No hay dudas de que el alcohol es la droga legal cuyo consumo es el más naturalizado en la sociedad. Junto con el cigarrillo -que de un tiempo a esta parte está más cuestionado- constituyen, según los especialistas, "la puerta de entrada" a otras sustancias.
El uso medicinal de la marihuana y la legalización de su consumo en muchos países llevó a la realización de múltiples estudios sobre sus efectos en la salud, así como de los posibles daños y beneficios de esta droga.
Ahora, nuevas investigaciones sumaron al debate al consumo de alcohol y resaltaron que, cuando se trata de la salud del cerebro, éste es mucho más dañino que la marihuana.
Recientes investigaciones asociaron el consumo abusivo de alcohol con una reducción en el volumen de materia gris
Científicos de la Universidad de Colorado, en Boulder (EEUU), realizaron una revisión de los datos de imágenes existentes que analizaban los efectos del alcohol y la marihuana en el cerebro. Y publicaron los resultados en la revista Addiction.
"Cuando se observan estos estudios que datan de hace años, vemos que una investigación informará que el consumo de marihuana está relacionado con una reducción en el volumen del hipocampo. Luego aparece una siguiente revisión, que asegura que el uso de la marihuana está relacionado con cambios en el cerebelo. El punto es que no hay consistencia en todos estos estudios en términos de las estructuras cerebrales reales", resumió Kent Hutchison, coautor del trabajo.
Con el objetivo de cerrar la brecha en esta inconsistencia, los científicos realizaron un nuevo análisis sobre los datos existentes de imágenes cerebrales. Analizaron cómo el uso de la marihuana afecta la materia blanca y la materia gris en el cerebro, y cómo se comparan sus efectos con otra droga a la que se cuestiona mucho menos: el alcohol.
Cabe aclarar que cualquier reducción en el tamaño de la sustancia blanca o gris o una pérdida en su integridad puede provocar alteraciones en el funcionamiento del cerebro.
El estudio incluyó las imágenes del cerebro de 853 adultos que tenían entre 18 y 55 años y 439 adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años. Todos los participantes variaban en su consumo de alcohol y marihuana.
Todas las drogas son malas y todas, en mayor o en menor medida, a corto o a largo plazo, provocan inconvenientes
Los investigadores descubrieron que el consumo de alcohol, especialmente en adultos que habían estado bebiendo durante muchos años, fue asociado a una reducción en el volumen de materia gris, así como una reducción en la integridad de la sustancia blanca.
Sin embargo, el consumo de marihuana no pareció tener ningún impacto en la estructura de la materia gris o blanca ni en adolescentes ni en adultos.
Con base en estos hallazgos, los investigadores creen que beber alcohol es probable que sea mucho más dañino para la salud cerebral que el consumo de marihuana.
Consultado por Infobae, el médico toxicólogo Carlos Damin coincidió en que "el alcohol puede ser mucho más dañino que la marihuana", aunque estableció un punto que en los estudios citados no aparecía". "La clave es la dosis", aseguró.
"El alcohol produce mucho daño, especialmente en adultos que bebieron mucho durante muchos años", remarcó el presidente de Fundartox y jefe de Toxicología del Hospital Fernández, quien sintetizó: "El alcohol es muy dañino para el sistema nervioso central, produce alteraciones estructurales y neurocognitivas, mientras que si bien la marihuana también puede producirlas, va a depender del tiempo".
Para él, "lo que ocurre es que el alcohol empieza a ser consumido normalmente con un uso responsable, pero en un momento puede volverse abusivo y extenderse a lo largo de muchos años".
En tanto, la médica psiquiatra y experta en adicciones Geraldine Peronace destacó a Infobae que "el sistema nervioso central termina de madurar a los 25 años y todo consumo previo a esa edad influye en el desarrollo madurativo del individuo y tendrá consecuencias sobre el mismo".
El alcohol es muy dañino para el sistema nervioso central, produce alteraciones estructurales y neurocognitivas
"Todas las drogas son malas y todas, en mayor o en menor medida, a corto o a largo plazo, provocan inconvenientes, problemas de salud y numerosos riesgos; esto es algo irrefutable, pero lo más peligroso es que lo que domina la escena actual es el policonsumo", insistió.
Y tras asegurar que "el alcohol es de uso legal prácticamente en todo el mundo y su consumo se relaciona con la muerte de más de 2,5 millones de personas al año a nivel mundial", la especialista enfatizó: "De ese total, 320 mil son jóvenes de entre 15 y 29 años".
Asimismo, destacó "los problemas relacionados con la violencia es otra de las consecuencias directas de su consumo, tanto a nivel individual como familiar y por ende, social".
Sobre la marihuana, antes de ahondar en sus efectos, Peronace aclaró: "Hoy hay una variedad infinita de semillas , y estamos llenos en el mercado de marihuanas sintéticas (manipuladas genéticamente) con diferentes concentraciones de THC (el principio psicoactivo más buscado por quienes la consumen) por lo tanto la sintomatología de las distintas marihuanas va a afectar al individuo de diferente maneras".
"Si se compara a los adolescentes que consumieron marihuana desde muy jóvenes y esto lo prolongamos a lo largo de 30 años, que es lo que suele ocurrir con el alcohol, probablemente el alcohol sea peor pero la marihuana también claramente producirá alteraciones y daño neurológico", insistió Damin.
"La clave está no sólo en el efecto directo de cada sustancia sino en el tiempo, la calidad y la edad de inicio", resumió Damin y especificó: "Va a depender de la cantidad, de la edad de inicio y de la calidad. Son tres variables que determinan mucho el efecto que puede generar. No es lo mismo haber tomado tetra brick desde los 14 años, que haber empezado a tomar whisky importado a los 20, como tampoco lo será haber tenido cuadros de intoxicación desde muy joven a haber tenido un consumo importante de adulto".
La marihuana se fuma y por ende, además del cerebro, su consumo afecta el sistema respiratorio y cardiovascular
Peronace explicó que "a corto plazo, el consumo de alcohol puede provocar la muerte de un individuo o inducir un coma etílico. Esta sustancia afecta varias zonas del cerebro, más precisamente, la corteza cerebral, el cerebelo, el hipotálamo e hipófisis, el bulbo raquídeo y la médula. Como resultado, el cerebro puede volverse incapaz de poner en funcionamiento las áreas que se encargan de la sobrevivencia".
"En el caso de la marihuana -diferenció-, las partes afectadas del cerebro son las neuronas (las células que procesan la información en el cerebro) y los neurotransmisores. Al igual que el tabaco, la marihuana se fuma y por ende, además del cerebro, el consumo de marihuana afecta el sistema respiratorio y cardiovascular".
"La desinhibición que provocan ambas drogas en el individuo pueden llevar a diversos otros riesgos que hacen peligrar la integridad física tanto del consumidor como de quienes rodean", profundizó Peronace, e indicó: "Conducir o mantener relaciones sexuales sin protección son los dos resultados más comunes y negativos que tienen dentro de este punto".
A largo plazo, las consecuencias del consumo de alcohol son otra vez mucho peores que las del consumo de marihuana. "Las del alcohol son bien conocidas por todos, un enorme paquete de condiciones mortales: enfermedades hepáticas, fibrosis de hígado, diversos tipos de cáncer, entre otras, pero además están los más evidentes, que la Organización Mundial de la Salud menciona como muchos de los problemas sociales graves y de desarrollo, como la violencia, el abandono infantil, el abuso y el ausentismo en el lugar de trabajo", desarrolló la especialista.
"En el caso de la marihuana siguen faltando estudios, pero hasta ahora se comprobó que realmente interfiere con las conexiones que se realizan en el cerebro a largo plazo -ahondó-. Al ser fumada, se corren riesgos de contraer enfermedades pulmonares y daño en regiones del sistema respiratorio, las funciones cognitivas se deterioran, afecta la memoria inmediata, la coordinación, el aprendizaje y la capacidad para resolver problemas. En personas con trastornos psicológicos y psiquiátricos, está demostrado que puede generar consecuencias peores, acelerar el desarrollo de esas enfermedades y sus efectos (se la relaciona con cuadros psicóticos, puede agravar depresiones, ataques de pánico, etc.)".
En cifras de Sedronar, el consumo de marihuana se triplicó en jóvenes entre 12 a 17 años en el país
En conclusión, según los expertos, "el alcohol es una droga que afecta el organismo con mayor gravedad que la marihuana, sus efectos a corto y largo plazo implican mayores riesgos tanto para el individuo como para la familia y la sociedad y lamentablemente, es de las más aceptadas a nivel mundial". "No está de más reiterar que pese a ello, ninguna de las dos es saludable, sino todo lo contrario. En gran medida, la falta de estudios científicos acerca de los efectos de la marihuana incide en la conclusión", finalizó Peronace.
Según el informe 2017 de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), el consumo de sustancias ilícitas y abuso de alcohol en la población de entre 12 y 17 años aumentó en el último año. De los niños y adolescentes que consumieron alcohol, uno de cada dos lo hizo de forma abusiva. Esto representa 82.453 niños y adolescentes. Hay 2.299.598 de nuevos consumidores de alcohol en el último año, de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes. En tanto el consumo de marihuana se triplicó en jóvenes entre 12 a 17 años.
SEGUÍ LEYENDO
El cerebro adicto: cómo las drogas anulan las capacidades humanas