El eucalipto: la apuesta del NOA para revolucionar la industria maderera

Investigadores impulsan un proyecto para adaptar clones de eucalipto y mejorar la producción forestal

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Investigadores impulsan un proyecto para adaptar clones de eucalipto y mejorar la producción forestal (inta)
Investigadores impulsan un proyecto para adaptar clones de eucalipto y mejorar la producción forestal (inta)

En el corazón del noroeste argentino, un desafío silencioso está tomando forma: la región del NOA no logra satisfacer su propia demanda de madera. Actualmente, solo produce una pequeña fracción de lo que necesita, lo que ha generado una fuerte dependencia de otras provincias, de donde proviene el 80% de la madera utilizada en la industria local.

Ante este panorama, el INTA Jujuy, en conjunto con otras instituciones, está liderando una investigación ambiciosa para cambiar este escenario y transformar la producción forestal de la región. La clave de este cambio: el eucalipto.

El reto de adaptarse a la tierra

A simple vista, el eucalipto parece ser una solución obvia. Con su rápido crecimiento y la calidad de su madera, esta especie es una de las preferidas en todo el mundo para satisfacer diversas demandas industriales. Sin embargo, no es tan simple como plantar y esperar. El NOA presenta condiciones edafoclimáticas únicas que requieren de clones genéticamente adaptados para prosperar en los variados suelos y climas de la región.

Con su rápido crecimiento y la calidad de su madera, esta especie es una de las preferidas en todo el mundo para satisfacer diversas demandas industriales
Con su rápido crecimiento y la calidad de su madera, esta especie es una de las preferidas en todo el mundo para satisfacer diversas demandas industriales

Ezequiel Balducci, investigador del INTA Yuto en Jujuy, lo deja claro: “El problema principal que enfrentamos es la falta de materiales genéticos que realmente se adapten a las condiciones del NOA”. Esta no es una tarea fácil, ya que implica identificar variedades de eucalipto que no solo sobrevivan, sino que también crezcan vigorosamente y generen madera de calidad para suplir las necesidades locales.

Desde el 2014, la Red de Ensayos Forestales Adaptativos (REFA) ha instalado 14 sitios experimentales en distintos puntos estratégicos de Salta y Jujuy, como El Cedral y Libertador General San Martín. Allí, con diseños experimentales que van desde 20 hasta 49 plantas por unidad muestral, se han plantado 17 materiales clonales y seminales de eucalipto bajo diversas condiciones de suelo y precipitaciones que varían entre 700 y 1.200 milímetros anuales.

Primeros brotes de esperanza

Los primeros resultados comienzan a pintar un futuro esperanzador. Balducci destaca que ya se han identificado algunos clones prometedores, entre ellos los híbridos GC 9 y 27, y el GxU 130, que están mostrando un comportamiento notable en las evaluaciones iniciales. Pero como todo en la agricultura y la silvicultura, no basta con seleccionar el material genético adecuado. “Además de elegir los clones correctos, es fundamental ajustar las prácticas de manejo. La preparación del sitio, el control de malezas y los raleos son esenciales para garantizar la supervivencia y el buen desarrollo de las forestaciones”, explica Balducci.

Lo interesante de este proceso es que no se trata simplemente de cultivar más madera, sino de crear una producción más inteligente y eficiente. Es un cambio de paradigma para una región que hasta ahora dependía en gran medida de la importación de madera de otras partes del país. Al encontrar clones adaptados, no solo se incrementará la producción local, sino que también se promoverá una mayor autosuficiencia y sostenibilidad en el manejo de los recursos forestales.

Transformando el paisaje forestal del NOA

Pero los planes van más allá. Este proyecto no busca solo responder a la demanda actual de la industria maderera; su visión a largo plazo es mucho más ambiciosa. Si los estudios continúan mostrando buenos resultados, la selección de clones de eucalipto adaptados podría transformar por completo el paisaje forestal de la región.

Balducci enfatiza que este no es un trabajo aislado. La colaboración entre distintas instituciones, como la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial y el Centro de Obrajeros del Norte, ha sido clave para impulsar este proyecto. “La cooperación es fundamental. No se trata solo de encontrar las especies adecuadas, sino de garantizar que este conocimiento se traduzca en prácticas concretas que beneficien a la industria y a la región en su conjunto”, subraya.

Un futuro con madera local

Sin embargo, este ambicioso plan aún está en marcha. Los resultados preliminares son solo el comienzo. Para asegurar que los clones de eucalipto seleccionados realmente puedan satisfacer las demandas industriales, se necesitarán estudios adicionales sobre las propiedades de la madera producida. Estos estudios determinarán su idoneidad para distintos usos, desde la producción de pallets y cajones hasta la generación de pasta y energía.

El potencial impacto de este proyecto es enorme. Si se logra establecer una industria forestal más autosuficiente y sostenible, el NOA podría no solo reducir su dependencia de otras provincias, sino también convertirse en un jugador clave en el sector forestal del país. Además, la mejora en las prácticas de manejo y la selección genética podría contribuir significativamente a la preservación del medio ambiente, un tema crucial en la actualidad.

Hacia una nueva era forestal

El futuro de la industria maderera en el NOA está lleno de oportunidades. Con los avances que se están logrando en la identificación de clones adaptados y las mejoras en las técnicas de manejo, la región podría estar a punto de experimentar una verdadera revolución forestal. El eucalipto, un árbol que ya ha demostrado su potencial en otras partes del mundo, podría ser la clave para liberar todo el potencial productivo del NOA, transformando no solo su economía, sino también su paisaje y su relación con los recursos naturales.

La apuesta está en marcha, y aunque aún quedan desafíos por delante, los primeros brotes de este proyecto ya apuntan a un horizonte de autosuficiencia y sostenibilidad para la región.

Fuente: Inta

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