La mayoría de las mujeres con el tipo más común de cáncer de mama en etapa inicial pueden evitar la quimioterapia de manera segura después de la cirugía, según un nuevo informe internacional.
"Podemos evitar que miles y miles de mujeres reciban un tratamiento tóxico que realmente no los beneficie", dijo una de las autoras del estudio la doctora Ingrid A. Mayer del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. "Esto es muy poderoso. Realmente cambia el estándar de cuidado ", añadió.
El ensayo llamado TAILORx y publicado por The New England Journal of Medicine, que se presentará hoy en una reunión de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en Chicago, comenzó en 2006 y es uno de los mayores estudios de tratamiento de cáncer de mama más grande que se haya realizado.
Según el doctor Joseph A. Sparano del Montefiore Medical Center en Nueva York, que lideró la investigación, los hallazgos se aplican a aproximadamente 60.000 mujeres al año en los Estados Unidos.
Los investigadores descubrieron que a partir de las pruebas genéticas en las muestras de tumores es posible identificar a las mujeres que podían omitir la quimioterapia de manera segura y tomar solo un medicamento que bloquea la hormona de estrógeno o impida que el organismo la produzca.
La prueba se realiza para la enfermedad en etapa inicial, no para los tumores más avanzados que necesitan quimioterapia porque se han diseminado a los ganglios linfáticos o a otros órganos.
El medicamento bloqueador de hormonas tamoxifeno y medicamentos relacionados, llamado "terapia endocrina", se han convertido en una parte esencial del tratamiento para la mayoría de las mujeres porque reducen los riesgos de recurrencia, nuevos tumores mamarios y la muerte por la enfermedad.
"Los resultados indican que ahora podemos ahorrar quimioterapia en aproximadamente el 70% de los pacientes", dijo Sparano.
Este nuevo dato resulta esperanzador a la luz de los efectos secundarios que provoca el tratamiento en la salud de los pacientes, como las náuseas y la pérdida de cabello, y otros más serios como daños en el corazón y los nervios, la vulnerabilidad a las infecciones y un aumento en el riesgo de sufrir leucemia más adelante en la vida.
Sin embargo, tanto Sparano como Mayer advirtieron que en el caso de algunas mujeres de 50 años o menos, la quimioterapia podría resultar beneficiosa incluso si los resultados de las pruebas genéticas sugieren lo contrario.
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Además, la terapia endocrina también tiene efectos secundarios, que pueden incluir sofocos y otros síntomas de la menopausia, aumento de peso y dolor en las articulaciones y los músculos. El tamoxifeno puede aumentar el riesgo de cáncer de útero.
Según publicó The New York Times, este año se esperan aproximadamente 260.000 casos nuevos de cáncer de mama en mujeres en los Estados Unidos y 41.000 muertes. A nivel mundial, las cifras más recientes son de 2012, cuando hubo 1,7 millones de casos nuevos y más de medio millón de muertes.
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