El zika es una enfermedad que puede generar diversos tipos de males tanto en el paciente como, en el caso de las embarazadas, al bebé por nacer. Por ejemplo, aunque hasta el momento no está certificado, se asoció al virus con malformaciones congénitas.
La infección congénita de la patología provocada por el mosquito Aedes aegypti (el mismo que transmite chikunguña y dengue) constituye un factor de riesgo tanto para la salud de las embarazadas como para el feto.
Ante este panorama y con la creciente expansión del agente patógeno, los especialistas trabajan arduamente en el desarrollo de la vacuna para combatir la epidemia que se contrae por mosquitos y por transmisión sexual, sin que ello signifique algún otro tipo de riesgo para la condición.
En esta línea, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) realizó un estudio en el que logró evidenciar que dos tipos de vacunas contra esta infección son capaces de proteger "de forma importante" a los fetos cuando se inmuniza a la madre antes de que comience la gestación.
"Hay varias vacunas que se están probando en ensayos con seres humanos ahora mismo, pero hasta la fecha, ninguna de ellas ha mostrado que proteja durante el embarazo. Probamos dos vacunas distintas, y ambas proporcionaron una protección sustancial", dijo Michael Diamond, uno de los autores del análisis publicado en la revista Cell.
Para arribar a estas conclusiones los científicos utilizaron un modelo animal, en ratonas con un embarazo de solo seis días, a las que le administraron los dos tipos de dosis: en la primera más del 50% de las placentas y los fetos no tenían ningún rastro de material genético del zika, mientras que la segunda los resultados fueron mejores, ya que para la placenta el número ascendió al 73% y para los fetos hasta el 83%.
Una de las vacunas, basada en la genética de dos proteínas del virus, ya se está probando en hombres y en mujeres que no están embarazadas. La otra es una forma viva, pero debilitada, del zika que se está probando en animales. Esta última fue la más efectiva, pero ambas mostraron condiciones para proteger del virus a los bebés de los roedores.
Los expertos comentaron que el zika puede ser devastador para los fetos, al causar problemas en el desarrollo del cerebro, incluyendo una cabeza con un tamaño anómalamente pequeño. Además puede restringir el crecimiento de los bebés en el útero o desencadenar un aborto espontáneo.
Por esto es importante el hallazgo. Una vacuna administrada antes del embarazo puede proteger a los fetos de los efectos dañinos del virus trasmitido por mosquitos. "En general, la mayoría de los médicos no quiere vacunar durante el embarazo por la remota posibilidad de que la respuesta inmunitaria en sí pudiera dañar al feto", comentó Diamond.
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