejemplo concreto de esta colaboración mencionado por Volman su trabajo dentro de Novartis con centros clave como el Instituto Nacional de Parasitología Dr. Mario Fatala Chaben, el Drugs for Neglected Diseases Institute (DNDi), hospitales públicos de nuestra ciudad (como el Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires) y sociedades científicas. También apoyan la generación de un nuevo Registro Nacional de Chagas, liderado por la Academia Nacional de Medicina.

Alienta nuestro trabajo saber que la colaboración entre instituciones públicas y privadas está vigente en Argentina, cada uno aportando lo mejor de sus conocimientos y recursos con un fin común: fomentar el desarrollo de nueva información, fundamental para educar y generar conciencia y detección temprana de la enfermedad de Chagas, avanzando también en el desarrollo de nuevas opciones de tratamiento.

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