Si de prevenir embarazos no deseados se trata, bien podría decirse que existe un método "a medida" de cada mujer. Asimismo, en relaciones ocasionales debe utilizarse lo que los especialistas llaman "doble protección": un método de barrera como el preservativo, para protegerse, además, de enfermedades de transmisión sexual como hepatitis B, HIV, HPV, entre otras.
Los métodos anticonceptivos pueden clasificarse, entre otros varios aspectos, según su perdurabilidad en el tiempo, en de corta o larga duración.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los anticonceptivos de larga duración son aptos para las mujeres con o sin hijos, y sin importar su edad. En algunos países, como la Argentina, gracias a su alta eficacia, alto nivel de satisfacción y continuidad de uso, son recomendados como la primera opción para las mujeres en edad reproductiva, incluyendo mujeres jóvenes.
Los métodos anticonceptivos de largo plazo tienen 20 veces menos fallas que que los de corta duración
Se trata del dispositivo intrauterino (DIU), de cobre o medicado y los implantes subdérmicos.
Según el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por su sigla en inglés), los anticonceptivos reversibles de acción prolongada (LARC) tienen mayor eficacia, tasas de continuación más altas, y mayores índices de satisfacción en comparación con los anticonceptivos de acción corta entre los adolescentes que eligen usarlos.
"Las complicaciones en el uso del DIU y los implantes anticonceptivos son raros y difieren poco entre adolescentes y mujeres, lo que hace que estos métodos sean seguros para las adolescentes -aseguran desde el Comité de Atención Sanitaria Adolescente de ese organismo-. Los ginecólogos deben aconsejar a todos los adolescentes sexualmente activos que no busquen un embarazo el uso de este tipo de anticonceptivos reversibles, y deberían facilitar su acceso".
En ese sentido, sostienen que "las barreras al uso de LARC por las adolescentes tienen que ver con la falta de familiaridad o comprensión de los pacientes con los métodos, la falta de acceso, la baja aceptación de los padres, y los conceptos erróneos de los obstetras-ginecólogos y otros proveedores de servicios de salud sobre la seguridad del uso de LARC en adolescentes".
Frente a los de corta duración (pastillas, inyectables, anillos vaginales, parches anticonceptivos), los métodos anticonceptivos de largo plazo tienen 20 veces menos fallas que éstos.
Con una eficacia mayor al +99.5% -comparable con la esterilización quirúrgica- los anticonceptivos de larga duración se imponen al 91% de las píldoras, que, con el uso típico que suele tenerse de ellas, nueve de cada 100 mujeres se embarazan cada año.
El DIU impide que los espermatozoides fecunden al óvulo
"Las pastillas tienen efectos no contraceptivos, y como plus ayudan a disminuir el acné, reducir el dolor menstrual y atenuar el síndrome premenstrual. Su 'contra' es que su efectividad se reduce en el uso, ya que alrededor del 50% de las mujeres olvida tomar una píldora al menos una vez al mes". La aseveración corresponde a la médica ginecóloga Marisa Labovsky (MN 84376).
"Los de larga duración tienen la ventaja de que su efectividad es la propia del método, no depende del usuario", reforzó la presidente de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (Sagij).
Y tras detallar que el DIU de cobre tiene una duración de cinco a diez años (depende del tipo), el DIU medicado con levonorgestrel entre tres y cinco años y el implante subdérmico dura tres años, Labovsky explicó que "el cobre produce una reacción inflamatoria, que hace que los espermatozoides no tengan capacidad de fecundar; evita que se produzca la fecundación". En tanto "el de progesterona genera un tapón mucoso que impide a los espermatozoides ascender y realizar la fecundación", agregó.
En el caso del implante, "su función es inhibir la ovulación".
A las recomendaciones internacionales, Labovsky sumó que los LARC "no tienen contraindicaciones, ni efectos adversos y su continuidad no depende del paciente".
"El DIU es colocado por el médico dentro del útero mediante un procedimiento sencillo en el consultorio. La paciente podrá regresar a sus actividades de manera inmediata. Y la hormona, o el cobre, según el elegido, se libera localmente en el útero", aclaró.
Y tras explicar que "el implante es insertado por un médico en el brazo con una aguja especial bajo anestesia local y la hormona será liberada constantemente a la sangre", la especialista destacó que "ninguno de estos métodos protege contra las enfermedades de transmisión sexual, por eso en relaciones ocasionales siempre se recomienda, además, el uso de preservativo".
No se debe descansar de las pastillas, salvo que se las quiera dejar de tomar
Consultada sobre el "descanso" que muchas mujeres realizan en la toma de sus pastillas, Labovsky señaló que "se trata de un mito; no se debe descansar, salvo que se las quiera dejar de tomar".
Y tras asegurar que según lo que busque cada mujer, el especialista deberá hallar, junto a ella, su método ideal, la especialista destacó que tanto las pastillas, como el DIU de cobre, los inyectables, preservativos e implantes (para mujeres de hasta 24 años) tienen cobertura médica del 100% y pueden adquirirse de manera gratuita en todos los hospitales públicos de todo el país.
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