A la certeza que ya existe de que el tipo de virus "Andes" dentro del Hantavirus es de transmisión interhumana, se suman los resultados que comunicó la Secretaría de Gobierno de Salud a través de los análisis de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) "Dr. Carlos Malbrán", y que confirmaron la transmisión persona a persona en el brote de hantavirus con foco en Epuyén, que comenzó el 2 de noviembre de 2018 y que afectó también a las localidades chubutenses de Trevelin y El Maitén, y El Bolsón en Río Negro.
"Es importante reconocer el trabajo de los profesionales del ANLIS y remarcar la capacidad instalada de nuestro país para poder dar una respuesta concluyente que confirma a nivel genético la transmisión interhumana en el brote de Epuyén", destacó el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein.
El funcionario agregó: "Como pensamos desde un primer momento, las características de este brote eran distintas y las medidas que se tomaron para contenerlo fueron excepcionales. Hoy los estudios de ANLIS confirman que nuestra hipótesis fue correcta y el aislamiento selectivo fue una herramienta acertada".
Los estudios de ANLIS han utilizando tecnologías innovadoras de secuenciación de nueva generación, y constituye el primer reporte confirmatorio del mecanismo de transmisión interhumana por análisis completo del genoma del virus Andes, único hantavirus en el mundo que a la fecha ha mostrado esta capacidad de dispersión.
El análisis comparativo arrojó como primer resultado que el genotipo viral causante del brote efectivamente fue Andes Sur, el cual ya había sido identificado por las técnicas clásicas de caracterización de genotipo. Además, se halló un porcentaje de identidad genética de 99,9 por ciento entre todas las secuencias de los casos de este brote analizadas. Este hallazgo confirma unívocamente el mecanismo de transmisión persona a persona.
Además, la comparación con secuencias genómicas pertenecientes a casos no relacionados al brote y correspondientes a otras regiones endémicas del país, incluso de las del brote del año 1996 ocurrido en El Bolsón, permitió identificar cambios "exclusivos" en el genoma viral de la cepa involucrada en el brote de Epuyén, que podrían conferirle un mayor potencial de dispersión. Cabe destacar que, a diferencia de lo ocurrido en El Bolsón en 1996, el brote de Epuyén no se autolimitó, sino que requirió la imposición de medidas estrictas de aislamiento respiratorio selectivo para cortar la cadena de transmisión.
En el brote de Epuyén y aledaños la tasa de letalidad resultó casi el doble en mujeres que en hombres (40% contra 21,4%).
Finalmente, así se comprobó la hipótesis de transmisión persona a persona que se mantenía al inicio del brote, en base al patrón de ocurrencia de casos, de forma agrupada en un breve lapso de tiempo, sumado a la baja abundancia de roedores en las zonas de residencia de los casos y a la evaluación ambiental en torno a los lugares de probable contagio.
Es por eso que, debido a la magnitud del brote y a su inusual grado de dispersión, el Laboratorio Nacional de Referencia para Hantavirus del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) de la ANLIS inició un estudio para confirmar el mecanismo de transmisión por secuenciación completa del genoma viral, utilizando tecnología de nueva generación.
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