
Las frutillas y los mamones tienen los días contados en la heladera, pero un grupo de científicos chaqueños encontró la manera de prolongar su vida útil sin refrigeración. A partir de un innovador proceso de deshidratación, investigadores del INTA lograron transformar estas frutas en concentrados en polvo, ricos en compuestos bioactivos y listos para ser utilizados en una amplia variedad de productos.
El desarrollo responde a una tendencia creciente: los consumidores buscan alimentos sabrosos, nutritivos y naturales. En este contexto, el equipo de investigación encontró la manera de conservar los beneficios antioxidantes de la frutilla y el mamón, reduciendo su humedad a solo un 2 %.
Este proceso no solo facilita el almacenamiento y el transporte, sino que también amplía las posibilidades de uso de estas frutas en la industria alimentaria.

Nutrición concentrada en un polvo
“El objetivo es aprovechar al máximo el potencial nutricional de estas frutas sin depender de sistemas de refrigeración costosos”, explica Eda Avico, investigadora del INTA Chaco. Al convertirlas en polvo, los compuestos antioxidantes y otros elementos beneficiosos se conservan intactos, permitiendo su incorporación en distintos productos.
La versatilidad de estos concentrados abre un abanico de posibilidades para la industria gastronómica. Desde batidos y helados hasta panificados, estos ingredientes pueden enriquecer distintos alimentos con todo el sabor y las propiedades saludables de la fruta fresca. Además, su facilidad de transporte y almacenamiento los convierte en una alternativa ideal para pequeñas producciones artesanales y la industria a gran escala.
El proceso de obtención de estos concentrados implica la selección de frutas en su punto óptimo de maduración, seguido de una deshidratación controlada que mantiene sus propiedades nutricionales sin necesidad de conservantes artificiales. De esta manera, se logra un producto de alta calidad, con un intenso sabor frutal y una concentración de nutrientes beneficiosos para la salud.
Tecnología al servicio de la producción regional
Más allá de sus beneficios nutricionales, esta innovación representa una gran oportunidad para los productores de la región. La transformación de frutas perecederas en polvos de alta calidad no solo reduce el desperdicio, sino que también agrega valor a la producción local, potenciando el desarrollo tecnológico del sector agroalimentario. Para los productores, significa la posibilidad de comercializar sus frutas en formatos más duraderos y con mayor rentabilidad.
Esta iniciativa busca fortalecer la economía regional y fomentar la innovación en la industria alimentaria. Con una solución práctica y eficiente, los investigadores demuestran que el futuro de la conservación de alimentos puede ser tan simple como un pequeño sobre de polvo frutal, cargado de sabor y nutrientes listos para su consumo. En un mercado que demanda cada vez más alimentos saludables y naturales, estos concentrados representan una alternativa prometedora.
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