El último relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), con un avance del 30% en la cosecha, estimó un rinde promedio ponderado del trigo en secano de 22,5 quintales por hectárea, lo que representa un 12% menos que el promedio histórico de la provincia. Los rendimientos reportados varían significativamente – indica el informe- desde 31,8 quintales por hectárea (qq/ha) en Marcos Juárez hasta 10 qq/ha en el departamento Capital.
En las zonas donde se esperan menores rendimientos, como en los departamentos de la región centro, el relevamiento destaca que las lluvias de octubre llegaron tarde, cuando el cultivo ya atravesaba su período crítico, lo que resultó ser la principal causa de la merma observada. Explican que, además, las altas temperaturas generaron estrés en las plantas, afectando negativamente el llenado de los granos.
En contraposición, con un promedio ponderado provincial de 54,5 qq/ha, los rindes bajo riego superarían un récord histórico.
El informe advierte que “los valores son provisorios y fueron estimados a partir de datos brindados por colaboradores DIA”.
En cuanto a la sanidad del cultivo, el reporte de la BCBA subraya que se vio afectada durante todo el ciclo principalmente por arañuela negra (Petrobia latens) en incidencia media. Hacia el final del ciclo se reportaron casos de roya amarilla del trigo (Puccinia striiformis f. sp. tritici) también con incidencia media, favorecida por la humedad ambiental que dejaron las lluvias.
A la fecha del relevamiento, el 50% de la superficie triguera se encontraba en el estado fenológico de cariopse duro, listo para ser cosechado.
En cuanto al estado general del cultivo, solo un 5% de la superficie fue calificado como excelente, principalmente en lotes bajo riego. Aunque las precipitaciones de noviembre fueron favorables, se observó un aumento en la proporción de superficie en estado regular y malo en comparación con el relevamiento anterior.