Cerca de la erradicación mundial de la polio: ¿en qué situación estamos?

A poco de concretarse el suceso histórico de su eliminación, aún es importante hablar de esta infección viral que es altamente contagiosa. En diálogo con Infobae, una experta desarrolla algunos conceptos clave para comprender el escenario actual

Hasta la llegada de la primera vacuna contra la polio, desarrollada por el doctor Jonas Salk en el año 1955, esta enfermedad era considerada como uno de los problemas más peligrosos de salud pública. Luego, en el año 1961, llega la segunda herramienta contra este patógeno, la vacuna desarrollara por el doctor Albert Sabin.

Esta enfermedad de origen viral es muy contagiosa y afecta, sobre todo, a los menores de cinco años que son el principal grupo de riesgo. El virus se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino. Una vez que invade el sistema nervioso puede causar parálisis en cuestión de horas. Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros.

Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios. No tiene cura, pero es prevenible. Cuando se administra el esquema completo de la vacuna antipoliomielítica es posible conferir una protección de por vida. Es por esta razón que, a partir de la disponibilidad de estas 2 vacunas, comenzó a cambiar la historia contra la polio.

Hacia la erradicación: cuenta regresiva

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Los casos de poliomielitis han disminuido en más de un 99% desde 1988, cuando se calculaba que había 350.000 casos en más de 125 países endémicos, en comparación con los 37 notificados en 2016.

De las tres cepas de poliovirus salvaje (tipo 1, tipo 2 y tipo 3), el serotipo 2 se erradicó en 1999, y no se han dado casos debidos al poliovirus salvaje de tipo 3 desde el último notificado en Nigeria en noviembre de 2012.

En la mayoría de los países los esfuerzos mundiales han ampliado la capacidad para hacer frente a otras enfermedades infecciosas gracias a la creación de sistemas eficaces de vigilancia e inmunización.

"En el año 2016, se logró que 156 países, de forma simultánea y sincronizada sacaran de los 3 serotipos que componían la vacuna Sabin, que es aquella que se da por vía oral (OPV), el serotipo 2. Esto se debió a que el poliovirus salvaje tipo 2 había sido erradicado y a que este componente en la vacuna producía la parálisis fláccida asociada a a la inmunización, por lo que en la actualidad, ésta sólo incluye a los serotipos 1 y 3", detalló la doctora Lilián Testón, médica infectóloga, coordinadora del Grupo de trabajo de Epidemiología y Control de Infecciones de FUNCEI.

"La otra vacuna es la Salk, que es la que se administra por vía intramuscular (IPV) en la vacuna séxtuple o la quíntuple", agregó.
Para lograr la erradicación global de la poliomielitis es necesario dejar de utilizar la vacuna oral (OPV) y reemplazarla gradualmente por la vacuna inactivada inyectable (IPV). Este cambio es importante en esta etapa final de la erradicación.

En América del Sur, Uruguay ya incluyó su esquema completo con vacuna inactivada (IPV). El uso de vacunas combinadas, como por ejemplo las séxtuples, es una alternativa para contribuir a la erradicación de la poliomielitis, ya que incluye la polio inactivada. Chile, por ejemplo, ya introdujo una vacuna séxtuple en el Programa Nacional de Inmunizaciones desde febrero de 2018, con 2 dosis a los 2 y 4 meses.

En Argentina, el Calendario Nacional de Vacunación incluye las primeras dos dosis con vacuna inyectable, a los 2 y a los 4 meses.

Una misión global

En 1988, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzó junto a 166 Estados miembro, la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis. Este plan estratégico contó con el acompañamiento de la Asociación Rotaria Internacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Además contó con el apoyo de asociados clave como la Fundación Bill & Melinda Gates.

La iniciativa surgió a partir de la certificación de la erradicación de la viruela en 1980, de los progresos realizados en los años ochenta hacia la eliminación de los poliovirus en las Américas, y del compromiso asumido por la Asociación Rotaria Internacional de recaudar fondos para proteger de esta enfermedad a todos los niños.

Progresos

A nivel mundial, desde el lanzamiento del plan de erradicación, el número de casos ha disminuido en más de un 99%.

La inexistencia de poliomielitis se certificó en la Región de las Américas de la OMS en 1994, en la Región del Pacífico Occidental en 2000, y en la Región de Europa en junio de 2002. El 27 de marzo de 2014 se certificó que la Región de Asia Sudoriental de la OMS estaba exenta de poliomielitis, lo que significa que la transmisión del poliovirus salvaje se ha interrumpido en ese conjunto de 11 países que se extiende desde Indonesia hasta la India.

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Este logro supone un gran avance en la erradicación global, dado que el 80% de la población mundial vive actualmente en regiones en las que se ha certificado la eliminación de la poliomielitis. Sin embargo, "países como Afganistán, Pakistán, Nigeria y algunos países y localidades que, por cercanía o migraciones, aún continúan presentando casos de polio", destacó Testón.

Aunque el plan estratégico de OMS, la Asociación Rotaria Internacional y la Fundación Bill y Melinda Gates logró grandes avances en la lucha contra esta enfermedad y fijaba la fecha de eliminación para este 2018, aún existen complicaciones producto de la incidencia de casos en los países mencionados y alguna dificultad en la vacunación por motivos religiosos. Sin embargo, en nuestro medio, es importante mantener las acciones de vacunación primero con la Salk, después con la Sabin a través de una estrategia combinada que nos podrá permitir controlar esta infección.

Mientras tanto, cabe destacar que, de acuerdo a la OMS, más de 16 millones de personas que pueden caminar hoy de otro modo habrían quedado paralíticas. Se calcula que se ha evitado 1,5 millones de muertes a través de la administración sistemática de vitamina A durante las actividades de inmunización contra la poliomielitis.

Asimismo, para detener la transmisión y prevenir la aparición de brotes epidémicos es necesario mantener una alta cobertura de vacunación y fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológicos.

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