Pueden surgir en cualquier parte del cuerpo dónde se haya presentado el problema. Y hasta estos últimos años dejaban su huella "para toda la vida".
Las cicatrices son reparaciones de la piel que pueden formarse por razones diferentes: aparecer como consecuencia de infecciones, cirugías, lesiones o inflamación del tejido.
Las cicatrices se producen por algún tipo de herida en el cuerpo que terminan lesionando la piel. Pero aproximadamente tras una semana de producida la herida, ésta empieza a contraerse.
"En el caso de las más profundas la contracción tarda de 5 a 15 días luego de producida. Si esa contracción continúa por demasiado tiempo, puede producir desfiguración. La finalidad de la contracción es disminuir el tamaño de la herida. Una herida grande puede reducir su tamaño entre 40 y 80% por ciento", explicó a Infobae la doctora Adriana Raimondi, médica dermatóloga de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Según explica la especialista, en su apariencia, las heridas pueden ser planas, abultadas, hundidas o coloreadas. Pueden doler o picar durante algunos meses.
"El aspecto final estético de una cicatriz depende de diversas variables como tipo de piel y el color. No es lo mismo una piel blanca que una más morena. Por lo general, tienen mejor pronóstico las pieles que pertenecen a un fototipo que va del I al III, es decir, las más claras", apuntó Raimondi y aclaró: "hay que considerar también la localización de la lesión en el cuerpo o de la cara. También cuenta la dirección de la herida, el tiempo que haya tardado en caer la costra y como se haya ocasionado la lesión".
También, según la especialista, en personas adultas con la piel más envejecida es más difícil de eliminar que en jóvenes, en donde la piel se regenera más rápidamente. Además, si el paciente cuenta con los nutrientes adecuados que otorgan una buena dieta, la piel tiende a recuperarse más rápido que una persona con una alimentación deficiente.
El procedimiento dermatológico específico para reducir o eliminar una cicatriz en todos los casos será determinado por el médico. "Otro aspecto importante – destaca Raimodi- es no generar falsas expectativas a la hora de prometer resultados dado que los tratamientos están dirigidos a mejorar su apariencia y no a eliminarlas".
Los procedimientos estéticos para eliminarlas tienen gran alcance, pero hay que analizar la severidad de la cicatriz. En algunas ocasiones, las cicatrices necesitan de paciencia ya que para desaparecer requieren de varios procedimientos.
"Entre los tratamientos más utilizados sobresalen el pixel de radiofrecuencia, el láser CO2 y los peelings. Estos últimos, en los casos más leves o en pacientes que no pueden o no desean someterse a otros procedimientos", analizó Raimondi y aclaró: "Es importante destacar que los láseres deben ser empleados por médicos especialmente entrenados. El uso incorrecto puede dejar cicatrices, hipo o hiperpigmentación".
Según la experta, el pixel de radiofrecuencia permite en pocas y rápidas sesiones disminuir las cicatrices leves. Su aplicación también es eficaz en rejuvenecimiento ya que genera nuevo colágeno y reduce las arrugas finas. Por este motivo, luego del tratamiento la superficie de la piel se vuelve más suave, mejora la calidad y la textura de la piel.
Por tratarse de un método relativamente suave, se recomiendan entre 3 y 5 sesiones, que deben realizarse cada tres semanas.
"Otra forma de disimular marquitas leves, generalmente las producidas por acné, es a través del peeling, que consiste en la aplicación de diferentes sustancias para exfoliar las capas más extensas. La piel se regenera, se suavizan arrugas y difuminan manchas", indicó la especialista, que es miembro de la Academia Americana de Dermatología.
El procedimiento se realiza con distintos ácidos. Puede hacerse con ácido salicílico, glicólico, retinoico o tricloracético. En la mayoría de los casos, se necesitan varias aplicaciones para corregir las marcas en forma paulatina.
El número de sesiones varía según cantidad e importancia de las correcciones que se deban realizar en cada caso.
"El tratamiento se efectúa con intervalos de una a tres semanas. Luego del procedimiento se debe evitar la exposición al sol, sobre todo durante la primera semana. Es necesario realizar una buena hidratación para reponer el manto protector hidrolipídico y colocar protección solar alta, mínimo 50+. Así se evitará el daño de la piel por acción de los rayos ultravioletas", concluyó Raimondi.
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