El embarazo no intencional es un problema de salud pública a nivel mundial, siendo el aborto, en condiciones inseguras, una de las consecuencias del mismo lo que lleva a un aumento de la mortalidad materna. Se estima que cada año 86 millones de mujeres en el mundo tienen embarazos no intencionales por no acceder a servicios de planificación y más del 30% no tiene satisfechas las necesidades contraceptivas.
En este contexto, el embarazo adolescente no intencional es una prioridad crítica de salud, y merece un abordaje integral debido al impacto en este grupo etario que no solo implica la morbimortalidad sino también consecuencias a largo plazo.
La encuesta "Hábitos sexuales y uso de anticonceptivos", exploró el conocimiento de las mujeres jóvenes de América Latina de entre 18 y 21 años, sus parejas y sus madres sobre la sexualidad en general, el uso de métodos anticonceptivos y la preocupación por el embarazo no intencional.
Los resultados de esta investigación -presentada durante el XX Congreso Internacional de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ) que se realiza del 7 al 9 de noviembre en Buenos Aires – dan cuenta del conocimiento y las inquietudes en torno al inicio de las relaciones sexuales, y a la prevención de situaciones, como las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los embarazos no intencionales, por lo que constituyen un cúmulo de información de relevancia para el planeamiento de políticas de salud pública que hagan foco en esta población.
Dentro del abordaje integral, la educación sexual, la mejora en la atención y en el acceso a los métodos anticonceptivos son pilares para la disminución de la problemática del embarazo no intencional en adolescentes.
Un elemento esencial en su prevención es el conocimiento, acceso y uso consistente y eficaz de anticoncepción, y esos fueron justamente los aspectos explorados en esta encuesta que mostró que en más de la mitad de las participantes de la Argentina (57%) el inicio de relaciones sexuales ocurrió entre los 15 y los 17 años de edad, siendo la Argentina el país en donde fue mayor el porcentaje de adolescentes que inició sus relaciones sexuales antes de cumplir la mayoría de edad. La encuesta también incluyó a Brasil, Chile y México.
En esta etapa de la vida, la encuesta muestra que son las madres y no los profesionales de la salud quienes constituyen el principal referente de las adolescentes a la hora de hablar sobre salud sexual y reproductiva: el 40% de las jóvenes argentinas dijo haber hablado con sus madres entre los 9 y los 15 años de edad; sólo el 13% reconoció haber hablado con un médico (incluso menor que el porcentaje de charlas con amigos cercanos: 16%).
Pero los temas considerados relevantes no son los mismos para las adolescentes que para sus madres: mientras que al inicio de las relaciones sexuales de las jóvenes el 81% de sus madres quería hablar sobre la prevención del embarazo, el 77,6% de sus hijas consideraba más importante hablar sobre la prevención de ITS. Más adelante, ya iniciadas las relaciones sexuales, el foco de interés se invierte: al 54% de las jóvenes le preocupa un embarazo, mientras que las ITS son la preocupación del 36% de las madres.
Casi 3 de cada 4 embarazos adolescentes en América latina y el Caribe no son buscados, y cerca de la mitad terminan en abortos. En Argentina, 109.000 adolescentes y 3.000 niñas menores de 15 años, tienen un hijo o hija cada año, lo cual representa el 15% de los nacimientos anuales. En los últimos 5 años este porcentaje se mantuvo estable. Así, en Argentina, 7 de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años y 8 de cada 10 embarazos en niñas menores de 15 años no son intencionales.
Otra de las grandes conclusiones es que es imprescindible dar a conocer los diferentes métodos anticonceptivos disponibles para poder acceder a los mismos. Así, el Proyecto CHOICE realizado en Estados Unidos entre 2007 y 2011 con 9.256 participantes demostró que los adolescentes prefieren los métodos anticonceptivos reversibles de larga duración (LARCS por sus siglas en inglés). Según el Proyecto Choice, luego de la consejería integral, el 75% de los adolescentes eligieron LARCS siendo el de mayor elección entre 14-17 años el implante subdérmico y en adultos jóvenes el DIU (dispositivo intrauterino).
Por su alta efectividad y nivel de seguridad, los LARCS como el implante subdérmico y el DIU intrauterino son métodos anticonceptivos que se encuentran especialmente recomendados como herramientas de primera elección para la prevención del embarazo no intencional, a tal punto que en la Argentina ,el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación los provee en forma gratuita a adolescentes hasta 24 años. Sin embargo, la encuesta "Hábitos sexuales y uso de anticonceptivos" mostró por ejemplo que el uso del implante subdérmico en la región es muy bajo y que en la Argentina es especialmente reducido el conocimiento que esta población tiene acerca de sus beneficios.
En Argentina, en el año 2017 se inició el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), entendiendo que esta problemática afecta el bienestar, la salud, y el desarrollo personal, oportunidades laborales y educación de este grupo etario, profundiza las desigualdades sociales, y puede poner en riesgo la salud principalmente en niñas menores de 15 años. Este plan se basa en acciones conjuntas e integradas del Ministerio de Salud y Desarrollo social y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología con 4 objetivos cardinales:
-Sensibilizar a la población en general y a las/os adolescentes en particular sobre la importancia de prevenir y disminuir el embarazo no intencional en la adolescencia.
-Mejorar la oferta de servicios en salud sexual y reproductiva en relación con la disponibilidad, accesibilidad, calidad y aceptabilidad de las prestaciones.
-Potenciar las decisiones informadas de las/os adolescentes para el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
-Fortalecer políticas para la prevención del abuso y la violencia sexual y para el acceso a la interrupción legal del embarazo según marco normativo vigente.
Diferencias en el acceso a los métodos anticonceptivos
Los preservativos y los anticonceptivos orales son los dos métodos más utilizados por las mujeres jóvenes en la Argentina (76% y 47%, respectivamente). Y si bien el preservativo es el único método que además de prevenir un embarazo no planificado evita el contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS), son los llamados anticonceptivos reversibles de larga duración los que se recomiendan especialmente para las mujeres jóvenes y las adolescentes como herramienta de primera elección para la prevención del embarazo no intencional.
A diferencia de los anticonceptivos orales, cuya efectividad en su uso habitual es sensiblemente menor a cuando son utilizadas en la forma recomendada (92% versus 99%), la efectividad de los LARCs es siempre mayor al 99%, ya que una vez colocados sus efectos en la prevención del embarazo se mantienen independientemente de su usuaria. En la encuesta antes citada, el 36% de las encuestadas en Argentina dijo no conocer el implante subdérmico, mientras que el 62% dijo conocerlo pero no usarlo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los LARCS como método de elección para adolescentes, porque son seguros y efectivos y son justamente las jóvenes quienes más necesitan seguridad y efectividad para evitar un embarazo no intencional.
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