Los científicos y expertos que se ocupan de las enfermedades de alto impacto social como son las adicciones a las drogas consideradas legales -como el tabaco y alcohol- o las ilegales – como la cocaína, marihuana, opiáceos, heroína, drogas sintéticas, entre otras- o las enfermedades infecciones – como el HIV/SIDA- o las enfermedades no transmisibles – como la diabetes- están muy ocupados y a la vez preocupados.
Esa incumbencia inherente a la ciencia que es desarrollar una dimensión humana y social de las enfermedades, en todos los casos enumerados se vuelve imprescindible. La ciencia no tiene tiempo para perder y necesita interpretar cada vez con más asertividad los cambios y la vorágine de las sociedades modernas.
Si la ciencia no logra intervenciones transformadoras en la vida de las personas ¿ para qué sirve entonces?, se preguntó sin vueltas en su paso por Buenos Aires la destacada médica psiquiatra y neurocientífica Nora Volkow, especialista en el estudio del abuso y consumo de drogas y de su efecto en el cerebro humano.
Volkow además de ser una probada mente brillante de dimensión global es desde el 2003, la directora del Instituto Nacional sobre el abuso de Drogas (NIDA , según sus siglas en inglés), en Estados Unidos, un verdadero think tank , una usina de investigación, pensamiento y estudio sobre el abuso y consumo de drogas y su relación con el cerebro. Además el NIDA financia los más relevantes estudios poblacionales en todo el mundo para encontrar evidencia científica sólida y acumulada sobre cuál será el mejor camino para tratar las adicciones.
La visita -que no es la primera- de la doctora Volkow a la Argentina se realizó en el marco de una jornada científica organizada por la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador , "Estrategias para el control de enfermedades de alto impacto social".
Para agregar aún más estelaridad participó como conferencista, entre otros destacados, el doctor Julio César Montaner, director del Centro para la Excelencia en VIH-SIDA de British Columbia, Canadá, y considerado el pionero y factótum del control de la epidemia en el mundo entero del HIV-SIDA con el descubrimiento del cóctel de fármacos combinados, presentado en el mítico Congreso de Vancouver de 1996; cuando se logró cambiar el rumbo de la epidemia de HIV hasta hoy.
Entre México y EEUU, las adicciones
Entre las obsesiones académicas de la doctora Nora Volkow figura el uso problemático de sustancias psicoactivas y de las adicciones. Volkow nació y se recibió de médica en México con medalla de honor por ser la mejor estudiante de su generación. Habla un español perfecto.
Desde la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Nueva York, Volkow inició una serie de investigaciones que innovaron el camino del estudio de las adicciones a través de las tomografías. Y fue pionera en el uso de neuroimágenes y pruebas de medicina nuclear para investigar los efectos y las propiedades adictivas del abuso de drogas.
Nora Volkow hoy es considerada la neurocientífica más prominente del mundo en el estudio del abuso de sustancias y su relación con el cerebro.
El trabajo de Volkow ha sido fundamental para demostrar que la drogadicción es una enfermedad del cerebro humano. Como investigadora psiquiátrica y científica, sus estudios han documentado los cambios en el sistema de la dopamina que afectan las acciones de las regiones frontales del cerebro involucradas en la motivación, el impulso y el placer, así como la disminución de la función de la dopamina en el cerebro que se da con la edad.
En diálogo exclusivo con Infobae la doctora Nora Volkow desarrolló con exquisita claridad su abordaje sobre la llamada neurobiología de las adicciones.
– Doctora Volkow, ¿de qué se trata la llamada neurobiología de las adicciones?
Nora Volkow: La mejor manera de explicarlo es comprender que básicamente las drogas "toman el control" sobre los sistemas que la naturaleza del individuo desarrolló para motivar sus emociones, a través del placer y el dolor. Cuando se desarrolla una conducta que te lleva a una sensación placentera se genera una memoria inmediata que dura bastante tiempo. Es una memoria casi automática, diferente del tipo de memoria que normalmente tenemos cuando aprendemos.
Las drogas lo que hacen es activar ese sistema de memoria inmediata y lo hacen de una manera más eficiente que los procesos naturales, como comer o tener sexo. Es una memoria que se encuentra en las partes emocionales del cerebro humano (sistema amigdalino); diferente al de las partes corticales, y motivan tus acciones (el "craving", el deseo o el ansia que se activa cuando se consume drogas).
-Otro concepto importante que usted introdujo es dimensionar la vulnerabilidad genética de un individuo, para comprender por qué algunas personas están más predispuestas que otras a "caer" en una adicción…
Volkow: Algunos pueden y son las llamadas "personas protegidas" y otros no pueden, y son las "personas vulnerables", dijo.
La gran motivación que genera la droga – que te hace un esclavo de ella- normalmente activa a su vez procesos para compensar, como la capacidad cognitiva, y que te ayuda a decir: "Esto se me antoja muchísimo, pero no debo hacerlo".
Desgraciadamente con el uso repetido de las drogas esos mecanismos de defensa que tenemos en la corteza frontal del cerebro, que nos permite regular nuestras emociones y deseos, también son degradados. Entonces se activan dos procesos, que incluso chocan uno con el otro: por un lado, la actividad exaltada de la motivación y por el otro, el no funcionamiento de las zonas corticales que normalmente nos permiten autoregularnos.
– ¿Cómo se fortalecen estos mensajes en tiempos en donde la despenalización del consumo de las drogas en general y de la marihuana en particular gana la calle? Usted como científica, ¿tiene una posición tomada al respecto?
Volkow: Hemos cuestionado mucho la idea de que en realidad las adicciones son culpa de la persona que se vuelve adicta. Esto no es así. Es una locura criminalizar al adicto, necesita tratamiento médico y no ir a la cárcel.
“También hay que advertirles a los jóvenes que la marihuana es muy dañina para el desarrollo normal de su cerebro. El cerebro de una persona que usa marihuana envejece más rápido”.
Lo primero que la doctora Volkow deja en claro es que alrededor del globo y también en la Argentina, el principal problema es la adicción a las drogas consideradas legales, como el alcohol y el tabaco, que encabezan las cifras de mortalidad.
La adicción a las drogas es una enfermedad médica, no muy diferente a tratar la diabetes o la hipertensión. Entonces, no se justifica la criminalización de la persona que es un adicto. Cuando a una persona que es adicta se lo mete en una prisión por sus adicciones, lo que hacemos básicamente es aumentar el riesgo de esa persona. Hacerla aún más vulnerable. No tiene sentido poner a alguien en prisión por el uso de drogas.
– No cree usted que el problema de las adicciones, entendido como un tema médico-científico integral todavía no está del todo entendido y se sigue cayendo sobre el adicto…
-Volkow: Desgraciadamente todavía se sigue criminalizando mucho a la persona adicta, y existe muchísimo estigma a pesar de que se oye más la narrativa de que las adicciones son enfermedades del cerebro, pero lo que no está sucediendo con esas narrativas es el cambio de las estructuras sociales que te permitan tratarlo como un problema médico.
Según Volkow, Estados Unidos enfrenta hoy un gran problema de consumo y adicciones a los opioides, un drama social grave y urgente. Cada 15 minutos muere alguien por sobredosis.
Agregó Volkow a Infobae: "A causa de la terrible epidemia que tenemos en los Estados Unidos, donde está muriendo gente por sobredosis cada 15 minutos, esto hizo entender a la sociedad que la manera como tratábamos a las adicciones en el pasado no funcionaba y que habrá que cambiar. Esta epidemia tan terrible y trágica que estamos viviendo está acelerando la capacidad de entender finalmente que el sistema médico debe estar involucrado en el tratamiento de las adicciones".
Consumidores millennials y los tres retos
– Cómo analiza el caso argentino: entre los jóvenes under 25 crece el llamado policonsumo de drogas a edades cada vez más tempranas. En los segmentos socioculturales más bajos se consumen drogas de baja calidad, como el PACO. Y los jóvenes urbanos de estratos medios eligen las drogas sintéticas…
Volkow: Globalmente hay una tendencia a disminuir la edad en la que la gente está expuesta a drogas. Sobre las drogas , hay que connotar que dos de las drogas más importante, son el alcohol y el tabaquismo. Sobre las drogas ilícitas -curiosamente- en Estados Unidos no estamos viendo que haya un ingreso temprano en la edad, en la cual los chicos están empezando a consumir drogas. Lo que sí estamos viendo sin embargo es algo muy significativo en el pasaje de las drogas de la adolescencia a la vida adulta temprana, es ahí donde se disparan las cifras de consumo.
Continúa Volkow a Infobae: El uso de la marihuana, de los opiáceos, de la cocaína, de las meta-anfetaminas son drogas que aparecen en el momento de la transición de la adolescencia a la juventud. Así ocurre este fenómeno en Estados Unidos.
Señaló Volkow a Infobae : Tenemos tres retos en Estados Unidos sobre el tema adicciones de cara hacia las generaciones futuras: el primero es la crisis de los opiáceos, con la urgencia de desarrollar soluciones que nos permitan controlar el problema rápido. La gente se está muriendo, cada 15 o 20 minutos alguien muere de sobredosis.
El segundo reto es la legalización de la marihuana, bajo el concepto de que los Estados en Norteamérica la están legalizando de manera muy diferente, ya sea para uso recreacional o médico.
Y el tercer reto es la tecnología que avanza también en las drogas. Tenemos drogas cada vez más potentes, y también nueva tecnología para administrar esas drogas también de manera más potente. Por ejemplo los cigarrillos electrónicos que principalmente se asocian con el uso de la nicotina, también pueden usarse para autoadministrarse dosis altas de los ingredientes activos de varios tipos de drogas, como la marihuana. Sabemos que una adicción es devastadora y es una enfermedad, como un cáncer que te come a ti, a tu familia y a la sociedad, y si no la tratás la mortalidad es muy alta.
La doctora Volkow también recibió de parte de la Universidad de Buenos Aires (UBA) otro diploma que la distinguió como Doctor Honoris Causa en el Salón de Consejo de la Facultad de Medicina. Y la distinción fue entregada por el Rector de la UBA, Prof. Dr. Alberto Barbieri y el Decano de Medicina, Prof.Dr.Ricardo Gelpi. La iniciativa del reconocimiento del Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires a Volcow fue impulsada por la cátedra de Toxicología, liderada por el doctor Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y profesor de Toxicología de la UBA.
Tratamientos en camino
El verdadero desafío frente al fenómeno global de las adicciones es arribar al mejor camino para lograr un tratamiento efectivo y accesible.
En la actualidad, existe consenso entre expertos e investigadores – es sustancial la acción y participación del NIDA en el mundo entero no sólo apoyando a diversos estudios clínicos pertinente- para reunir la mayor cantidad de evidencia científica que avalen los tratamientos contra las drogas o para detener el consumo abusivo de sustancias.
En la actualidad, en Estados Unidos, señaló Volkow, existe una caída en la expectativa de vida de sus habitantes hacia el 2040. Las principales causas de muerte son las llamadas "enfermedades de la desesperación": consumo de opiáceos y sobredosis, cirrosis,obesidad y suicidios.
Al decir de la doctora Volkow, el mayor éxito en la terapéutica contra las adicciones a las drogas, lo lograron los cócteles de medicamentos combinados. La mezcla de fármacos atiende y repara las diversas problemáticas que deja una adicción como la depresión, el insomnio, además del dominio del deseo, por el aumento de la dopamina que provoca en el organismo. Pero aún es tiempo de hallazgos clínicos, se necesita aún crear más evidencia científica.
Fotos: Dino Calvo
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