Si hay algo que distingue al médico argentino Abel Albino es su pasión arrolladora y genuina por lo que hace y por lo ya hecho -que es mucho- en la férrea batalla contra la desnutrición y la mortalidad infantil en la Argentina. Y si a esto se suma su capacidad precisa y señorial de gran divulgador sobre todo lo que rodea al drama de la desnutrición infantil, el combo es encantador.
Cuando Albino era apenas un joven médico recién recibido, allá por 1973, eligió Chile como lugar para hacer su especialización en pediatría. Allí conoció a quien él mismo define como su maestro y líder, el médico chileno Fernando Mönckeberg y vivenció in situ la eficacia del proyecto de las Cooperadoras de la Nutrición Infantil a href="http://www.conin.org.ar" rel="noopener noreferrer" target="_blank"(CONIN)/a, creadas por Mönckeberg y que atacaban los altos índices de mortalidad infantil que en ese entonces exhibía el país vecino. Albino, inspirado por el modelo CONIN pareció allí encontrar el sentido social a su flamante profesión de médico que tanto lo desvelaba. Decidió fundarlo y emprenderlo en su Mendoza natal y hasta supo agregarle "un toque" personal.
"A mí nadie me contó el boom chileno – enfatizó Abel Albino a Infobae- soy un testigo ocular del fenómeno, y un testigo calificado porque ví nacer CONIN Chile, en el año ´73 de la mano del doctor Mönckeberg. Hace 46 años, en Chile, me encontré con una realidad tremenda: tenían la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) del 130 por mil, la más alta de América Latina; hoy tienen la más baja de América Latina, el 6,8 por mil; menos que los Estados Unidos, que tiene 7″.
Este año 2018 se cumplieron 25 años de la inauguración del primer centro CONIN en la provincia de Mendoza (1993) y hasta hoy se recuperaron 20 mil niños de la desnutrición. A través del único Centro de Recuperación Nutricional (CRN) instalado en Las Heras, Mendoza, que atiende los casos más agudos, y de los otros 110 Centros de Prevención CONIN a lo ancho y a lo largo del país.
En diálogo con Infobae Albino precisó las cifras que recopiló en estos 25 años de trabajo ininterrumpido: "Después de 25 años de trabajo de CONIN logramos recuperar a 20 mil niños de la desnutrición del total país. Los datos organizados son del único Centro de Recuperación Nutricional (CRN) que está en Mendoza, y funciona como sede testigo -los demás son centros de prevención-: allí se logró bajar 12,8 puntos la desnutrición -de 20,5 por cada mil nacidos de 1993 a 7,7 por cada mil nacidos vivos en 2018 – y la TMI de Mendoza actualmente es la más baja de su historia y una de las más bajas del país junto con CABA y Chubut".
En Mendoza se creó un centro de investigaciones médicas para procesar y publicar los datos, cifras y casos que se amplificarán luego en los más de 110 centros CONIN del país y los 9 que tenemos en el extranjero.
"Atendimos en este tiempo a 2327 niños desnutridos graves en el CRN de Mendoza y hemos devuelto a la salud a 2326 niños. Se nos murió un niño, que hemos lamentado tremendamente. Y la probabilidad de defunción la hicimos descender al 0,04%".
Como explicó Albino a Infobae, en un país aún desigual, pobre y emergente como es la Argentina hay diferencias entre el hambre y la desnutrición, no son la misma cosa: "El hambre es un síntoma, y combatirlo es lo más sencillo que hay …tomamos un plato de sopa y se nos va el hambre. La desnutrición es otro cuento, porque es una enfermedad individual y social, y su tratamiento es multidisciplinario. Lo más importante es comprender que se trata de una enfermedad multicausal".
“Nos dimos cuenta hace muchos años que la desnutrición es el resultado final del subdesarrollo”, precisó Abel Albino.
"De nada sirve que alimentemos a un chico si lo devolvemos al ambiente hostil del que proviene…a los 15 días estaremos alimentándolo nuevamente, y eso no sirve. Si queremos quebrar la desnutrición …lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social, que le da origen a la extrema pobreza y su consecuencia más directa que es la desnutrición. La eficacia del método CONIN para la prevención radica en el accionar sobre las causas , ya que actúa más allá de los parches asistenciales que sólo atienden la urgencia".
La madre, clave en el tratamiento
La incorporación de la madre al tratamiento y su capacitación para que fuese nuestro principal agente sanitario, fue la clave del caso argentino. A ésta misma conclusión llegaron los investigadores del equipo dirigido por Marcelo Montorzi de la Universidad de Harvard, al evaluar la recuperación psicomotriz de 75 niños desnutridos graves tratados con el método CONIN en la localidad de Las Heras, Mendoza: "Incorporar a la madre al cuidado cotidiano es una estrategia sinergística que genera una recuperación veloz del grado evolutivo psicomotriz (coeficiente intelectual) , peso y talla de los pacientes-niños".
“Tener a la mama como el principal agente sanitario fue una pegada”, destacó el doctor Albino.
Los beneficiarios directos de los centros de recuperación CONIN son niños de 0 a 5 años de edad y sus madres, como también aquellas madres embarazadas que ingresan aún sin niño.
Background chileno
El caso chileno sirve para inspirarse e incluso mejorarlo: Chile tenía los peores indicadores de la región. Hoy, el propio Mönckeberg fundador de CONIN Chile y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de Chile se enorgullece una y otra vez en contar cómo en su país "la desnutrición es ínfima y ya no es un obstáculo para el desarrollo".
Infografía: Marcelo Regalado
En Chile estudiaban en la universidad el 1,8 % de la población, hoy lo hace el 49%. Exportaban USD 500 millones de dólares USD, hoy exportan USD 120 mil millones de dólares. ¿Qué pasó? ¿Qué hicieron?.
El fenómeno que ocurrió fue recuperar el capital humano, darse cuenta que la principal riqueza de un país es el capital humano. Y si ese capital humano está dañado, el país ningún tiene futuro.
Los "primeros" 25 años de CONIN en Argentina
En los 25 años de labor ininterrumpida del Centro de Recuperación Nutricional (CONIN), en Mendoza, se logró disminuir el porcentaje de personas bajo la línea de pobreza, del 50,5% en el 2002, al 33,5% en el año 2017. En el mismo período, la tasa de mortalidad infantil de la provincia, descendió 4,9 puntos (de 12,6 por mil en el 2002 a las cifras actuales 7,7 por mil).
Un desnutrido grave, si no es atendido por nadie, tiene 8 veces más probabilidades de morir que un niño sano. Si ingresa en un hospital general, al ser inmunodeprimido, hasta un 28% puede fallecer.
En Mendoza, se rescataron en promedio 155 vidas por año, recuperándolas en alrededor de 42 días, a un costo de 30/35 dólares día/cama. Cada una de ellas se recuperó con una inversión de alrededor de U$S 1.200 dólares gracias al aporte de toda la comunidad (actores estatales y privados).
-¿Cómo avizora el tema de la desnutrición infantil en la Argentina hacia los próximos años?
– Mönckeberg lo responde sencillamente, y dice que Argentina como es un país tan rico y con tantos recursos; si nos ponemos de acuerdo y trazamos una política de Estado que nos posibilite 18 años de continuidad, seremos potencia. Y nosotros ya llevamos 2 años trabajando con el Estado, ¡así que nos quedan 18! (risas).
Argentina es un país enormemente grande y rico y peligrosamente vacío y necesitamos gente, y gente de calidad para darles una esperanza al que no la tiene.
Albino cierra una charla a corazón abierto con el fragmento de una poesía estremecedora "Piececitos", de la brillante poetisa chilena y premio Nobel de Literatura (1945) Gabriela Mistral, que vale la pena reproducir:
Piececitos de niño, azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío!
¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves y lodos!
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!
Seguí Leyendo
Un nuevo desafío en la lucha contra la desnutrición infantil
Argentina se encuentra entre los países con índices más elevados de sobrepeso y obesidad