Un fruto que pisa fuerte: la uva argentina en su mejor momento

Producción en alza y exportaciones récord marcan el 2024 como un año clave para la vitivinicultura argentina

Guardar
Las exportaciones de mosto concentrado también mostraron una tendencia al alza, sumando 66.554 toneladas en el periodo enero-octubre de 2024 (Foto: Shutterstock)
Las exportaciones de mosto concentrado también mostraron una tendencia al alza, sumando 66.554 toneladas en el periodo enero-octubre de 2024 (Foto: Shutterstock)

La uva, ese pequeño aliado que desde hace siglos acompaña las mesas y culturas de todo el mundo, vivió en Argentina un 2024 de grandes logros: la producción aumentó y las exportaciones crecieron significativamente. Desde el vino hasta el mosto y las pasas, la uva argentina sigue consolidando su presencia en los mercados internacionales. Pero, ¿qué variedades se cosecharon más y cuáles fueron sus destinos?

Con 19,18 millones de quintales cosechados, la producción aumentó un 31,9% respecto al año pasado, según datos oficiales. Este crecimiento estuvo liderado por las variedades tintas (50,8%), seguidas por las rosadas (30,7%) y las blancas (18,5%). Aunque la cifra es inferior al promedio de la última década, marca una recuperación significativa. El Malbec, emblema del país, se destacó como la variedad más cultivada, representando el 21% del total. Le siguieron la Cereza (17,5%), ideal para mostos y vinos jóvenes, y la Bonarda (9,2%), que sigue ganando adeptos en los mercados internacionales.

Con 19,18 millones de quintales cosechados, la producción aumentó un 31,9% respecto al año pasado, según datos oficiales 
REUTERS/Valdrin Xhemaj
Con 19,18 millones de quintales cosechados, la producción aumentó un 31,9% respecto al año pasado, según datos oficiales REUTERS/Valdrin Xhemaj

Más allá del vino: el poder de la diversificación

Aunque el vino ocupa un lugar central en la industria, la uva tiene otros destinos importantes. En 2024, el 98% de la producción se destinó a bodegas y fábricas de mosto, mientras que el 2% restante se usó para pasas y uvas en fresco. Aquí es donde el mosto concentrado brilla: con un aumento del 112,5% en volumen exportado alcanzando 66.554 toneladas en los primeros diez meses del año. Este producto, clave para la elaboración de jugos y bebidas, ha demostrado su potencial en los mercados internacionales

El vino, por su parte, mantuvo su protagonismo, con 173 millones de litros exportados, un 5,3% más que en el mismo período de 2023. De este total, el 76% correspondió a vinos fraccionados y el 24% a vinos a granel. Este desempeño destaca la capacidad de diversificación de la industria vitivinícola nacional, que equilibra la tradición con un crecimiento constante en mercados globales.Las exportaciones de mosto alcanzaron 66.554 toneladas en los primeros diez meses del año, consolidando a Argentina como un actor importante en este segmento. A esto se suman los 173 millones de litros de vino exportados, un crecimiento del 5,3% respecto al mismo período de 2023.

Tintas, blancas y rosadas: ¿qué las hace únicas?

Aunque todas las uvas nacen de la misma especie, la Vitis vinifera, las diferencias entre tintas, blancas y rosadas son significativas. Las tintas, como el Malbec y la Bonarda, destacan por sus pieles gruesas, que les otorgan colores intensos y sabores profundos. Estas variedades requieren cuidados específicos en el viñedo, como la regulación de la exposición al sol para mantener su equilibrio entre color y taninos.

Por su parte, las uvas blancas, como la Chardonnay o la Torrontés, ofrecen pieles más delicadas y son sensibles al calor excesivo. Por eso, su cultivo prioriza climas frescos o técnicas que protejan la acidez natural del fruto. En el caso de las rosadas, su versatilidad es clave. Variedades como la Cereza combinan características de ambos extremos, adaptándose bien tanto para vinos ligeros como para la producción de mostos.

Argentina en el mapa global de la uva

Con Italia, Francia y España liderando la producción mundial, Argentina sigue consolidando su lugar en la escena internacional. Su capacidad para diversificar los usos de la uva, desde vinos premium hasta productos como el mosto, le permite competir en mercados exigentes.

Este crecimiento, reflejado en las exportaciones y en la recuperación de la producción local, no solo fortalece la economía, sino que reafirma el rol de la vitivinicultura como un sector clave para el desarrollo agroindustrial del país. Con un panorama alentador, el desafío será mantener este ritmo, diversificando aún más los mercados y garantizando la calidad que distingue a la uva argentina en el mundo.

Guardar