Autorizaron dos nuevos maíces genéticamente modificados

Se trata de dos variedades desarrolladas por el sector privado que presentan resistencia a herbicidas e insectos

Guardar
El Gobierno autorizó dos nuevos
El Gobierno autorizó dos nuevos maíces genéticamente modificados que fueron desarrollados por el sector privado y presentan resistencia a herbicidas e insectos (SAGyP)

El Gobierno nacional autorizó dos nuevos productos biotecnológicos de maíz. Se trata de dos variedades de maíz desarrolladas por el sector privado que presentan resistencia a herbicidas e insectos, lo que permite que productores agropecuarios refuercen su campaña agrícola y proyecten mayor producción tanto con destino al mercado interno como al exterior.

La medida, sancionada mediante las disposiciones 25/2024 y 31/2024 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, abarca a dos variedades con resistencia a ciertos insectos lepidópteros y a los herbicidas glifosato y glufosinato de amonio.

Las nuevas variedades de maíz
Las nuevas variedades de maíz son resistentes a ciertos insectos lepidópteros y a los herbicidas glifosato y glufosinato de amonio (FAUBA)

Para lograr la autorización, como ocurre en todos los productos biotecnológicos vegetales, la empresa realizó la solicitud formal para poder comercializar el producto, tras lo cual, diferentes organismos gubernamentales vinculados con la biotecnología y la salud animal y vegetal evaluaron los datos aportados por la firma, con los cuales se elaboraron los dictámenes técnicos. Posteriormente se realizó una consulta pública para que pudieran presentarse observaciones o comentarios sobre la autorización. Finalmente, y luego de transcurrido este período, se resolvió la aprobación de la comercialización de las dos nuevas variedades de maíz GM (genéticamente modificados).

La aprobación, se realizó tras el análisis de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), organismo encargado de analizar la documentación respaldatoria presentada por las empresas desarrolladoras; así como también del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que analizó su seguridad para el consumo humano y animal, sin comprometer la seguridad alimentaria ni el medio ambiente.

Guardar