El glaucoma es una enfermedad neurodegenerativa, crónica, que provoca aumento de la presión intraocular, causando una disminución progresiva de la visión, que si no se diagnostica y se trata en forma oportuna puede llevar a la ceguera. Esta patología no suele presentar síntomas, por eso es fundamental acudir al oftalmólogo para tener un diagnóstico precoz.
Constituye la primera causa de ceguera no reversible en el mundo y se produce, generalmente, cuando la presión ocular está elevada. Y dado que no suele dar síntomas hasta que el deterioro de la visión está muy avanzado, se vuelve clave realizar un control anual con el oftalmólogo, para controlar la presión ocular, examinar el fondo de ojos y, si estuviera indicado, solicitar estudios complementarios.
Es que si se detecta en etapas tempranas, se puede iniciar un tratamiento adecuado y tomar las medidas necesarias para mantener, lo mejor posible, la visión y calidad de vida del paciente.
Más del 50% de las personas que padecen glaucoma no lo saben
"Si bien todos podemos padecerlo, en el caso de las personas mayores de 40 años las chances se incrementan y se hace más frecuente a medida que más avanza la edad -explicó la médica oftalmóloga María Florencia Cortinez (MN 98.444)-. Asimismo, en aquellos que tienen padres y abuelos con glaucoma el riesgo de padecerlo es más alto, al igual que en los que usan crónicamente corticoides por cualquier vía (ingeridos, inhalados, aplicados en gotas en los ojos), o las personas que sufrieron golpes violentos en los ojos, los miopes fuertes y los pacientes que tienen otras enfermedades oculares como la uveítis".
Sobre cómo se produce el cuadro, la especialista del Hospital Alemán detalló: "Dentro del ojo circula continuamente un líquido transparente llamado humor acuoso. Cuando el drenaje de este líquido se ve obstaculizado, la presión ocular aumenta y esto comprime el nervio óptico, dificultando su nutrición y generando daño".
Y tras destacar que "las causas de la obstrucción al drenaje del humor acuoso son diversas", Cortinez aseguró que "no existe un único tipo de glaucoma. Es por eso que los tratamientos no son siempre iguales. En la mayoría de los casos se comienza con el uso de gotas antiglaucomatosas, que pueden usarse solas o combinadas entre sí. En algunas formas de glaucoma están indicados procedimientos con láser y cirugía. El tratamiento busca enlentecer o detener el daño, pero no logra revertir la pérdida visual ya instalada", puntualizó.
El control anual con el oftalmólogo se vuelve clave para detectar la enfermedad tempranamente y poder implementar un tratamiento eficaz
Debido a que el pronóstico de la enfermedad es negativo en el caso de que no se trate a tiempo, se hace especial énfasis en el control anual con el oftalmólogo para detectarla tempranamente y poder implementar un tratamiento eficaz.
Una campaña nacional busca detectar casos de manera temprana y generar conciencia
El viernes 16 de marzo, en el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, el Consejo Argentino de Oftalmología llevará a cabo su 22° Campaña Nacional de Prevención de Ceguera por Glaucoma, con el fin de detectar alteraciones compatibles con esta enfermedad.
Durante la jornada se medirá la presión intraocular e informará sobre la enfermedad a todas las personas que se acerquen a los hospitales y centros médicos adheridos de todo el país, que ofrecerán atención de manera gratuita.
Los hospitales públicos y centros médicos de la Ciudad de Buenos Aires que participan de la campaña son:
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