El ajo argentino se abre camino en México: simplificación y futuro exportador

El ajo fresco argentino ha dado un paso decisivo hacia su consolidación en el mercado internacional gracias a un acuerdo entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de México. Este convenio elimina requisitos complejos como la fumigación con bromuro de metilo o fosfuro de aluminio y la certificación del antibrotante Hidrazida Maleica, lo que simplifica el proceso y reduce significativamente los costos para los productores nacionales.

Este avance, que busca fortalecer la competitividad del ajo argentino en el mercado mexicano, es una oportunidad para que el país consolide su posición como exportador clave. Según el Senasa, estas modificaciones “agilizan los trámites y mejoran la posición del sector productivo-exportador frente a otros proveedores internacionales”.

En el primer semestre de 2023, Argentina exportó 85.000 toneladas de ajo fresco, siendo Brasil el principal destino, seguido por Estados Unidos y Taiwán. Aunque las exportaciones a México representaron un volumen menor, este mercado tiene el potencial de crecer con las nuevas condiciones.

A nivel global, la producción de ajo alcanzó aproximadamente 30,83 millones de toneladas en 2023, con China dominando ampliamente con más del 70% del total. Otros grandes productores incluyen India y Bangladesh. Argentina, aunque modesta en comparación, ocupa el puesto 14 a nivel mundial con una producción anual cercana a las 149.000 toneladas.

El país se destaca por la calidad de su producción, concentrada en un 95% en la región de Cuyo, con Mendoza y San Juan como líderes. Además, alrededor del 70% del ajo argentino se destina a la exportación en fresco, lo que subraya su relevancia en los mercados internacionales.

“Cómé ajo que hace bien”, es el slogan por excelencia de cualquier abuela. Y los numeros mundiales demuestran que algunos países les hicieron caso; otros, se portaron mal. El consumo de ajo varía significativamente a nivel mundial, con Asia liderando tanto en producción como en consumo. China, el principal productor, también es el mayor consumidor, utilizando el ajo como ingrediente esencial en su gastronomía y medicina tradicional. India sigue esta tendencia, con un consumo elevado debido a su presencia en la cocina diaria.

En Argentina, el consumo per cápita anual de ajo es de aproximadamente 0,6 kg por habitante,principalmente en fresco y, en menor medida, en productos procesados como deshidratados, conservas, aceites y esencias. Este nivel de consumo es moderado en comparación con otros países, pero el ajo sigue siendo un componente importante en la dieta argentina.

El acuerdo con México no solo abre nuevas puertas para el ajo argentino, sino que también refuerza la importancia de seguir mejorando los estándares de calidad y eficiencia en su producción. En un contexto global donde la competitividad es clave, medidas como estas permiten a los productores nacionales enfocarse en innovaciones y sostenibilidad, aspectos fundamentales para enfrentar los desafíos del mercado.

Con un pie firme en mercados exigentes como el mexicano, el ajo argentino sigue demostrando que puede competir y destacar entre los mejores del mundo. Este nuevo marco comercial es un paso más hacia un futuro exportador sólido, reafirmando a la Argentina como un actor clave en el comercio internacional de alimentos.