El más sufrido del planeta

Un estudio ubica al productor lechero argentino como el que soportó la peor suba de costos en todo el mundo entre 2019 y 2024. Todavía se están pagando las consecuencias

Guardar
Los años previos a 2024
Los años previos a 2024 han sido particularmente duros para la producción de leche en la Argentina (Revista Chacra)

De acuerdo con el Observatorio de la Cadena Láctea, los productores lecheros de todo el mundo han sentido la presión de costos de producción cada vez más elevados. En promedio para la Argentina, Australia, California, China, Irlanda, Nueva Zelanda, los Países Bajos y el Alto Medio Oeste estadounidense, el gasto ha aumentado alrededor de 0,06 USD/litro entre 2019 y 2024, es decir un 14%.

Por cierto, las erogaciones en términos de alimentación han sido los principales culpables de los aumentos de costos registrados, aunque este último año la situación se ha aliviado gracias a la mejora del rendimiento granario y al buen clima. Los precios de los fertilizantes también disminuyeron (mayor oferta), así como las tasas de interés a medida que comienza el ciclo de flexibilización de la política monetaria.

Nueva Zelanda y Australia han competido codo a codo durante los últimos seis años para mantener el título de productor de menor costo entre las ocho regiones evaluadas. Los gastos totales promedio de cinco años para ambos países se ubican en 0,37 USD/litro, en comparación con los 0,48 USD/litro para las otras regiones. China sigue siendo el país productor con los costos más altos, pero se ha vuelto más competitivo en los últimos tres años.

Los costos se salieron de
Los costos se salieron de control para el tambo argentino a partir de 2019 (OCLA)

La comparación de los costos de producción en moneda local muestra que los productores de leche en China, Estados Unidos y los Países Bajos experimentaron aumentos de costos del 10% al 17% en 2024 en comparación con 2019. A pesar de tener algunos de los costos más bajos en una comparación en dólares estadounidenses, los productores australianos y neozelandeses toleraron aumentos de alrededor del 25% en 2024 en comparación con 2019.

El trabajo de Rabobank ubica al productor argentino como el que ha experimentado la mayor presión de costos, con aumentos de más del 40% entre 2019 y 2024. Los agroempresarios se han visto afectados por la inflación y un mercado interno más débil (además de problemas relacionados con el clima), lo que ha dañado la rentabilidad en tiempos recientes. Cabría agregar el desmedido intervencionismo estatal, desde luego.

Sin embargo, hay cierto optimismo de cara a lo que pueda ofrecer el año en curso, ya que la inflación galopante se ha moderado y hay señales de una mayor inversión tanto a nivel de productor como de procesador.

Australia pelea codo a codo
Australia pelea codo a codo con Nueva Zelanda el cetro de los productores de leche con menores costos (Revista Chacra)

China y California son las únicas regiones que lograron costos de alimentación en 2024 que fueron inferiores al promedio de cinco años. En cuanto a los productores lecheros de los Países Bajos, han estado lidiando con los costos ambientales de la eliminación del estiércol, que aumentaron un 300% en un período de dos años hasta 2024.

Las categorías de costos clave han variado para cada región. En cuanto a los gastos de alimentación, los productores en regiones con acceso casi permanente al pastoreo tienden a beneficiarse de menores costos de producción debido al menor volumen de concentrado (incluidos Nueva Zelanda, Irlanda y los Países Bajos). Por el contrario, los sistemas de producción lechera de EE. UU. y China tienden a tener costos de producción más altos, impulsados en gran medida por un mayor volumen de concentrado requerido para sus sistemas confinados.

Los costos de alimentación representan al menos el 48% de los gastos totales para los productores de California, el Alto Medio Oeste de Estados Unidos, China, Australia y Argentina. En el caso de nuestro país, los impuestos a la exportación de soja y maíz han dado como resultado precios locales que están por debajo del valor de los granos que se experimentan en otros lugares.

California es un gran productor
California es un gran productor de leche dentro del territorio de Estados Unidos, con costos relativamente más altos (Revista Chacra)

Hay que decir que en 2024, los precios de los granos a nivel mundial se movieron en una dirección más asequible debido a los excelentes rendimientos, las condiciones climáticas favorables y las crecientes reservas globales.

Por su parte, los costos de mano de obra tienden a ser la segunda o la tercera categoría de gastos más grande para los productores lecheros. Influyen tanto el precio de la mano de obra como la disponibilidad de trabajadores. Es particularmente cierto en Australia, donde los costos de la mano de obra empleada se han duplicado en una década y aumentaron más del 50% desde 2020/21.

Por último, la presión de las tasas de interés se ha sentido más a lo largo del tiempo en los productores de Nueva Zelanda, Australia y Argentina. Los dos últimos tienen costos de tasas de interés altos como proporción de los costos totales. La política monetaria ha cambiado de rumbo una vez más, y las tasas de interés más bajas a corto plazo serán favorables para las reducciones generales de costos en la temporada en curso.

Probablemente viene un escenario más
Probablemente viene un escenario más volátil e inestable para la producción de leche a nivel global (Revista Chacra)

¿Cómo sigue? El sector lácteo ha experimentado una volatilidad significativa de precios y costos durante la última década. Es justo decir que eso no cambiará en el futuro. Rabobank advierte que el entorno geopolítico se está volviendo más inestable, lo que da lugar al riesgo de escenarios inflacionarios más altos, un crecimiento económico más débil, variabilidad climática y una posible disminución del comercio internacional. Se requerirá una gestión continua de la estructura de costos, en relación con la producción de leche, para mantener la resiliencia económica de los productores lecheros en un entorno operativo comercial potencialmente turbulento.