Pruebas pastoriles: cómo mejorar la calidad de la carne en Argentina

Este programa mejora la calidad de la carne y la genética de los rodeos Hereford en la región mesopotámica, combinando tecnología y eficiencia

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Las pruebas pastoriles mejoran la calidad de la carne y la genética de los rodeos Hereford en la región mesopotámica, combinando tecnología y eficiencia
Las pruebas pastoriles mejoran la calidad de la carne y la genética de los rodeos Hereford en la región mesopotámica, combinando tecnología y eficiencia

En el corazón de Entre Ríos, el INTA Concepción del Uruguay, junto a la Asociación de Criadores de Hereford, lidera una innovadora iniciativa que promete transformar el sector ganadero: las pruebas pastoriles. Este programa, único en la región mesopotámica, evalúa tanto toros como vacas de diferentes cabañas, analizando su rendimiento en condiciones naturales durante 11 meses.

Lo que lo hace especial es que no solo se trata de medir el crecimiento del animal, sino que también se realizan ecografías que revelan detalles clave como el área de ojo de bife y el espesor de la grasa dorsal, lo que impacta directamente en la calidad de la carne.

Una mirada integral para mejores decisiones

El equipo de expertos se encarga de estudiar el desempeño reproductivo y fenotípico de cada ejemplar, utilizando estos datos para crear índices productivos que permitan a los ganaderos tomar decisiones informadas sobre sus rodeos. El objetivo es seleccionar los mejores animales y, con ello, garantizar una mayor eficiencia productiva. En palabras de María Eugenia Munilla, especialista en rumiantes del INTA: “Este estudio brinda al sector privado información nueva y actualizada sobre sus rodeos, lo que les ayuda a mejorar su producción de manera integral”.

Las pruebas consisten en evaluar periódicamente a los animales. Luego de 11 meses -sobre recursos pastoriles de la región-, se estudia su capacidad de crecimiento y su desempeño reproductivo
Las pruebas consisten en evaluar periódicamente a los animales. Luego de 11 meses -sobre recursos pastoriles de la región-, se estudia su capacidad de crecimiento y su desempeño reproductivo

Las pruebas no solo contemplan el crecimiento físico, como la ganancia de peso o el perímetro toráxico, sino también un análisis reproductivo profundo. Al final del ciclo, se realiza un análisis de calidad seminal, lo que añade un componente valioso para quienes buscan mejorar tanto la producción como la calidad genética de sus animales.

Novedades en hembras: una oportunidad única

Una de las grandes novedades de este año es la inclusión de hembras en las pruebas pastoriles, un hecho inédito a nivel nacional para la raza Hereford. Esta nueva fase no solo se concentra en la producción, sino que también examina el desempeño reproductivo de las vacas. “Vamos a obtener los primeros datos de hembras de forma integral, algo que hasta ahora no se había hecho”, señala Munilla. Estos nuevos resultados permitirán a los criadores optimizar aún más sus rodeos, creando ejemplares que no solo cumplan con los más altos estándares productivos, sino también reproductivos.

Índices que marcan la diferencia

A partir de las pruebas, se crean tres tipos de índices: uno productivo, que evalúa la ganancia de peso y el rendimiento de la carcasa; otro fenotípico, que clasifica a los animales según su apariencia física; y, finalmente, uno reproductivo, basado en la calidad seminal. Con estos indicadores, los productores pueden identificar y valorar a los mejores animales, los cuales son luego utilizados para mejorar la calidad del rodeo. Al final de cada ciclo, se eligen dos ganadores, que se convierten en los más demandados por aquellos que buscan mejorar sus rodeos con ejemplares Hereford de calidad superior.

El remate: la culminación del esfuerzo

Cada año, los resultados de las pruebas pastoriles culminan en un remate que ha ido ganando protagonismo. “Este es el segundo año que se realiza y ha crecido notablemente. En el primer remate participaron 17 cabañas, y este año fueron 23, vendiéndose 26 toros puros registrados y alrededor de 50 vacas y vaquillonas preñadas”, comenta Munilla. Este evento no solo es una oportunidad para adquirir animales de calidad comprobada, sino también una manera de reconocer el esfuerzo de un año entero de trabajo.

Una raza que no conoce límites

La raza Hereford, conocida como la “raza sin fronteras”, demuestra su capacidad de adaptación en todo el país, desde el norte con cruzamientos hasta el sur, donde se mantiene más pura. Productores de todo el país destacan la importancia de participar en estas pruebas pastoriles, ya que les permiten ajustar detalles que muchas veces pasan desapercibidos en el campo.

Las pruebas pastoriles representan una herramienta poderosa para los ganaderos, no sólo en términos de mejorar la calidad de la carne, sino también en el fortalecimiento de la genética del rodeo. La combinación de tecnología, investigación y trabajo colaborativo con el sector privado está trazando el camino hacia un futuro de mayor calidad y eficiencia en la producción ganadera.

Fuente: Inta

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