La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo. Y el virus que la causa circula con mayor intensidad -en el hemisferio sur- entre abril y septiembre.
Ocasionada por el virus sincicial respiratorio (VSR), los niños que sufren bronquiolitis tienen una mayor predisposición a sibilancias recurrentes, anormalidades en la función pulmonar e hiperreactividad de las vías aéreas inferiores.
Esta enfermedad, que afecta las vías aéreas inferiores o bronquiolos, ataca en especial a los más pequeños, y es la causa más frecuente de internación en chicos menores de un año. Se puede tener bronquiolitis más de una vez, aunque en general las reinfecciones son menos agresivas.
La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo
La médica Ángela Gentile (MN 49908) es jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y ex presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y alertó que "además de las consideraciones generales preventivas, es necesario prestar atención a los principales síntomas y tener en cuenta que cuanto más pequeño es el niño, más importantes pueden ser los síntomas".
Y enumeró:
-Mucosidad nasal
-Tos, catarro
-Respiración más rápida (taquipnea) y aumento de tos
-Respiración ruidosa con silbidos (sibilancias)
-El niño se agita fácilmente
-Hundimiento de las costillas al respirar
-Dificultad para alimentarse o para conciliar el sueño
-Piel azulada o muy pálida
-Fiebre con temperatura mayor a 38°C
Cómo reducir el riesgo de infecciones respiratorias
"Como no existe una vacuna que evite el contagio, y para prevenir cuanto sea posible la trasmisión del virus, lo recomendable es llevar adelante una serie de hábitos que permitirán cuidar al bebé", destacó la especialista, y entre ellos mencionó:
– Cumplir el calendario nacional de vacunación y con las vacunas que determine el pediatra, tanto para el bebé como para quienes conviven con él.
– Concurrir a los controles rutinarios con el médico.
– Evitar la contaminación ambiental con humo (ya sea humo de cigarrillo u otros) y evitar el hacinamiento.
– Impulsar y mantener la lactancia materna.
– Cuidar la higiene; mantener las manos limpias de quienes están en contacto con el menor. Especialmente el contacto con los hermanos.
En el caso de los niños que forman parte del grupo más vulnerable es importante cumplir con el esquema completo de inmunización pasiva
Niños de alto riesgo
"Se considera grupo de riesgo a los bebés nacidos prematuramente de bajo peso, o con ciertas afecciones pulmonares producto de haber recibido ventilación mecánica por largo tiempo -puntualizó Gentile-. También forman parte del grupo considerado más vulnerable los niños con cardiopatías congénitas".
Y tras asegurar que "en todos los lactantes pequeños pero en especial en los de alto riesgo, deben efectuarse recomendaciones de prevención de las infecciones respiratorias", manifestó que "estas incluyen la promoción de la lactancia materna, evitar el humo en la habitación, el lavado de manos sistemático antes de tocar al niño y evitar en lo posible contacto con niños de edad escolar en época invernal".
Esta población tiene un riesgo entre 4 y 5 veces mayor de hospitalización por infección por VSR respecto de los niños sanos, como también, más riesgo de evolución grave y complicaciones.
En el caso de los niños que forman parte del grupo más vulnerable es importante cumplir con el esquema completo de inmunización pasiva que actúa como un "escudo" para la protección de esta población. En tal sentido, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomienda, teniendo en cuenta las semanas de circulación viral, iniciar la profilaxis durante el mes de abril, con una aplicación mensual del anticuerpo monoclonal de hasta un máximo de cinco dosis.
La inmunización pasiva está incluida en la "Estrategia Integral de Prevención de Infecciones Respiratorias en prematuros de alto riesgo" del Ministerio de Salud de la Nación y en niños con cardiopatías congénitas con inestabilidad hemodinámica significativa, según las recomendaciones consensuadas con las sociedades científicas. La inmunidad persiste por un período acotado de tiempo, por lo que es fundamental la aplicación mensual de las dosis para mantener los niveles adecuados de anticuerpos durante la época de mayor circulación viral. La inmunización pasiva debe acompañarse además de todas las demás medidas de prevención.
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