La cantidad de dispositivos que hoy pueden conectarse a diferentes áreas industriales y de servicios abrieron una enorme cantidad de posibilidades para lograr más eficiencia y calidad de servicios.
Se estima que en los próximos cinco años habrá 25 mil millones de objetos comunicados entre sí, según reveló el estudio Technology Landscape 2020 realizado por la corporación multinacional Citrix Systems.
Y la salud no está exenta de estas posibilidades.
En esta materia, además de abrirse alternativas a partir de los dispositivos conocidos, como smartphones o tablets, se genera por ejemplo el desarrollo de sensores para emitir diferentes tipos de información sanitaria, variables de los pacientes en tratamiento, seguimiento de la efectividad de medicamentos e infinidad de otras opciones.
La nanotecnología y todo su abanico de posibilidades cambiará en los próximos años la relación médico-paciente
Aunque la tecnología realmente disruptiva que podría cambiar la concepción de cómo se vive la industria de la salud será la nanotecnología y todo su abanico de posibilidades, que sumadas a la internet industrial, cambiarán en los próximos años los conceptos de cómo gestionar la relación médico-paciente, así como el mejoramiento de la calidad de vida del enfermo, las técnicas de diagnóstico y tratamiento, nuevas maneras de hacer prevención sanitaria y mayor eficiencia en el gasto de salud.
"Creo que aún no somos conscientes del verdadero alcance que esta tecnología puede ofrecer. Con la implementación de la tecnología en el área de salud, se podrán resolver trámites y hacer la vida más fácil cuando tengamos que interactuar con el sistema de salud, consideró Alejandro Bianchi, presidente de Liveware IS, una empresa de ingeniería de software.
Para él, "esto no apunta a eliminar la relación médico-paciente, sino a hacer las cosas más simples". Por ejemplo, contar con una historia clínica personal accesible desde cualquier dispositivo, obtener informes de laboratorio desde el smartphone, poder hacer consultas a través de videoconferencia con el médico de cabecera en cualquier lugar, son algunas de las facilidades que cuando estén disponibles se adoptarían de inmediato.
En salud, la prevención es un área crítica para anticipar y trazar planes que prevengan enfermedades y anticipen problemas sanitarios. En este sentido la información es crítica y big data viene a ayudar a explorar esa información y ofrecer modelos predictivos y prescriptivos que permitan proyectar en consecuencia.
Los avances son constantes a nivel global y en pocos años se podrá monitorear en forma remota a un paciente
Big data o macrodatos es un término que hace referencia a una cantidad de datos tal que supera la capacidad del software convencional para capturarlos, administrarlos y procesarlos en un tiempo razonable.
Pero los macrodatos no pueden dar las soluciones por sí solos; son necesarias políticas de Estado que incluyan el ámbito privado para que se den las condiciones para que esta tecnología sea útil en todos los estratos de la sociedad.
Actualmente existen diversos sensores para, por ejemplo, poder hacer algunos análisis de variables clínicas como hepatograma, glucemia y otras. Estos sensores están embebidos en dispositivos móviles. Los avances son constantes a nivel global y en pocos años se podrá monitorear en forma remota a un paciente. Por ejemplo, aquellos sometidos a trasplantes y que deban ser controlados de manera ambulatoria, a partir de un conjunto de sensores que estarán emitiendo información hacia un centro de salud que estará alerta ante cualquier alteración que requiera atención urgente.
Los beneficios con el uso de la tecnología se observarán en una mejor calidad de atención, mayor dedicación al paciente, menor burocracia del papeleo, mejoramiento de la gestión del gasto médico y mayor integración para compartir información que redunde en mejores tratamientos. Desde el punto de vista del paciente habrá una mejora en la calidad de atención y menos estrés, ya que dispondrá de diferentes maneras de interactuar con el sistema y con su médico. Como todo proceso de transformación digital, requiere trabajo multidisciplinario (primero y principal con el profesional médico) y cambio de cultura.
El médico dispondrá de variadas maneras de interactuar con sus pacientes, recibiendo información desde diferentes fuentes, fundamentalmente de la historia clínica personal de cada paciente. Él podrá definir cuándo es necesaria una consulta personal o simplemente hacer una revisión a través de una videoconferencia. Dispondrá de los resultados de diferentes estudios casi al instante a través de internet y aplicaciones en la nube. Las posibilidades de interconsulta virtuales acelerarán los diagnósticos complejos. Aunque, tal como remarcaron los especialistas, será relevante mantener la relación de confianza entre el profesional y su paciente.
Las posibilidades de interconsulta virtual acelerarán los diagnósticos complejos
Bianchi aseguró que "la tecnología debe ayudar a que la vida de un enfermo sea cada vez más sencilla con foco fuerte en la persona y comprensión de su situación; si no ayuda a lograr esto último, se habrá fracasado en su objetivo primario".
Por último, habrá que considerar los aspectos legales y normativos que, junto con la seguridad de la información, deberán ser revisados para lograr esta transformación.
LEA MÁS:
De la sala de espera al móvil: cada vez más personas eligen apps de salud para resolver urgencias
Telemedicina, o cómo la tecnología logró cambiar la atención médica en la Argentina