Se veía venir y finalmente sucedió. Hace rato que los tamberos brasileños vienen presionando a su gobierno para frenar en la medida de lo posible las importaciones de lácteos desde la Argentina y Uruguay. La última semana la Secretaría de Comercio Exterior (Secex) de Brasil anunció que pondría en marcha una investigación respecto de la existencia de dumping en las exportaciones de leche en polvo desde sus socios del Mercosur. Habla de daños a su industria como consecuencia de esta práctica.
Brasil es por mucho el principal destino de las ventas de lácteos argentinos fronteras afuera. Para la leche en polvo en el periodo enero-octubre de este año se registró una participación de este país del 57,1% y de Argelia del 31,9%, los dos clientes excluyentes de nuestros lácteos.
Los datos disponibles indican que en el acumulado del período analizado, nuestras exportaciones a todo destino aumentaron un 10,2% en volumen, subieron los ingresos en dólares un 4,2% y los litros equivalentes superaron al período enero-octubre de 2023 en un 10,3% El 39% de los lácteos exportados corresponde a leche en polvo, el 33% a quesos y el resto a dulce de leche, manteca, aceite butírico, suero, etc.
En litros de leche equivalentes (enero-octubre 2024), las exportaciones argentinas representaron el 25,3% de la producción total. El precio medio de exportación por tonelada fue de USD 3.661 para el periodo indicado, lo que implicó una caída del 5,4% respecto de 2023. En el caso particular del rubro Leches en Polvo, el precio promedio fue de USD 3.554/t, un 5,1% por debajo del año anterior. Todos son datos aportados por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA).
A partir de estadísticas del vecino país, hay que decir que hasta noviembre de este año Brasil había importado el equivalente a 1.400 millones de litros, principalmente de los países del Mercosur. De ese total, 760 millones de litros provinieron de Argentina, 566 millones de Uruguay y 97 millones de Paraguay.
Volviendo a la acusación brasileña, el periodo de análisis del posible daño corre entre enero de 2021 y diciembre de 2023. La sospecha que se ha instalado es que los dos países del Río de la Plata venden en Brasil por debajo del precio de ambos mercados internos, de modo de ganar espacio en las góndolas verdeamarillas y dejar fuera de juego a la producción local, según indica el documento confeccionado por la Secex.
Todos coinciden en que la poderosa Confederación Nacional de Agricultura de Brasil (CNA) empujó la investigación con la perseverancia e intensidad que caracteriza a sus dirigentes. Es conocida la capacidad de esta gremial para imponer la opinión del sector cuando siente que los productores están siendo perjudicados, más allá de que seguramente este no es el caso.
La Secex apoya su planteo en los Términos del Artículo VI del Acuerdo General de Tarifas y Comercio del GATT. Dice tener elementos suficientes que indican la práctica de dumping en las exportaciones de Argentina y Uruguay hacia Brasil. Las partes interesadas tendrán la oportunidad de presentar los elementos de prueba que consideren pertinentes, y Las audiencias serán solicitadas en un plazo de cinco meses desde la fecha de inicio de la investigación. Las manifestaciones realizadas en este sentido deberán contener de modo formal un sumario ejecutivo de los argumentos utilizados.
La dependencia del gobierno de Brasil ligada al comercio exterior dice asimismo que la información referida a los precios de exportación se tomó en base al detalle de las importaciones realizadas por el país. En el caso argentino, se arriba a la conclusión de “que descontados los gastos de exportación dan margen de dumping, dentro de una magnitud similar a la comprobada en el caso de Uruguay”.
Agrega –y es seguramente el tema que motiva esta investigación más que ningún otro- que “la participación en el mercado brasileño de los orígenes investigados creció en el periodo analizado a niveles históricos”. Se acompaña además una evaluación de los otros países proveedores de leche y del daño que se entiende se ha hecho a la producción local por parte de uruguayos y argentinos. “Es posible pensar que de no existir este escenario de dumping, los precios que obtiene la industria domestica podrían haber sido más elevados”, argumenta la Secex.
Este conflicto genera tensiones dentro del Mercosur justo después de llegar a un entendimiento con la Unión Europea para establecer un área de libre comercio. El punto es que tanto Argentina como Uruguay rechazaron la investigación, argumentando que no cuenta con bases sólidas y que los productos cuyos precios se han objetado no son directamente comparables con la leche fresca producida en Brasil.
El trámite puede durar de 10 a 18 meses. Lo que preocupa es que en caso de que el reclamo brasileño sea convalidado, este país podría aplicar derechos antidumping definitivos que restringirían las importaciones desde Argentina y Uruguay, es decir, una sobretasa que saque de la cancha a estos productos, o al menos les dificulte seriamente el negocio. Estamos hablando de un impacto negativo sobre el intercambio comercial entre estos países, lo cual podría obligar a la Argentina a buscar otros destinos para compensar la merma que pueda darse en Brasil, tarea nada sencilla por cierto.