Mal usado, un fármaco que médicamente cumple con los propósitos para los que fue creado puede volverse nocivo. Tanto, que genere una adicción y dependencia tal que no sea posible vivir sin él, e incluso lleve a la muerte a quien lo consume.
Es lo que ocurre con el fentanilo, un opioide utilizado en medicina por sus acciones de analgesia y anestesia, que tiene una potencia superior a la morfina y que en los EEUU causó 72 mil muertes en 2018.
En la Argentina, la Subsecretaría de Lucha contra el Narcotráfico y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) emitieron una alerta en la principal entrada al país: el aeropuerto internacional de Ezeiza, para evitar el ingreso ilegal de esta droga.
En la Argentina, el fentanilo es de uso prácticamente hospitalario y dentro de clínicas y sanatorios; no es un medicamento de venta en farmacias
"El fentanilo es un analgésico muy potente, largamente usado en la medicina mundial y en la Argentina por más de 40-50 años", aclaró a Infobae el médico toxicólogo Carlos Damin, quien explicó: "Es de uso prácticamente hospitalario y dentro de clínicas y sanatorios; no es un medicamento de venta en farmacias y pertenece químicamente al grupo de los opioides, muchas veces más potente que la morfina en su efecto analgésico".
Y tras señalar que el fármaco "tiene la capacidad de generar una rápida dependencia en el caso de que se lo malutilice", sostuvo que "como analgésico es excelente y de mucha utilización médica".
"La mala utilización puede provocar intoxicación aguda, que pone en riesgo la vida de la persona -ahondó-. Es una medicación que mal utilizada también se inyecta y puede provocar un cuadro de depresión del sensorio y llevar al coma, depresión respiratoria, que puede llevar al paro cardiorrespiratorio y claramente provocar la muerte o poner en riesgo la vida de la persona".
Con relación al uso crónico, el presidente de Fundartox y jefe de Toxicología del Hospital Fernández resaltó que "genera una gran dependencia física, lo que hace que en muy poco tiempo la persona esté incapacitada de suspender su consumo, lo que la lleva a una búsqueda desesperada de la sustancia para poder satisfacer la necesidad que el cuerpo le impone, al mejor estilo de lo que ocurre con la heroína, que también es un opioide".
—¿A qué cree que se debe que las autoridades argentinas lanzaron una alerta en aeropuertos para evitar su ingreso al país?
—Las autoridades lanzaron una alerta para evitar el ingreso ilegal al país, ya que hay una gran producción de esta medicación en China, según las noticias de las que disponemos, y esto hace que se abastezca fácilmente el mercado ilegal de fentanilo y probablemente lo que se está intentando controlar es que no ingrese ilegalmente al país.
Los EEUU tienen un problema grave respecto de esta droga, que en 2018 causó 72 mil muertes por su mala utilización
En la Argentina, el uso legal del fentanilo es muy viejo y está absolutamente controlado y la verdad es que no es un problema en el país. Es una sustancia muy utilizada, necesaria y que hasta el momento no nos generó ningún problema. No tenemos consumidores por fuera de la utilización médica.
Los EEUU tienen un problema grave respecto de esta droga, que en 2018 causó 72 mil muertes por su mala utilización, porque su uso se extendió y reemplazó a otras sustancias opioides, como la heroína, y esto tiene que ver además con una oferta extendida.
En el país hay un incipiente problema con el tramadol, que es un analgésico bastante utilizado, que es de venta bajo receta y nos está generando algunos problemas, aunque incipientes. En todo 2018 tuvimos 85 consultas sobre un total de 2 mil para sustancias de abuso en el Fernández.
"Una característica de los opioides es que tienen la capacidad de generar una gran dependencia física, que lleva a que en poco tiempo el cuerpo necesite que no se pueda suspender y que en caso de suspensión genera un cuadro de abstinencia que también puede poner en riesgo la vida del paciente", destacó Damin, quien subrayó que "esto hace que se requiera de especialistas para lograr la desintoxicación de la sustancia para hacer una sustitución lenta, progresiva y gradual de esta medicación cuando ya se generó una dependencia".
En ese sentido, otra herramienta con la que cuenta el Estado argentino es el Sistema de Alerta Temprana de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) "para reaccionar rápido ante la aparición de cualquier persona con síntomas" típicos de adicción a esta sustancia.
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