Protección de los viñedos sanjuaninos: estrategias para controlar la amenaza de la Lobesia Botrana

Con técnicas innovadoras y controles estrictos, los productores de uva en San Juan se preparan para mantener a raya esta peligrosa plaga

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Con técnicas innovadoras y controles
Con técnicas innovadoras y controles estrictos, los productores de uva en San Juan se preparan para mantener a raya la Lobesia Botrana

La región de San Juan se ha consolidado como una de las zonas vitivinícolas más importantes de Argentina, y mantener a salvo sus viñedos de amenazas externas es crucial. Una de las principales preocupaciones en esta época es la Lobesia botrana, una pequeña polilla conocida por dañar los cultivos de uva en varias partes del mundo.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lanzó una alerta para intensificar las medidas de control en el Valle de Tulum. La recomendación de aplicar tratamientos específicos contra esta plaga estará vigente hasta el 22 de noviembre.

Control con precisión: el programa nacional de prevención y erradicación

Mejor prevenir que curar: frase de cabecera en cualquier producción agraria. El Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana (PNPyE Lb) implementado por Senasa establece estrategias de control para minimizar el riesgo de una infestación y proteger la producción vitivinícola. Este programa incluye la aplicación de productos fitosanitarios autorizados para el control del segundo vuelo de la plaga y la Técnica de Confusión Sexual (TCS), una de las innovaciones más efectivas y sostenibles en el control de plagas agrícolas.

La TCS utiliza difusores de feromonas que se colocan estratégicamente en los viñedos. Estos dispositivos emiten sustancias químicas que confunden a los machos de la Lobesia botrana, impidiéndoles encontrar a las hembras y, en consecuencia, reduciendo la reproducción de la plaga. Aunque se trate de una medida de control indirecta, la confusión sexual resulta ser una herramienta eficaz para reducir las poblaciones de la plaga sin causar daños a los cultivos ni afectar el medio ambiente. Asimismo, quienes implementen esta técnica también tienen que realizar las aplicaciones para el control de la polilla.

Senasa lanzó una alerta para
Senasa lanzó una alerta para intensificar las medidas de control en el Valle de Tulum. La recomendación de aplicar tratamientos específicos contra esta plaga estará vigente hasta el 22 de noviembre. EFE/Cézaro de Luca

Aplicación de productos fitosanitarios: una acción puntual y decisiva

Para un control adecuado, es fundamental que los productores de uva sigan de manera estricta las indicaciones de Senasa en cuanto a tiempos y métodos de aplicación de productos fitosanitarios. En el caso de los cultivos en estado de baya verde, es vital realizar la aplicación durante el periodo de alerta, hasta el 22 de noviembre, en el Valle de Tulum. Por su parte, en los distritos de Sarmiento y 25 de Mayo, el periodo recomendado es del 18 de noviembre al 6 de diciembre.

La puntualidad y precisión en la aplicación de los productos es clave para evitar la aparición de larvas en las bayas de la vid. Las uvas en este estado son susceptibles a las larvas de la polilla, que se alimentan del fruto y pueden abrir la puerta a infecciones secundarias que afectarían la calidad del producto final.

Documentación y fiscalización: una política de prevención responsable

Como parte del esfuerzo para garantizar el cumplimiento de las medidas de control, Senasa exige que los productores conserven los envases de los productos utilizados, las facturas de compra o el acta de entrega, y un cuaderno de campo. Estos documentos serán verificados durante las inspecciones, y las sanciones serán aplicadas a quienes no cumplan con las regulaciones o no respeten los periodos de aplicación.

Amenaza mundial

Es importante destacar que el impacto de la Lobesia botrana no se limita únicamente a los viñedos argentinos; la plaga también ha afectado seriamente otras regiones vitivinícolas del mundo, incluyendo áreas extensas de Europa y Chile. En estos lugares, los daños causados han generado pérdidas significativas en términos de calidad y cantidad de la uva, lo que influye tanto en el valor comercial como en la sostenibilidad de los cultivos a largo plazo.

A nivel mundial, se han implementado medidas para mitigar su avance mediante técnicas de control biológico y métodos integrados que combinan prácticas químicas con el uso de enemigos naturales, como depredadores y parasitoides específicos. Estos enfoques han demostrado ser eficaces en reducir la dependencia de químicos sintéticos, al tiempo que ayudan a conservar el equilibrio natural de los ecosistemas agrícolas

En Argentina, donde el sector vitivinícola es un pilar económico y cultural, proteger los viñedos de la amenaza de la Lobesia botrana se convierte en una prioridad. La continuidad de un esfuerzo de control constante y eficaz no solo asegura la calidad de la producción local, sino que también reafirma el compromiso del país en mantener la sanidad y excelencia de sus vinos en los mercados internacionales.

Fuente: Senasa

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