Cáncer de colon: 20 argentinos mueren cada día por una enfermedad evitable

Los pólipos o adenomas de colon y recto son de progresión lenta y silenciosa. La realización de exámenes periódicos para detectar y extirpar estas lesiones permite prevenir el desarrollo de esta enfermedad maligna

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De acuerdo a las cifras que maneja el Instituto Nacional del Cáncer, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer colorrectal (CCR) es el segundo cáncer más frecuente en la Argentina, representa el 11,8% del total de casos en ambos sexos, detrás del cáncer de mama (16,8%) y antes del de próstata (9,7%). Según sexo, el CCR es el tercero en incidencia tanto en hombres (luego del cáncer de próstata y de pulmón) como en mujeres (detrás del cáncer de mama y cérvico uterino). Cada año se diagnostican más de 13.000 nuevos casos y mueren más de 7.000 personas.

"El cáncer de colon está situado entre los tres cánceres más importantes del mundo y ocupa el segundo lugar como causa de muerte", indicó en diálogo con Infobae el doctor Luis Viola, médico especialista en gastroenterología, hepatología y videoendoscopía digestiva.

Según el experto, en nuestro país el CCR tiene una mortalidad más alta que los accidentes de tránsito. "Unas 20 personas mueren a diario como consecuencia del cáncer de colon", agregó.

Se trata del tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo -el intestino grueso-que está compuesto por el colon y el recto, y se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y ambientales. En más del 80 al 90% de los casos de CCR se produce primero un pólipo (un crecimiento anormal de las células de la pared interna del intestino grueso) denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años que, si no se detecta y extirpa a tiempo, puede transformarse en un cáncer colorrectal.

Se trata del tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo (iStock)
Se trata del tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo (iStock)

Cuando ya se desarrolló el cáncer, en la fase temprana de la enfermedad, el tumor se localiza en la pared del intestino y si no se detecta y trata a tiempo puede diseminarse hacia ganglios linfáticos u órganos vecinos o a distancia, como el hígado o el pulmón, dando lugar a las llamadas metástasis, constituyendo las fases avanzadas de la enfermedad.

Existen diferentes acciones que se considera que las personas pueden adoptar para prevenir el CCR. Entre ellas se encuentra consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas; disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal; ingerir productos ricos en calcio como los lácteos; realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso; disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco. No obstante, estas recomendaciones son de carácter general.

"Se suele echar la culpa al consumo excesivo de carnes, al salvado, a la fibra y a otros alimentos, aunque lo cierto es que aún no se ha podido determinar la causa a ciencia cierta", señaló el doctor Viola.

¿A qué edad llega y a quiénes?

El 90% de los cánceres colorrectales se producen en personas mayores de 50 años de edad y tiene una incidencia levemente mayor en hombres que en mujeres. Alrededor del 75% de los casos son denominados esporádicos. Esto quiere decir que se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares demostrados de la enfermedad y, por lo tanto, los factores dietéticos y ambientales estarían implicados en su causa. El resto de los cánceres colorrectales (alrededor del 25%) se producen en personas con riesgo adicional debido a algún antecedente personal de adenomas únicos o múltiples, cáncer colorrectal o enfermedad inflamatoria intestinal, y antecedentes familiares de CCR o de adenomas únicos o múltiples.

El cáncer colorrectal (CCR) es el segundo cáncer más frecuente en la Argentina (iStock)
El cáncer colorrectal (CCR) es el segundo cáncer más frecuente en la Argentina (iStock)

"Es por eso que las guías internacionales recomiendan que todas las personas, a partir de la quinta década de la vida, deben hacerse un screening o tamizaje para detectar o descartar esta afección", señaló el doctor Viola que es jefe gastroenterología y hepatología sanatorio Güemes.

"Si bien ahora está habiendo reportes en los que se observa un aumento de casos en personas entre los 45 y 50 años de edad, la gente que no tiene ningún tipo de riesgo que puedan predisponer al desarrollo de esta enfermedad, es importante que se realicen los estudios a partir de los 50", agregó.

Métodos de prevención y detección temprana

Al hablar del la detección de las lesiones malignas de colon y recto, Viola sostuvo que se trata de unos de los cánceres más fáciles de prevenir y, por este motivo, resulta tan importante la difusión de este tipo de mensajes que contribuyan a la toma de conciencia. Esto se debe a que la progresión lenta del adenoma hacia el CCR favorece la realización de exámenes periódicos denominados de pesquisa para detectar y extirpar los pólipos permitiendo prevenir la enfermedad con significativa disminución de la incidencia. Además cuando el CCR es detectado en una fase temprana, las posibilidades de curación son superiores al 90% y los tratamientos son menos invasivos.

A partir de los 50 es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas. Hay muchos métodos. "Los que más se utilizan internacionalmente son la detección de sangre oculta en materia fecal, que antes se hacía con guayaco y ahora se utiliza la prueba inmunoquímica en heces, fundamentalmente porque es un poco más sensible y específica. También están la videocolonoscopía, la rectosigmoidoscopía, la colonoscopía virtual y el colon por enema", enumeró Viola.

Viola sostuvo que se trata de unos de los cánceres más fáciles de prevenir (iStock)
Viola sostuvo que se trata de unos de los cánceres más fáciles de prevenir (iStock)

De acuerdo al experto del Sanatorio Güemes, en la población masiva, para realizar el tamizaje, en la mayoría de los países se suele optar por dos caminos. Uno de ellos es el más económico, que es menos sensible y específico: el de la sangre oculta en heces. Se utiliza para saber si hay presencia de sangre en la materia fecal, no observable a simple vista. Este sangrado puede expresar la presencia de pólipos o el cáncer colorrectal. Si éste estudio diera positivo, es necesario pasar a un segundo método que es el de la colonoscopía. En otros países, como Estados Unidos y la Argentina, se adoptado la conducta de pedir directamente la colonoscopía.

Existe, además, otro método que podría considerarse una opción menos invasiva: la colonoscopía virtual. Sin embargo, de acuerdo al doctor Viola, esta técnica que requiere la misma preparación para el paciente y tiene muchísimo menos riesgo que una videocolonoscopía, es efectivo pero tiene como contra el hecho de detectar pólipos de un tamaño a partir de los 5 milímetros y no detecta lesiones planas o pólipos pequeños. Además, si se llegara a detectar alguna lesión durante el estudio, será necesario recurrir a la colonoscopía como método de respaldo.

Para el experto, la video colonoscopía es un método que puede presentar algunos riesgos, que puede resultar molesto y tiene un costo muy superior al de las otras técnicas, pero si el paciente no presenta ninguna lesión queda liberado por diez años. Esto significa que si un individuo de 50 años bien preparado se somete a una colonoscopía de alta calidad y el especialista llega a ciego sin encontrar ninguna marca sospechosa, deberá realizarse el próximo estudio recién a los 60 años.

¿Cada cuánto realizar los estudios?

El cáncer de colon es muy lento. Es por este motivo que las guías internacionales establecen que si el paciente no tiene antecedes familiares o factores de riesgo y presenta una colonoscopía normal, la próxima revisión se la puede hacer en 10 años.

"A partir de los 50 es importante hacerse un estudio de sangre oculta en heces todos los años, colonoscopía virtual cada 5 y video colonoscopía cada 10 años. Si tenés un familiar de primer grado que han tenido un cáncer antes de los 65 años o si tenés una colitis ulcerosa empezá a los 40, 10 años antes", destacó el experto.

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