Los precios del ganado destinado a faena superaron la semana pasada los umbrales registrados en julio y agosto, si bien la mejora en términos reales es insignificante, a pesar de que en los últimos 30 días se registraron avances que duplican la inflación. En buen romance, el valor de la hacienda sigue retrasado.
Sin embargo, no todo es tan negativo como parece. El Rosgan habla de perspectivas alentadoras para el negocio ganadero, ya que visualiza un buen momento tanto para la compra como para la retención de hacienda. La entidad pone de relieve que el precio del ternero de invernada, a moneda constante, continúa situándose por debajo de los valores promedio de los últimos 10 años. Si bien mediante el Índice Rosgan se aprecia una mejora real en los últimos meses, está en juego la habitual estacionalidad de la oferta, sin llegar a reflejar aún la menor disponibilidad estructural de cabezas registrada este año como consecuencia de la seca pasada.
Obsérvese que a pesar de una caída en el stock de más de 800 mil terneros en 2024, el valor de la invernada permanece unos 18 puntos porcentuales por debajo de los niveles marcados un año atrás y más de un 30% debajo de los máximos registrados en marzo de 2022, con un ternero que, a valores de hoy, se acercaba a los $4.000 el kilo.
A pesar del ligero repunte registrado la semana pasada, el valor del novillito gordo en lo que va del mes se ubica en moneda constante un 18% por debajo del promedio de un año atrás a igual fecha, y se paga 13% menos respecto del promedio de los últimos 10 años.
Es cierto, la relación de precios entre la invernada y el gordo en torno a 1,35 resulta un 10% más cara en comparación con el año pasado. A pesar de eso, la oferta forrajera actual más la escasez de terneros, es lo que alienta la demanda de reposición. Respecto del resto de los protagonistas de la cría, el valor de una vaquillona preñada, a moneda de hoy, se sitúa unos 19 puntos por debajo. Algo similar sucede con la vaca flaca, que cae en términos reales más de 25 puntos por debajo de lo pagado un año atrás.
Por cierto, desde el punto de vista del criador, hoy reponer un vientre joven mediante el refugo de vacas, implicaría destinar 2 vacas flacas por cada vaquillona preñada, relación que en los últimos 10 años ha marcado un promedio de 2,3. La cuenta también cierra si se analiza el repago de esa inversión en vientres. Considerando la foto actual, el valor de una vaquillona preñada se paga hoy con menos de dos terneros, algo que un año atrás costaba un 12% más.
Estos números se combinan con las expectativas del negocio para intentar proyectar valores futuros. Según el Rosgan, es allí donde radica el incentivo, tanto a la compra como a la retención de hacienda. El año pasado por la seca se perdieron más de 800 mil terneros. Si bien este año las pariciones vienen bien y de continuar con el buen clima se proyecta un buen porcentaje de destetes, sin dudas la caída de más de 700 mil vacas en el stock influirá y mucho en la recuperación del número de terneros logrados.
A su vez, este año la faena de hembras continuó siendo elevada por lo cual, más allá de la mejora que pueda lograrse en la preñez, la cantidad de vientres en servicios seguirá limitando la extracción de terneros del próximo año, siendo este un factor alcista para los precios de esta categoría al menos por los próximos dos ciclos.
Con este escenario, una suba del precio del ternero, más tarde o más temprano, termina derramando hacia la cría en una apreciación tanto de los vientres como de los reproductores, según opina el Rosgan. Entonces, con un clima que hasta ahora parece favorecer la producción a cielo abierto, es momento de reponer vientres y retener los terneros por más tiempo en los campos.
Por otra parte, si bien el precio del gordo aun no favorece demasiado el engorde intensivo, la demanda de novillos pesados y el consecuente achicamiento de la brecha contra el macho más liviano, constituye otro factor de incentivo para la invernada pastoril. Todo ello de cara a una oferta futura de ganado que se proyecta escasa para una demanda muy sólida, especialmente del lado de la exportación.