Obesidad y sobrepeso, dos ejes de una epidemia social que se instaló en la Argentina

El presidente Mauricio Macri se refirió en la apertura de sesiones ordinarias a las problemáticas que se buscará combatir durante el 2018. El consumo de las bebidas azucaradas, en el centro del debate

La obesidad aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer (Getty)

Durante el inicio del año legislativo, el presidente Mauricio Macri puso en el centro de escena a la salud. Se refirió a la prevalencia de sobrepeso que existe en Argentina con respecto al resto de la región, y se alarmó por los altos niveles de obesidad infantil. Además, destacó que es uno de los países en donde más azúcar se consume en el mundo.

"En Argentina cuatro de cada diez chicos están mal nutridos. Somos el país con mayor obesidad infantil en América Latina", aseguró el mandatario, y agregó: "Somos uno de los cuatro países que más azúcares consumen en el mundo".

Es que la Argentina lidera el porcentaje de obesidad en menores de cinco años en América Latina, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según un análisis realizado por FIC Argentina en colaboración con Unicef Argentina en 2015, se identificó una asociación entre la prevalencia de sobrepeso y la pobreza: los adolescentes de bajo nivel socioeconómico presentan un 31% más de probabilidad de tener sobrepeso.

Es decir que la obesidad y el sobrepeso son hoy una problemática que afecta a los estratos con menos recursos.

Se deben promover políticas para educar a los padres y a los niños sobre una alimentación saludable y una vida no sedentaria (Getty)

Según el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el sobrepeso y la obesidad afectan a todos los grupos de edad en hombres y mujeres, y es un problema de salud pública en todos los países de las Américas.

De acuerdo a los datos dados a conocer en el informe, en Argentina, el 30,1% de las mujeres sufre obesidad contra el 26,7% de los hombres.

El impacto de la epidemia es alarmante. Además de riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, la obesidad infantil genera casos de bullying y dificultades para insertarse socialmente, entre otras problemáticas.

"El tejido adiposo que se acumula en la zona del abdomen es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial y varios tipos de cáncer", afirmó en diálogo con Infobae el médico cardiólogo Hernán Provera, coordinador de prevención cardiovascular de INEBA.

Argentina, el país donde más bebidas azucaradas se consumen en el mundo (Getty)

El sobrepeso y la obesidad constituyen el sexto factor principal de riesgo de muerte en el mundo y cada año fallecen cerca de 3,4 millones de adultos como consecuencia de las mismas. Y puede prevenirse, a trevés de la transformación del ambiente obesogénico, promoviendo el consumo de alimentos nutritivos y el aumento de la actividad física.

"El sobrepeso y la obesidad son producto de estilos de vida poco saludables que combinan una mala alimentación con poca actividad física", agregó el experto de INEBA.

Otro factor alarmante es el de las bebidas azucaradas. Como había detallado en una entrevista con Infobae el ministro de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein, "la Argentina es el país que más bebidas azucaradas per cápita consume en el mundo. Es un país donde aumentó la epidemia de obesidad más de 40% en los últimos siete u ocho años, y donde existe la mayor frecuencia de obesidad en los menores de cinco años".

Los nutricionistas aseguran que dar lecciones sobre nociones básicas de alimentos ayudará a los más pequeños a comer de forma más saludable

Para luchar contra esta problemática, el Ministerio buscará implementar una serie de medidas, como impuestos y demás políticas fiscales que desalienten el consumo de bebidas azucaradas para que se sustituyan con agua segura, además de políticas que tienen que ver con el etiquetado de los alimentos, el etiquetado frontal, las advertencias sanitarias de aquellos alimentos que no son saludables porque son altos en azúcares o grasas.

Por otro lado, se buscará promover entornos escolares saludables. Y no se trata solo del kiosco saludable, sino de que en los alrededores de los colegios haya oferta de frutas, y que además se eduque a los padres. También habrá restricciones a las políticas de marketing y publicidad en los horarios en que los chicos ven televisión, o en las redes sociales.

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