Sainfoin: el forraje que transforma la producción en zonas semiáridas

Con alta adaptabilidad y un rendimiento superior al de cultivos tradicionales, la leguminosa destaca como la alternativa sostenible para enfrentar climas extremos

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Con alta adaptabilidad y un
Con alta adaptabilidad y un rendimiento superior al de cultivos tradicionales, el sainfoin destaca como la alternativa sostenible para enfrentar climas extremos

En los campos del sur de Buenos Aires, una leguminosa sobresale como respuesta a los desafíos que imponen la sequía y el frío. Se trata del sainfoin o esparceta (Onobrychis viciifolia Scop), una planta perenne que, gracias a su capacidad de adaptación y alto rendimiento, está generando interés entre los productores en busca de opciones más sostenibles y rentables.

Un forraje que se impone ante el clima

Las adversidades de los ambientes semiáridos no intimidan a esta especie, que ha demostrado una productividad notable en estudios realizados por el INTA Hilario Ascasubi. Durante cinco años de evaluación, el sainfoin alcanzó rendimientos de entre 3 y 15 toneladas de forraje por hectárea, según la disponibilidad de humedad, resultados que igualan o incluso superan a los obtenidos con la Vicia villosa, una referencia tradicional en zonas áridas.

Su ventaja no es solo su resistencia, sino también la calidad constante de su forraje. Con un contenido de proteína bruta que varía entre el 16 % y el 25 % y una digestibilidad cercana al 70 % en etapas tempranas, el sainfoin supera a la alfalfa en un aspecto crucial: mantiene sus propiedades nutricionales en etapas reproductivas avanzadas y en invierno. Esto ofrece mayor flexibilidad en el manejo y una ventana más amplia para su aprovechamiento.

Con excelente potencial productivo, el
Con excelente potencial productivo, el sainfoin superó a la alfalfa en acumulación primaveral de forraje y persistencia estival en el sur de Buenos Aires.

Austral INTA, la nueva estrella forrajera

El desarrollo del INTA no se detuvo en identificar las ventajas del sainfoin; fue más allá con la creación de Austral INTA, la primera variedad nacional registrada en el catálogo del INASE. Según Juan Pablo Renzi Pugni, especialista en mejoramiento genético, este cultivar no solo soporta condiciones extremas con mayor eficiencia que las variedades extranjeras, sino que también ofrece características únicas: alta palatabilidad, excelente sanidad y la ausencia de empaste en bovinos gracias a su contenido de taninos.

“El sainfoin es ideal para pastoreo o heno, tiene un gran valor nutricional y es capaz de fijar nitrógeno atmosférico, lo que mejora la calidad del suelo. Además, su capacidad melífera y sus propiedades sanitarias, como la reducción de parásitos intestinales y de emisiones de gases de efecto invernadero, lo convierten en una opción integral para la producción sostenible”, señaló Renzi.

Un impacto más allá del forraje

Los beneficios del sainfoin no se limitan a su uso directo en los animales. Como leguminosa, su capacidad para enriquecer el suelo con nitrógeno y mejorar su estructura incrementa la estabilidad de los sistemas agrícolas. Además, su diversidad de aminoácidos esenciales complementa a las gramíneas, fortaleciendo los sistemas de producción mixtos.

El futuro del sainfoin en Argentina

El programa de mejoramiento del INTA Hilario Ascasubi continúa desarrollando líneas experimentales adaptadas a diferentes necesidades productivas. Por un lado, se trabaja en variedades para pastizales áridos; por otro, en cultivares con alta capacidad de rebrote y mayor competitividad, ideales para mezclas con otras especies en ambientes más fértiles.

La investigación también avanza en colaboración con el INTA Bordenave y C. Naredo, donde se evalúan el rendimiento, la calidad y el aprovechamiento del sainfoin en el sudoeste bonaerense.

Con su resistencia al clima, su impacto positivo en el suelo y su calidad forrajera, el sainfoin se posiciona como una herramienta clave para los sistemas agrícolas en zonas desafiantes. Para los productores, representa la oportunidad de combinar productividad y sostenibilidad, un desafío que este cultivo está más que listo para enfrentar.

Fuente: Inta

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