La muerte súbita es una falla cardíaca inesperada y abrupta. Constituye el 10% de las muertes asociadas a problemas del corazón. En la mayoría de los casos se producen durante el sueño y no presentan síntomas previos que permitan una alerta.
"En personas mayores de 45 años el principal causante de la muerte súbita es la enfermedad coronaria, que el paciente puede o no saber que la tiene. Otros factores que aumentan el riesgo dentro de la afección cardíaca son el tabaquismo, sedentarismo y el alto colesterol en sangre", precisó la jefa del Departamento de Cardiología del Hospital de Clínicas, Sara Berensztein.
La persona puede empezar a sentir un dolor agudo en el pecho, complicaciones para respirar o falta de aire y desmayos. Estos síntomas son los más comunes y se manifiestan en un corto período, muchas veces en el lapso de una hora, "tiempo en el cual la persona deberá recibir atención médica de urgencia", apuntó la profesional.
La muerte súbita es el resultado de un defecto cardíaco congénito o no detectado previamente
La muerte súbita no solo se relaciona con bebés y recién nacidos sino también con personas jóvenes y deportistas; es el resultado de "un defecto cardíaco congénito o no detectado previamente". "Muchas veces se produce un coágulo que obstruye rápidamente todo el vaso coronario, y como el paciente nunca tuvo antecedentes previos no se controla, se obstruye la circulación y se produce lo que conocemos como muerte súbita. Es decir, una sola lesión coronaria puede desembocar en la muerte", sostuvo la especialista.
"Es fundamental acudir al médico para realizarse los controles cardiológicos de rutina, en especial cuando el paciente cuenta con antecedentes familiares de muerte súbita o complicaciones cardiológicas", recomendó Berensztein.
En algunos casos, suele producirse durante el sueño, por lo que la persona no detecta un malestar previo. "Las apneas del sueño, que se ven sobre todo en las personas que padecen de obesidad o que tienen cuello corto, constituyen un riesgo y favorecen la muerte súbita. La prevalencia es mayor en los casos en los que la persona duerme boca arriba", agregó.
Y tras asegurar que "aquellas personas que tienen historial de afecciones cardiológicas como cardiopatías congénitas, problemas en la oxigenación en sangre o una miocardiopatía hipertrófica pueden ser tratados preventivamente", concluyó: "Existe medicación betabloqueante cuya función, entre otras, es la de prevenir la muerte súbita".
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