Todo lo que hay que saber para disfrutar del sol sin daños colaterales

La exposición solar excesiva conlleva graves consecuencias para la piel. A largo plazo, pueden aparecer manchas, arrugas, enfermedades dermatológicas y hasta cáncer. Cómo saber cuál es el mejor protector para cada tipo de piel

A la hora de decidir qué fotoprotector usar es importante conocer el tipo de piel (Getty Images)

El fin de semana largo fue el lanzamiento oficial de la temporada de sol. Los días se prestan para almorzar al aire libre, hacer un alto en una plaza y descansar en medio de la jornada y, quienes gustan de tomar sol, ya comienzan sus "sesiones" de asoleo.

Pero disfrutar del aire libre no tiene que ser sinónimo de piel roja y ardores. Con la información suficiente y el asesoramiento médico indicado es posible evitar daños futuros.

"Debemos saber que la exposición solar excesiva lleva con el tiempo a daños agudos como crónicos: el sol mancha, genera arrugas, puede desencadenar o exacerbar enfermedades dermatológicas (herpes, rosácea, melasma, lupus, entre otros) y además desarrollar cáncer. De ahí la importancia de efectuar una buena fotoprotección". Así lo resumió la médica dermatóloga Cristina Pascutto, asesora científica de Pierre Fabre Dermo-cosmétique.

Además de pensar en una buena fotoprotección se debe tener en cuenta la vestimenta, que incluirá sombrero, anteojos y prendas de colores claros

Los fotoprotectores tópicos quizá constituyen la primera línea de medidas de prevención, y estos deben ser de amplio espectro cubriendo las bandas UVB-UVA. "La eficacia dependerá de los activos escogidos; para ello se combinan filtros químicos, pantallas minerales o físicas y orgánicas. A algunos, para aumentar la defensa, se le adicionan antioxidantes como vitamina E o su precursor como pretocoferil", explicó la especialista, quien detalló que "existen diferentes índices de protección que serán indicados según el fototipo o las condiciones de exposición; existen además diferentes presentaciones cosméticas para adecuarlos a pieles seborreicas o secas".

Sombreros, lentes con filtro solar y ropa clara, tres aliados para el cuidado de la piel (Getty Images)

"Además de pensar en una buena fotoprotección, se debe tener en cuenta la vestimenta, donde incluiremos un buen sombrero, anteojos, prendas de colores claros pero de trama cerrada y los horarios de exposición", agregó Pascutto, para quien "es importante recordar que el bronceado no es sinónimo de salud cutánea sino una respuesta natural de defensa de la piel ante la agresión del sol, que genera el aumento de un pigmento llamado melanina sintetizado por los melanocitos a través de la acción de los rayos UVB y UVA". Este pigmento permite absorber parte de dicha radiación ultravioleta pero generalmente resulta insuficiente, por lo tanto nunca se debe prescindir de la utilización del fotoprotector ya que a pesar de estar bronceada, las radiaciones UV generan un impacto dañino sobre la piel no protegida.

La utilización del fotoprotector no implica un 100% de protección ya que en general no se coloca la cantidad adecuada, no se repite cada dos horas como debería y se barre con las horas y la transpiración, por lo que la piel responderá a través del bronceado.

A la hora de comprar un fotoprotector es importante conocer nuestro tipo de piel; no somos todos iguales ante el sol, todo depende del fototipo

"A la hora de comprar un fotoprotector es importante en primer lugar conocer nuestro tipo de piel; no somos todos iguales ante el sol, todo depende de nuestro fototipo –especificó la especialista–. Éste viene definido por el color de la piel, color de los cabellos, la tendencia a las quemaduras solares y la aptitud al bronceado. Estas particularidades están genéticamente programadas".

Y tras diferenciar que "existen pieles muy blancas que enrojecen y nunca broncean, otras blancas que enrojecen pero broncean ligeramente, pieles mate que enrojecen pero toman un bronceado dorado y aquellas más oscuras que el bronceado es desde el inicio de la exposición", la especialista sintetizó: "Una vez que conocemos nuestro fototipo ya podemos elegir la protección mejor adaptada a nuestra sensibilidad natural al sol. El mercado nos ofrece gran cantidad de productos que nos brindan eficacia y seguridad, protectores de amplio espectro UVA-UVB, a muchos de los cuales se le asocian sustancias antioxidantes que previenen los daños inducidos por los radicales libres, por otro lado formulaciones para piel secas, seborreicas, acneicas con excelente cosmeticidad. Es importante elegir aquellos de marcas reconocidas".

Además de la fotoprotección, la piel necesita ser cuidada desde el punto de vista de la hidratación, ya que se sabe que el sol seca la piel dejándola áspera y deslucida, por lo que no debe olvidarse este aspecto.

Los lunares que aparecen o cambian de tamaño, forma o color deben ser vistos por un especialista (iStock)

La ANMAT estableció en febrero de 2012 una nueva disposición técnica sobre protectores solares en el Mercosur, teniendo como objetivo asegurar la eficacia de los protectores solares, garantizar un elevado nivel de protección de la salud pública y establecer criterios de rotulado simples y comprensibles para orientar al consumidor a elegir el producto adecuado según la clasificación del grado de protección solar (Factor de Protección Solar o FPS), los métodos analíticos para la determinación del FPS y de la protección a la radiación UVA, para la resistencia al agua y los requisitos de rotulado para productos de protección solar se tomaron como referentes los métodos seguidos por la FDA de Estados Unidos y COLIPA de Europa.

Algunas recomendaciones finales

– No exponerse al sol entre la 11 y las 16
– Mantenerse en la sombra, evitando superficies reflectoras
– Utilizar fotoprotectores de amplio espectro (UVA-UVB) y de alto factor de protección (FPS), no menor de 20
– Utilizar el mismo factor de protección en todo el cuerpo, no olvidar cuello, escote, dorso de manos y pies
– Aplicarlo media hora antes de la exposición en forma abundante
– Reaplicarlo cada dos horas y después de salir del agua
– Utilizar ropa adecuada (colores claros y de trama cerrada)
– Utilizar sombrero (ala de más de 7 centímetros)
– Utilizar anteojos con filtro solar
– No utilizar cosméticos
– Minimizar exposición de niños

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