El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos y sus principales síntomas son de tipo gripal. Se transmite por la picadura de un mosquito hembra llamado Aedes aegypti -los adultos son negros y con rayas blancas -. En ocasiones, esta enfermedad evoluciona hasta convertirse en un cuadro grave, el cual puede llegar a ser mortal, de allí la importancia de tomar los recaudos necesarios para no contraer esta afección.
La OMS afirma que casi la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedad
La enfermedad, que se encuentra activa en 128 países, pone en riesgo de contagio a la mitad de la población del mundo. No existe tratamiento específico, pero la detección oportuna y consciente, sumada al acceso a la asistencia médica adecuada, disminuye las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
Según la Organización Mundial de la Salud, en las últimas décadas ha aumentado la incidencia de dengue alrededor del mundo y de acuerdo a una estimación reciente, se producen 390 millones de transmisiones cada año, de las cuales 96 millones se manifiestan clínicamente.
Se conocen cuatro serotipos del virus: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida contra esa cepa en particular
Desde la OMS aseguran que hasta la semana epidemiológica 11 de 2017, la región de las Américas había notificado 50.172 casos, una cifra inferior a la registrada en el mismo período en años anteriores. Sin embargo, en la Región del Pacífico Occidental se han notificado brotes en varios Estados miembro, y la circulación de los serotipos DENV-1 y DENV-2.
Las principales señales a las que hay que prestar atención según el Ministerio de Salud de la Nación son: fiebre alta, dolor detrás de los ojos, dolor muscular generalizado y de las articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio, sangrado de nariz y encías y erupción en la piel. Por eso, ante la presencia de estos síntomas, lo más importante es no automedicarse y acudir al centro de salud más cercano.
El Aedes aegypti se cría en agua limpia y de color. Cuando se deja un recipiente que acumula agua quieta, las hembras colocan sus huevos allí.
Es imprescindible, entonces,evitar la acumulación de agua en superficies artificiales como comederos de mascotas, autos en desuso, piletas con poca agua, latas, botellas, tambores, bebederos, tanques de agua mal tapados, canaletas, desagües, floreros, porta macetas, neumáticos, regaderas y tachos es fundamental para evitar la propagación del virus.
Adolfo Rubinstein, ministro de Salud de la Nación dijo a Infobae que en el país ya se hizo todo lo que se tiene que hacer para asegurar que estén los reactivos, los equipamientos, los móviles, los insecticidas, los insumos necesarios para poder ejecutar e implementar las estrategias en caso de producirse un brote.
"Hemos trabajado durante todo el año con las provincias, desde el descacharramiento hasta todas las estrategias de concientización de la población, ya que esto no solamente depende de nosotros, depende de que lleguemos a sensibilizar a la gente y creo que eso lo estamos logrando", aseguró.
En la Argentina, las regiones en donde hay una mayor presencia son las provincias del Noroeste, el Noreste, el Litoral y desde el Centro hasta el sur de Buenos Aires. "Las acciones de prevención requieren de múltiples esfuerzos", precisó en diálogo con Infobae Marcelo Abril, director ejecutivo de la Fundación Mundo Sano.
"En Tartagal, Salta, Mundo Sano lleva adelante un programa de prevención del que participan el Municipio y el Hospital local. Entonces, las acciones de descacharrado y de diagnóstico se realizan articuladamente", agregó.
Por otro lado, Nicolás Schweigmann, investigador independiente del CONICET y profesor adjunto en la FCEN-UBA se refirió al tema y explicó a Infobae que "Si uno ve un Aedes aegypti adulto, debe hacer una 'búsqueda del tesoro' en la manzana para encontrar el criadero, porque estará dentro de un radio de 45 metros. Hay que eliminar los huevos y larvas".
El virus del dengue en cifras
Un grupo de científicos e investigadores liderado por el prestigioso profesor de la Universidad de Oxford Simon Hay realizó en 2013 un estudio en el cual se llegó a la conclusión de que existen casi 400 millones de personas infectadas de dengue en el planeta y cerca de 96 millones alcanzan un nivel clínico o subclínico por año.
El médico infectólogo Tomás Orduna explicó a Infobae que de ese total 100 millones no expresan un cuadro clínico, por lo que saber si uno padeció esta enfermedad solo es posible a través de un análisis de sangre y asegura que esto se replica en otras patologías virales como mononucleosis o hepatitis debido a que una vez adquirido el virus el cuerpo genera anticuerpos que la infección se limita y posteriormente se elimina.
"Argentina está cumpliendo 20 años desde que comenzó esta epidemia. Fue en la transición del verano del 97 al 98 en la zona del noroeste, más precisamente en el Chaco salteño cuando comenzó con diferentes intensidades a circular en distintas zonas del territorio", asegura Orduna.
"Durante el 2009 hubo 26 mil casos y en el 2016 78 mil aproximadamente, en el medio hubo un descenso y solo 500 personas se vieron afectadas. Esto es lo que llamamos genio epidémico, ya que no sabemos porque se dio de esa forma. Los mosquitos están y son los mismos, por eso no hay razones expliquen eso", agregó el especialista.
Prevención a través de vacunas
A pesar de que muchas de las medidas preventivas como el uso de repelentes sean efectivas, las tan esperadas vacunas ya llegaron a la Argentina. Sin embargo, se encuentran en una etapa de evaluación a la espera de poder ser utilizadas. La misma es producida por el laboratorio Sanofi Pasteur y protege contra los cuatro tipos de dengue.
Orduna explicó que tiene autorización en 20 países pero en Argentina aún no pudo ser implementada, ya está en una etapa de evaluación. "La OMS evalúa que debería ser aplicada en zonas donde hayan habido casos porque funciona mejor en personas que ya tuvieron y a los que no les apacigua los síntomas".
"El promedio de eficacia es del 65%. Disminuye los síntomas entre un 40% y 45% en quienes nunca tuvieron dengue y de un 80% a un 85% a los que ya adquirieron el virus en algún momento", aseguró.
Dengue, zika y chikungunya
Los tres virus presentan una sintomatología similar y eso puede prestarse a la confusión (dolores musculares, de cabeza y articulares). Sin embargo, sus signos clínicos varían y eso ayuda a poder detectar cuál virosis es la que se encuentra presente en el organismo.
– Dengue: presenta fiebre alta y dolores musculares muy fuertes. Se debe prestar atención a los signos de "alerta" como el sangrado. La transmisión se produce cuando un mosquito pica a una persona que está infectada y luego a una persona sana pero la enfermedad no se contagia de persona a persona. En casos graves y extremos puede causar la muerte.
-Chikungunya: quien padece este virus tiene fiebre más alta que aquellos que tienen dengue. Los dolores en las articulaciones son más intensos ya que afecta manos, pies, rodilla y, espalda.
– Zika: la mayoría de los pacientes tienen erupciones en la piel y conjuntivitis. Además se ha demostrado que puede afectar al sistema nervioso y puede llegar a ocasionar el Síndrome de Guillán.-Barré, meningoencefalitis y malformaciones congénitas.
4 datos para tener en cuenta
– Las temperaturas altas favorecen la proliferación de este virus y evitar la presencia de mosquitos es clave para su prevención
– Es importante destruir huevos y larvas
– Utilizar repelentes y consultar ante los primeros síntomas
– Las embarazadas necesitan cuidados especiales para evitar problemas durante el periodo de gestación
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