Los tandilenses esperan recuperar el récord de ser los elaboradores del salame más largo del mundo con Denominación de Origen. La presentación se realizará en el marco de un festival organizado por el Municipio de Tandil y el clúster porcino, cuyo objetivo es visibilizar el trabajo que hay detrás de un alimento tan especial y elegido por los argentinos.
Para elaborar el “mega salame” se utilizaron cientos de kilos de carne fresca y participaron más de 50 personas en cada etapa desde su embutido, estacionamiento, traslado y degustación durante el festival.
En 2023, Tandil elaboró un embutido de 310,69 metros, transformándose en el más largo del mundo. Sin embargo, en octubre de este año, una fábrica de chacinados de San Andrés de Giles se quedó con el récord, al presentar un salame de 356,66 metros. Este fin de semana, los tandilenses van por la revancha, y buscarán recuperar el título de campeones.
Salame con Denominación de Origen
En 2011, luego de obtener la primera Denominación de Origen (D.O.) del país para un alimento agroindustrial y después de más de una década de estudios, el Consejo del Salame de Tandil fue el creador e impulsor del desafío de crear el salame más largo del mundo.
El primer salame de estas magnitudes fue presentado en 2014 por las familias productoras que conforman el Consejo de la Denominación de Origen (DOT) y midió 16,1 metros. Año a año, esa cifra se fue superando y otras regiones productoras del país se fueron sumando al desafío.
El salame de Tandil está elaborado integralmente con ingredientes locales, y se basa en una receta tradicional, que exige un cuidado estacionamiento. En ese contexto, la D.O. tiene el objetivo de preservar un valor cultural, dado que es un producto que trasciende a nuestras empresas elaboradoras y se ha transformado en un símbolo de la ciudad. Los organizadores del festival aseguran que es un modo de honrar a todos los que trabajaron en el sector desde hace más de 100 años, contribuir a que la tradición siga viva, y a que sea sinónimo de calidad en el mundo.
La obtención de la Denominación de Origen protege al producto de falsificaciones y crea un protocolo de elaboración con sello de calidad para un producto genuino y reconocido de un punto geográfico. En el caso del salame de Tandil, su particularidad tiene que ver, en parte, con clima de la zona-húmedo y frío, pero no helado-, las pasturas para la alimentación del ganado, la calidad de los porcinos y los bovinos, y los saberes artesanales de productores que se han transmitido por generaciones.
El salame tandilense se elabora en base a una receta que utiliza carnes magras porcinas y vacuna, a la que se le agrega el tocino de cerdo, que son condimentados con sal, pimienta y ajo macerado en vino tinto, entre otros ingredientes.
Un aspecto importante es que el protocolo de elaboración “protege” a la mezcla original del picado grueso cortado a cuchillo o en pequeñas maquinas picadoras, embutido en una tripa natural de 55 mm de calibre. En tanto, las proporciones de carne son 50 % cerdo, 25 % vaca y 25 % tocino que se mezclan con pimienta blanca y negra, nuez moscada, ajo y vino blanco. Tras el embutido, llega el momento del atado, que también tiene características particulares, y luego, el secado y el reposo en las condiciones ambientales adecuadas.
Un dato significativo es que, los organizadores del encuentro donan el salame que se logra cada año en la fiesta, a distintas instituciones y establecimientos turísticos locales, para que restaurantes y hoteles inviten a los visitantes a degustar este producto.
En el marco del festival, el viernes 1° de noviembre, se realizarán jornadas técnicas, organizadas por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), el Municipio de Tandil y el clúster porcino, orientadas a productores, empresas, referentes y alumnos relacionados al sector. La celebración se desarrollará el sábado 2 y domingo 3 de noviembre con propuestas abiertas a la comunidad para dar a conocer la cadena de valor porcina y la gastronomía local.
Durante las dos jornadas se desarrollará el concurso de atado y embutido, del cual participan trabajadores del sector y destaca el oficio y las habilidades de los elaboradores; y el sábado se realizará una clínica de platos regionales con los referentes de la gastronomía local, donde se se podrán degustar más de 10.000 porciones de esas preparaciones.
Asimismo, el festival contará con diversas atracciones para disfrutar de los sabores de Tandil: productores locales, fogones, shows artísticos en vivo con representantes de la música local, un espacio para las infancias junto al artista plástico Milo Lockett (el domingo por la mañana).
Gran premio de Tandil… y de Brasil
Una de las novedades de esta edición es que se podrá participar desde todo el país, a través de un sitio web, para arriesgar la medición final del que aspira a ser el salame más largo del mundo. Las diez primeras personas que se más acerquen al resultado final ganarán un metro del embutido, en tanto que los siguientes veinte más cercanos podrán subir a un simulador de Fórmula 1, que recorrerá “virtualmente” la pista por la que correrá Franco Colapinto en el gran premio de Brasil.