Desde pequeño el médico cardiólogo Rafael Díaz y ahora flamante Ciudadano Distinguido de su ciudad natal, Rosario, supo hacerle caso a su propio instinto y al de sus padres: inspirarse en el conocimiento para cambiar las cosas. Por eso, nunca olvidó al objeto de deseo en su casa natal, un típico hogar de clase media de Rosario, la enciclopedia Tesoro de la Juventud ocupaba un lugar destacado en la biblioteca.
Díaz no sólo es un prestigioso médico cardiólogo argentino que se recibió apenas pasados los 20 años con medalla de honor en la Universidad Nacional de Rosario, sino también, un curioso empedernido, que de manera temprana en su carrera vislumbró los cambios hacia los que se dirigía la cardiología moderna. Detectó a tiempo también que la investigación clínica iba a ser el instrumento perfecto para empujar a los nuevos paradigmas.
Sus objetivos de investigación han sido la enfermedad coronaria en sus formas agudas y crónicas; las consecuencias cardiovasculares de la diabetes y la prevención cardiovascular.
Díaz se comprometió desde temprano en su carrera como cardiólogo con la investigación y el desarrollo de una medicina preventiva; y allí encontró la síntesis perfecta para no dejar escapar sus sueños. Con 35 años viajó a Oxford a conocer y luego a sumarse a los equipos de estudios clínicos del prestigioso médico indio Salim Yusuf, considerado hoy en el podio de los cardiólogos más importantes del mundo por su visión innovadora sobre esta especialización.
Díaz en su trabajo científico con Yusuf comprendió que se necesitan obsesivamente los datos de los pacientes para generar demostración científica y cambiar conductas cotidianas, que apuntan al cuidado y a la prevención de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, entre otras .
“Uno de los grandes conceptos que incorporó la cardiología moderna y que llegó para quedarse es trabajar con los pacientes y más precisamente con la población en general en la idea de la prevención”, remarcó Díaz.
Por iniciativa del Honorable Consejo Municipal de Rosario -presidido por Alejandro Roselló- y del Concejal Gabriel Chumpitaz , el pasado viernes 12 de abril, Rafael Díaz recibió el reconocimiento como Ciudadano Distinguido de la Ciudad de Rosario, "por su destacada labor en la medicina en la ciudad y el país, y en particular, por su aporte en la rama de la cardiología".
Díaz se sumó a un calificado listado de rosarinos ilustres, que anteriormente, ya habían recibido esta distinción, entre ellos, el artista Roberto Fontanarrossa, el músico Juan Carlos Baglietto, Lionel Messi, Lisandro de la Torre, la escritora Angélica Gorodischer; cantantes populares como Libertad Lamarque, Raúl Lavié, Agustín Magaldi, entre otros célebres locales.
De paso por Buenos Aires recién recibido, Rafael Díaz pasó como médico residente por el emblemático Hospital Güemes de Buenos Aires, conducido por la vanguardia científica sobre estudios del corazón que lideró el doctor René Favaloro. Fue director médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) pero cuando se da cuenta que su lugar en el mundo es Rosario, vuelve con una idea: crear un centro especializado en cardiología, y así en 1984 fundó el Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR). Díaz es actualmente, además, director de ECLA y presidente de Fundación ECLA (Estudios Clínicos Latinoamericanos) un centro trascendente en los estudios clínicos local-regional-global sobre enfermedades cardiovasculares.
Desde ECLA y en profunda sintonía con los equipos en el mundo de Salim Yusuf, Díaz diseñó, participó e impulsó investigaciones poblacionales sobre enfermedades cardiovasculares (ECV) multifactoriales, multiétnicas y cargadas de un profundo sentido común, y acorde al pulso de las sociedades actuales.
Entre los más citados
Díaz publicó más de 150 trabajos en revistas científicas y está considerado como uno de los científicos más influyentes del mundo. Incluso el médico argentino integra un grupo de élite ya que representa al 1% entre los científicos más citados y con referencias sobre estudios clínicos. Este ranking fue elaborado en base a los resultados arrojados por la plataforma Web of Science de Clarivate Analytics que recoge las referencias y citas de las principales publicaciones científicas y académicas del mundo.
En los últimos años, Díaz concentró y dirigió esfuerzos hacia un cambio en el modelo de investigación clínica, intentando hacer de la actividad asistencial un modelo de observación epidemiológica que mejore la calidad del acto médico habitual y a la vez genere datos y conocimiento. Su proyecto de investigación más destacado en la actualidad está encaminado a abordar la epidemia de hipertensión arterial que afecta a países de medianos y bajos ingresos.
Por eso se lo conoce como un militante del consumo moderado de sal, y siempre se lo escucha decir, "es tan malo no usar nada de sal, como consumir mucha. Lo ideal es el consumo moderado". Y agregó, "necesitamos diagnosticar a la mayor cantidad de hipertensos, que sepan que lo son, para tratarlos de manera simple y accesible".
Desde la Fundación ECLA puso en marcha el "Programa de detección y control de Hipertensión Arterial" que tiene como objetivo concientizar a la población de esta enfermedad y sus complicaciones. Se logra a través de campañas de detección y control de la tensión arterial, itinerantes por toda la ciudad; brindando además herramientas a los pacientes para que puedan controlarse y tratarse en forma gratuita.
Durante la ceremonia Díaz sintetizó, "quiero hablarles a los jóvenes porque serán ellos los que seguirán construyendo el futuro de este país. No creo ser merecedor de esto, pero lo tomo con mucha responsabilidad. Hubo tres ideas que me acompañaron a lo largo de mi carrera y de mi vida: "soñar siempre, la pasión y también fracasar", aseveró. En tanto hicieron llegar su adhesión al galardón, el gobernador de la provincia, Miguel Lifshcitz, y la intendenta municipal, Mónica Fein.
Tres trials transformadores
Díaz acompañó su carrera médico-científica en la Argentina y en el mundo con una capacidad que solo algunos disponen y que pocos ponen a disposición de la sociedad: su capacidad de comunicar y amplificar hacia el mayor número de personas la información disponible, que además impactará en mejores prácticas médicas.
Hubo tres trials (estudios clínico-poblacionales) en los que Díaz participó con el caso argentino junto a un equipo multidisciplinar y global liderado por Salim Yusuf, y arrojaron evidencia científica. Estos son COMPASS, PURE y HOPE.
Cada uno de estos estudios clínicos generaron avances para los pacientes cardíacos y en cómo reducir la muerte cardiovascular y los infartos.
El estudio COMPASS publicado en The New England Journal of Medicine propone la combinación de una droga con la popular aspirina en pacientes con enfermedades coronarias; mejora el índice de supervivencia en un 20% y reduce la muerte cardiovascular y los infartos en un 24%. Este es un avance que promete ser revelador para el colectivo de hombres y mujeres adultos con antecedentes de enfermedad coronaria o periférica (arterias de las piernas) comprobadas.
El impacto del estudio COMPASS se puede comprender mejor con una cifra global que lo pone en perspectiva al tema: un tercio de las 55 millones de muertes a nivel mundial ocurren por causas cardiovasculares.
Sobre COMPASS recordó Díaz: "Lo primero que demostró el estudio COMPASS es que cambiará la práctica clínica en pacientes con una enfermedad coronaria o una enfermedad vascular periférica comprobadas. Esto significa que, a partir de hoy, existe una propuesta de mayor eficacia para este grupo de pacientes que podrán reducir su riesgo de mortalidad en un 20%". La "fórmula" que propone COMPASS para mejorar la expectativa de vida en pacientes con riesgo de infarto o accidente cardiológico es la combinación de la droga rivaroxabán -que se suministra para que la sangre no coagule- más una aspirina.
Luego vino la irrupción de un nuevo paradigma para tratar las enfermedades vasculares crónicas a través del estudio del colectivo científico canadiense PURE, que publicó la revista The Lancet con repercusión mundial. Aquí Díaz, también desde ECLA y el ICR, se sumó otra vez al equipo de investigación dirigido por el doctor Salim Yusuf y Rasha Khatib del Instituto de Investigación de Salud de la Población (PHRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de McMaster y Ciencias de la Salud de Hamilton.
Díaz dijo sobre PURE: "Es necesario un cambio radical en la forma en que estos medicamentos son proporcionados y cómo deberá ser la atención en centros primarios del sistema de salud, con provisión gratuita de medicaciones genéricas y con un cambio de efectores del sistema de trabajadores o agentes sanitarios supervisados por médicos. Esto ya ha sido probado exitosamente en otras condiciones crónicas como el Sida".
Luego otro revuelo científico HOPE 3, el estudio que propone un método simple y barato para prevenir enfermedades cardiovasculares y ACV. También liderado por los equipos científicos en distintas ciudades del mundo de Salim Yusuf y con la participación de Díaz ¿Es posible con tres pastillas genéricas y accesibles prevenir los males más extendidos y mortales de este siglo? ¿Podrán en un futuro próximo tres pastillas combinadas (soluciones minipolypill) convertirse en agentes de prevención efectiva de los ataques cardiovasculatres, stroke o ACV? HOPE 3 por su gran dimensión se trató de un estudio académico que demoró ocho años.
Al cierre del acto Díaz enfatizó que "hay que soñar dormido y también hay que soñar despierto. El futuro no se predice, se construye". Díaz premiado en Rosario como Ciudadano Distinguido en la ciudad que lo vio nacer, siempre tuvo claro que la medicina es una poderosa herramienta de transformación social. Y así la supo ejercer hasta hoy.
Fotos: Patricio Murphy
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