En el último tiempo se han puesto de moda tratamientos estéticos y terapéuticos con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) que se promocionan como una forma efectiva de lograr el "rejuvenecimiento celular". Sin embargo, este uso generalizado del PRP es un tema de alarma para la comunidad médica, ya que puede presentar potenciales riesgos para la salud.
El PRP es un material biológico autólogo, es decir, que se obtiene de la misma sangre del paciente, luego de una extracción por una punción venosa. A partir de esa muestra, la procesa para separar los distintos componentes de la sangre (glóbulos blancos, rojos, plaquetas, plasma) por centrifugación. Una porción del centrifugado contiene plasma rico en plaquetas, que son las células que participan en la coagulación. "Tradicionalmente se lo utiliza con fines hemostáticos, para prevenir hemorragias pero también tiene otra función que son los fines regenerativos ya que las plaquetas liberan moléculas que se llaman 'factores de crecimiento' que promueven la migración y división celular", detalló Julia Etulaín, bióloga, doctora en hematología, investigadora en IMEX-CONICET, Academia Nacional de Medicina.
Estos factores tienen el potencial de estimular la respuesta regenerativa de los tejidos dañados. Por esta razón, de acuerdo a la experta, se lo utiliza en distintas especialidades clínicas como la dermatología, odontología o en traumatología para reparar tejidos.
Aplicaciones
En los últimos años se ha reconocido el potencial beneficio del PRP en el tratamiento de lesiones crónicas y agudas del sistema músculo esquelético (tendones, ligamentos y músculos). Según relevó Etulaínn, este método terapéutico posee una gran variedad de aplicaciones. En traumatología, por ejemplo, se lo utiliza mucho en lo que tiene que ver con desgarros, con recuperación ósea y muscular. También se lo utiliza mucho en cirugías para favorecer la cicatrización de los tejidos. Un ejemplo de esto se vio cuando se lo utilizó para tratar una lesión por desgarro que sufrió en una de sus piernas Ángel Di María durante el Mundial de Brasil 2014.
"En heridas de piel, hasta ahora, la mayoría de los estudios indican su aplicación en úlceras de pié diabético, aunque ahora también comenzaron a aparecer más trabajos que documentan el empleo del PRP en quemaduras. Estos serían los dos grandes usos de estos componentes en dermatología", detalló la experta que además es miembro del Comité de Terapia Celular de la Asociación Argentina de Hemoterapia Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC).
Acceso seguro
En la actualidad, la aplicación del PRP con fines regenerativos está bastante difundida y comercializada pero, según advirtió Estulaín, "para que la aplicación se considere segura y correcta, siempre tiene que intervenir un médico especialista en hemoterapia, debido a que esto, en definitiva, es un hemocomponente por lo que son requeridas las mismas precauciones y cuidados de una transfusión".
En este sentido, remarcó que si bien se puede acceder a tratamientos con PRP de manara sencilla, esto no significa que la aplicación cuente con todos los mecanismos que garantizan su seguridad.
De acuerdo con los especialistas del Grupo de Trabajo de la AAHITC, este tratamiento innovador es considerado una auto-transfusión y, como tal, requiere condiciones mínimas de bioseguridad, tanto para su preparación como para su aplicación. "Como primera medida el procedimiento debe ser realizado por un médico especialista en medicina transfusional o bien un Técnico en hemoterapia, supervisado por éste", explican.
Tanto la extracción de sangre, como su procesamiento y la consecuente obtención de hemocomponentes deben ser realizados únicamente en establecimientos incluidos en alguna de las categorías que la Ley Nacional de Sangre habilita para el manejo de sangre humana, regulados por la autoridad sanitaria correspondiente.
Sangre controlada
Por tratarse de una transfusión, para recibir plasma rico en plaquetas son necesarios los mismos controles que aquellos que se hacen para una transfusión. "Los controles serológicos, para determinar la presencia o no de infecciones en la sangre, son una parte importante del proceso de control y seguridad, además de la evaluación del paciente por parte del médico especialista ya que este profesional puede observar los accesos venosos y otras cuestiones vinculadas a la hemoterapia y el paciente", detalló la doctora Etulaín.
Al mismo tiempo, son el médico especialista en hemoterapia y su equipo técnico quienes están capacitados para preparar al PRP de la manera más segura y adecuada, ya que el mayor riesgo que tienen estas terapias es la infección. Esto puede suceder, sobre todo, si el PRP no cumple con los controles de calidad. "Se trata de infecciones bacterianas que pueden traer graves consecuencias para las personas", puntualiza la especialista y aclara además que aún no están estudiados científicamente los beneficios del tratamiento con PRP en determinadas afecciones.
Por eso, para prevenir este escenario es de vital importancia contar con muchos controles en la preparación. Al mismo tiempo, "es necesario resaltar que todavía son desconocidos los posibles efectos adversos de estos tratamientos de concentrados plaquetarios. Por este motivo es tan importante que se tomen las medidas necesarias para que se realice de manera correcta", agregó.
Dónde se aplica
Si bien el PRP no es una terapia o tratamiento de primera elección, hay muchos centros privados que lo ofrecen. No obstante, de acuerdo a la experta, en el ámbito público aún es difícil acceder a estos protocolos porque no existen ensayos clínicos que demuestren su eficacia y seguridad. Por este motivo, no se puede decir que esto se pueda aplicar de manera segura en un hospital público hoy en día.
Hay algunas instituciones, como los hospitales Hospital General de Agudos "Dr. Enrique Tornú" y el Hospital "Juan A. Fernández", donde se está realizando aplicaciones de PRP en el marco de ensayos clínicos que se están llevando a cabo. "En estos casos, para que el paciente pueda acceder a estas terapias dependerá, en primer lugar, de la decisión del profesional que lo esté siguiendo clínicamente sea éste del área de traumatología o dermatología y, en segundo lugar, deberá convocar al servicio de hemoterapia para que sean los profesionales de esta área quienes deciden si el paciente es o no candidato a recibir este tratamiento", explicó la experta.
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