Las exportaciones agrícolas superarían los US$ 30.560 millones en 2024/25

La campaña 2024/25 enfrenta tanto desafíos productivos como económicos, en un contexto internacional signado por una cosecha récord en Brasil y altos niveles de producción en Estados Unidos, lo que presiona los precios internacionales de la soja y el maíz a mínimos históricos.

Así lo indica un informe elaborado por Sebastián Gariboldi y Ramiro Costa de la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), que puntualiza que, en términos de superficie, el área sembrada de soja aumentaría en 1,3 millones de hectáreas, alcanzando una superficie total de18,6 millones de hectáreas (MHa); en tanto que el maíz perdería 1,6 MHa (lo que representa una merma de 20%), influido por los daños de la campaña anterior tras la chicharrita.

En cuanto a las condiciones climáticas, el informe detalla que, aunque el ciclo 2024/25 comenzó bajo la influencia de La Niña, las lluvias registradas al inicio de la siembra mejoraron el panorama inicial, y “generaron una buena condición para los cultivos ya implantados” y están favoreciendo las labores de siembra en las áreas restantes.

Bajo este escenario, la BCBA proyecta una producción total de 128,9 millones de toneladas (Mtn) para la campaña 2024/25, un 2% por encima del ciclo anterior, pero un 8% por debajo del récord de 140 Mtn logrado en el ciclo 2018/19. “Desde entonces, la producción se ha mantenido en un rango entre 126 Mtn y 131 Mtn, exceptuando la campaña 2022/23 marcada por la sequía, donde la producción se ubicó en 83,6 Mtn” explica el estudio elaborado por los especialistas Sebastián Gariboldi y Ramiro Costa.

En ese contexto, la soja ganaría protagonismo con un incremento del área sembrada que pasaría de 17,3 MHa a 18,6 MHa, capitalizando la caída del maíz, que perdería alrededor de 1,6 MHa (-20%) tras los daños causados por la chicharrita en la campaña anterior, indica el estudio de la BCBA. Sin embargo, “las limitaciones en la inversión tecnológica, derivadas de los bajos precios internacionales y la persistente carga impositiva, restringirían el alcance de los rindes potenciales”, agregan.

Como resultado de los diversos factores analizados por la BCBA, se espera que la producción de soja pase de 50,2 Mtn a 50,8 Mtn, lejos del récord de 60,8 Mtn alcanzado en la campaña 2014/15.

En el caso del girasol y el sorgo, registrarían importantes incrementos en su producción respecto al ciclo anterior, con subas estimadas del 14% y 10%, respectivamente.

“Desde una perspectiva económica -analiza el informe- el sector agrícola generaría US$ 30.568 millones en exportaciones en la campaña 2024/25, apenas US$ 292 millones más que el ciclo previo”. Del total proyectado para la campaña 2023/24, aún restarían exportarse USD 7.782 millones.

En cuanto a los cultivos de fina, trigo y cebada, generarían en conjunto aproximadamente US$ 3.590 millones en el ciclo 2024/25, marcando un incremento de US$ 440 millones respecto a la campaña anterior. La cosecha de trigo muestra un avance del 38,7%, con un adelanto interanual de 2,7 %, mientras que la cebada registra un progreso del 4,7%.

“Aunque en el último año se implementaron algunas políticas y reformas con impactos positivos, la continuidad de impuestos como los derechos de exportación sigue siendo un desafío para la competitividad del sector, limitando su capacidad de crecimiento”, subraya el estudio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Al analizar las cantidades vendidas al exterior, ajustadas a precios constantes de 2015, se observa que el nivel de las exportaciones se encuentra estancado, mientras que los incrementos recientes responden principalmente a variaciones en los precios internacionales.

En términos de recaudación fiscal a través de derechos de exportación, se proyecta que el sector agrícola generaría US$ 7.370 millones durante el ciclo 2024/25, lo que representa un incremento del 2% en comparación con el ciclo previo.

En tanto, para el ciclo 2023/24, aún en desarrollo, la BCBA prevé una recaudación total de US$ 7.200 millones, de los cuales ya se han pagado cerca de US$ 5.000 millones.