Luego de que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que ante los brotes de sarampión en curso en las Américas, los países deben redoblar esfuerzos para vacunar a sus poblaciones, fortalecer la vigilancia para detectar posibles pacientes y poner en marcha medidas para responder rápidamente ante cualquier caso sospechoso, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una alerta epidemiológica tendiente a evitar la reintroducción del virus del sarampión en la Argentina
La región fue declarada libre de rubéola y del síndrome de rubéola congénita en 2015, y del sarampión en 2016 por un Comité Internacional de Expertos. La eliminación de estas tres enfermedades fue el punto culminante de un esfuerzo de 22 años que incluyó la vacunación masiva contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola en todo el continente. Sin embargo, como el virus del sarampión es sumamente contagioso y sigue en circulación en el resto del mundo, al igual que el virus de la rubéola, la región está en riesgo de que ocurran brotes de estas enfermedades.
La Argentina está libre de circulación endémica autóctona de sarampión desde 2000
"La Argentina está libre de circulación endémica autóctona desde 2000; la alerta que lanzamos apunta a sensibilizar a la población para prevenir la reintroducción del virus, ya que periódicamente se detectan en el país casos en algún turista que regresa de países donde circula el virus, o bien viajeros de otras partes del mundo vienen y se enferman aquí", explicó a Infobae el responsable de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación, Cristian Biscayart.
Y tras asegurar que "la situación más compleja se da en Venezuela, donde el virus no está controlado", el funcionario remarcó que "todos los ciudadanos deben verificar el estado de su vacunación".
En 2017 sólo cuatro países habían notificado casos confirmados de sarampión en la región: Argentina, Canadá, Estados Unidos y Venezuela. Pero los casos en Europa se cuadruplicaron en el mismo período, lo cual incrementa el riesgo de importaciones de casos.
En los primeros meses de 2018 ya son nueve los países que notificaron casos confirmados: Antigua y Barbuda (1 caso), Brasil (14 casos), Canadá (4 casos), Colombia (1 caso), Estados Unidos de América (13 casos), Guatemala (1 caso), México (4 casos), Perú (2 casos) y Venezuela (886 casos en total, 159 en 2018), según la actualización epidemiológica de la OPS.
La enfermedad que se produce por un virus que se transmite de persona a persona a través de las secreciones que se eliminan al hablar, toser o estornudar, o bien por contacto directo con cualquier objeto contaminado con esas mismas secreciones. El virus puede vivir hasta dos horas sobre las superficies contaminadas.
En los primeros meses de 2018 ya son nueve los países que notificaron casos confirmados de sarampión
Los principales síntomas son fiebre alta y erupción en la cara y el cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo. Si bien la mayoría de los casos de sarampión suelen resolverse sin complicaciones, esta enfermedad puede ser muy grave, con consecuencias neurológicas y hasta mortal. Además, uno de cada 10 niños que padezca sarampión será internado por alguna complicación.
La medida de prevención por excelencia es la vacuna. En el país la aplicación de la vacuna triple viral -que también protege de la rubéola y paperas- es obligatoria por Calendario Nacional de Vacunación y se debe dar una a los doce meses y un refuerzo a los seis años.
"La vacuna del sarampión tiene una falla de 10% para la primera dosis y de 5% para la segunda, por lo que existe un porcentaje de la población vacunada que puede no tener inmunidad -enfatizó Biscayart-. El consejo es que todas las personas que viajan al exterior estén correctamente vacunadas; cualquier viaje debe motivar la instancia de chequear las vacunas".
En la misma línea y ante esta situación, la OPS recomendó:
– Vacunar para mantener coberturas homogéneas del 95% con la primera y segunda dosis de la vacuna contra el sarampión, la rubéola y las paperas (SPR), en todos los municipios.
– Fortalecer la vigilancia epidemiológica para detectar casos sospechosos en los servicios de salud públicos y privados.
– Brindar una respuesta rápida al detectar casos importados de sarampión para evitar el restablecimiento de la transmisión endémica del virus, incluyendo la activación de equipos que den seguimiento a los casos y sus contactos.
– Mantener una reserva de vacuna sarampión-rubéola (SR) para acciones de control de casos importados en cada país de la región.
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