Traumático, por definición, es algo que traumatiza, que causa un trauma. Hasta ahí, la Real Academia Española parece estar más brindando una familia de palabras que precisiones semánticas. Ahora, al buscar trauma, el diccionario devuelve: "Choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente. Emoción o impresión negativa, fuerte y duradera". He allí el quid de la cuestión.
Lo que trauma, perdura. Y si no es tratado a tiempo, reaparece casi indefectiblemente.
Así lo hizo saber durante su presentación en el Foro Económico Mundial en Davos, en Suiza, el príncipe William, cuando relató lo que seguramente fue una de las experiencias más fuertes de su vida, cuyas consecuencias lo llevaron a una gran depresión.
El royal, de 36 años, se sinceró sobre sus problemas en torno al estrés postraumático que sufrió luego de su trabajo en las fuerzas armadas británicas y eligió hablar sobre esta causa para ayudar a eliminar los prejuicios que existen sobre las enfermedades mentales.
Todavía se me dificulta mucho hablar de esto, reconoció William en el Foro de Davos
"Creo que, finalmente, tenemos una generación que se está dando cuenta de que esto no es normal, deberíamos hablar del tema, tenemos que sacarle el estigma", declaró el duque de Cambridge en su discurso de este miércoles. "Tenemos que empezar a combatir los prejuicios ahora, así nuestros hijos y nietos no tendrán que pasar por este proceso y podrán hablar abiertamente de esto".
William reveló las secuelas que sufrió después de un incidente -ocurrido durante el tiempo en que ejerció como piloto de ambulancias de rescate-, al servicio de la Real Fuerza Aérea Británica. "Todavía se me dificulta mucho hablar de esto", dijo el joven padre de tres hijos. "Es algo que me pone muy sensible, porque está estrechamente relacionado con mis niños".
Con anterioridad había contado que después de tener a sus hijos (el príncipe George, de 5 años, la princesa Charlotte, de 3 años, y el príncipe Louis, de 7 meses) volvió a revivir algunos de sus momentos más traumáticos en el trabajo -involucrando a menores lesionados gravemente en accidentes automovilísticos- y que esto lo afectó emocionalmente.
Pero ¿qué es el estrés postraumático y por qué sus consecuencias pueden tardar años en aparecer? Según explicó a Infobae la licenciada en Psicología Liliana Traiber (MN 43326), coordinadora de la Clínica de Ansiedad y Trauma de Ineco, "se trata de un trastorno que aparece luego de un evento traumático o situación de alto impacto emocional en que la persona pudo ser testigo o protagonista de un hecho que le generó mucho miedo, alta intensidad emocional o angustia".
El origen de este trastorno puede ser de diversa índole. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastorno Mentales Versión IV-TR (DSM-IV) reconoce distintos traumas que pueden dar lugar a la aparición de los síntomas. Entre esos traumas están los secuestros, accidentes de tránsito, violaciones o acoso sexual, abuso sexual infantil, guerras, tortura, robos violentos, violencia familiar, catástrofes y desastres naturales, atentados terroristas, ser testigo de hechos violentos, pérdida inesperada de una persona muy cercana y ser diagnosticado con una enfermedad grave. Cuando la fuente del trauma es otra persona que actuó intencionalmente para hacer un daño, la probabilidad de sufrir estrés postraumático es mucho mayor en comparación con la de otros traumas.
Se trata de un trastorno que aparece luego de un evento traumático o situación de alto impacto emocional
La terapeuta certificada en tratamiento de exposición prolongada por la Universidad de Pennsylvania diferenció que la situación traumatizante "puede haberse vivido de manera puntual (como un accidente) o bien perdurar en el tiempo (por ejemplo, en los casos de abuso sexual intrafamiliar)".
Traiber señaló que los indicios son "muy diversos" ya que se trata de "un cuadro complejo, que es importante diagnosticar de manera correcta".
En ese sentido, los síntomas podrían clasificarse en tres grandes grupos.
Síntomas de reexperimentación: "En un intento de procesar la experiencia traumática, muchas personas sienten o actúan como si estuvieran volviendo a vivir el trauma en el presente. Esto puede durar tanto unos segundos como minutos y su contenido está relacionado, en general, con aquellos instantes previos al momento de mayor peligro. Otra forma común de revivirlo es por medio de pesadillas o sueños desagradables indirectamente relacionados con el trauma", precisó la especialista.
Síntomas de activación: "Algún estímulo puede despertar la aparición de estos síntomas". "Las personas que padecen este trastorno suelen manifestar depresión, trastornos del sueño, desviación suicida o intento suicida por no poder tolerar el dolor emocional que provocó ese trauma, irritabilidad, alerta extrema, etc.", detalló la especialista. "El recuerdo empieza a colarse en todos los aspectos de la vida e impide que se desarrolle con normalidad", agregó. "Generalmente vuelve a hacerse presente lo que sintieron en el momento del trauma, es como que no hubo una elaboración de lo que pasó y cualquier recuerdo asociado a la situación peligrosa activa la alarma".
Síntomas de evitación: "La persona con estrés postraumático hace esfuerzos por evitar los pensamientos o sentimientos asociados con el trauma. También es frecuente que evite aquellas situaciones, actividades, cosas o personas que le puedan recordar lo sucedido", indicó Traiber, quien describió emociones como "miedo, angustia, bronca, ira", las más frecuentes en este tipo de personas. "Se da como un proceso en que la persona 'bloquea' el recuerdo de lo que pasó por lo doloroso y lo poco permeable al proceso de superación".
—¿Por qué sus consecuencias pueden tardar años en aparecer?
—Los síntomas están presentes muchas veces de manera crónica; muchas veces las personas sufren de manera oculta lo que pasó.
Puede ocurrir que la persona siente que de repente empieza a recordar algo que no tenía muy consciente y ahí aparece la sintomatología. En otros casos aparece inmediatamente después del hecho.
Es importante aclarar que el paso del tiempo por sí solo no hace que la persona se recupere
La persona puede estar así de manera crónica, y si no lo habla y lo aborda en el contexto adecuado, nunca va a tener diagnóstico y tratamiento. Muchas personas se acomodan al miedo y eso dificulta el abordaje.
Es importante aclarar que el paso del tiempo por sí solo no hace que la persona se recupere; necesita de un tratamiento adecuado que haga que los síntomas disminuyan o remitan.
—¿En qué consiste el tratamiento?
—La forma de tratamiento psicológico más estudiado para el estrés postraumático es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que recibió extensa apoyatura empírica acerca de su eficacia. Esta modalidad de tratamiento constituye la primera elección según distintos consensos de expertos en esta patología. En la actualidad existen tratamientos cognitivo-conductuales especialmente desarrollados para las personas con estrés postraumático. Sin embargo, de acuerdo a las características del paciente y la presencia de posibles problemas asociados, es necesario combinarla con un tratamiento farmacológico.
La TCC se enfoca en las conductas evitativas y en las creencias y pensamientos asociados a esta forma de comportarse, las cuales mantienen la sensación de vivir en un estado de amenaza o peligro permanente. Una de las estrategias principales de la TCC es la exposición, la cual consiste en enseñarle al paciente a controlar sus recuerdos de modo que pueda lograr que éstos no aparezcan involuntariamente y que no lo lastimen ni le provoquen miedo, tristeza, angustia o bronca cada vez que aparezcan. Esta estrategia se realiza hasta que llega un momento en que el paciente puede recordar sin sentir miedo y descubre que recordar no es peligroso. La exposición y las estrategias cognitivas también se usan para abordar las conductas evitativas que aparecen luego de un trauma. A través de la confrontación gradual de situaciones que evita realizar pero que antes del trauma consideraba como seguras, la persona puede adoptar una forma más adaptativa de pensar acerca del contexto que lo rodea.
La exposición prolongada ayuda al paciente a superar el trauma a partir de elaborar y procesar los recuerdos traumáticos. Cuando puede diferenciar lo que es recordar el trauma de estar en él y entender que recordar eso que le causó dolor no es peligroso y relatar lo que pasó no hace daño, estará más cerca de comprender que lo que daña es justamente no hablarlo.
Traiber señaló que el tratamiento es "muy eficaz cuando la persona se compromete". "En el TCC el trabajo es activo y todo lo que hace el paciente ayuda a que mejore", aseguró la especialista, quien remarcó que los ejercicios y actividades que el paciente se lleva a modo de "tarea para el hogar" se diseñan y consensúan entre ambos.
Y tras asegurar que, pese a lo que sugiere su nombre, el tratamiento "no es extenso en sesiones", finalizó: "Cuando el paciente puede procesar lo que ocurrió puede elegir cuándo recordarlo sin que eso lo lleve a revivir el momento".
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