La retención ganadera que no fue

Pintaba para un vuelco importante respecto del complicado 2023. El clima y la macro decidieron otra cosa. El nivel de faena de hembras vuelve a intranquilizar

Las hembras, en especial las vaquillonas, aún tienen una participación elevada en la faena (Revista Chacra)

A comienzos de este año existía una opinión generalizada en buena parte del espectro de analistas ganaderos. “El pasto empoderará a los criadores, con nuevos ánimos tras la eliminación de las intervenciones oficiales en el mercado. De la fase de liquidación climática 2023 pasaremos a una fase de mayor retención”. Una opinión con la cual muchos coincidían. Diez meses después el panorama es sensiblemente distinto.

Debe reconocerse que el tema es aún objeto de un largo debate. El punto es que hace rato que la ganadería argentina muestra niveles elevados en términos de faena de hembras. Se discute si estamos dentro de un escenario de liquidación o no. En principio, el Rosgan advierte que los datos preliminares de septiembre dan cuenta de un ritmo de faena total relativamente sostenido, lo cual hace que hasta acá la oferta se encuentre en línea con los promedios observados en los últimos años.

Si la tendencia se mantiene y el clima no mete la cola, el número final de animales faenados debería situarse apenas ligeramente por arriba de los 13,5 millones de cabezas sacrificadas en 2022. Vale recordar que en 2023 se mataron unos 14,6 millones de bovinos. Considerando los terneros que ingresarían al sistema, el balance general debería cerrar relativamente sin cambios.

Con el correr del año la faena ha ido acercándose a los números de la temporada previa (Revista Chacra)

Sin embargo, los datos hasta agosto indican que entre las hembras adultas se han sacrificado 1,9 millones de cabezas. Con un stock de 22,4 millones reportado a inicios del ciclo, marca un nivel de extracción de vacas del 8,4%, el segundo dato más alto en los últimos 15 años, detrás del 9,1% registrado a igual fecha de 2023. Si a este número se suma el nivel de faena de vaquillonas, el escenario no da señal alguna respecto de un proceso de retención de vientres en marcha.

A diferencia del comportamiento estacional que refleja la faena de vacas, la oferta de este tipo de hacienda liviana tiende a crecer hacia los últimos meses del año donde se concentra la mayor salida, tanto de feedlots como de establecimientos de invernada. En este caso, los datos de septiembre sugieren un ritmo de faena muy similar al registrado en 2023, en tiempos de seca, con un nivel de encierre de hembras que aún es elevado y que indefectiblemente terminará volcándose al mercado en lo que resta del año. Tampoco el análisis aislado de la faena de hembras jóvenes muestra señales de retención.

Rosgan proyecta el último trimestre del año arribando a una faena anual de vacas entre los 2,6 y 2,7 millones de cabezas y un sacrificio de vaquillonas ligeramente por arriba de los 3,8 millones. Habla de un nivel de extracción de vacas que todavía resulta elevado, esto es casi 12 puntos del stock inicial contra un promedio calculado desde el año 2008 en torno a los 11 puntos porcentuales.

Algunos empresarios ganaderos optaron por desprenderse de parte del stock para capitalizarse o cancelar deudas (Revista Chacra)

Más importante aún, los cálculos de la reposición aparente de vaquillonas que pueden hacerse muestran a lo largo de los últimos años una tendencia declinante, al tiempo que la extracción de vacas tiende a acelerarse en los últimos dos a tres años, duramente afectados por el factor climático.

A su turno, los especialistas de Ganados & Carnes han advertido sobre una faena de hembras que permanece muy elevada, en torno del 48%. Y van más allá, para señalar una reducción del stock ganadero de la Argentina. Estiman una tasa de extracción por sobre el límite considerado como indicador de estabilidad y subrayan que la participación de las hembras en la faena se parece a la liquidación por sequía de 2023.

Por lo demás, el Mercado Concentrador de Cañuelas muestra que sigue habiendo una gran afluencia de animales de engorde a corral, que son los grandes proveedores del mercado y de la faena. La falta de lluvias en diferentes regiones del país hace que el principal destino del ganado de reposición haya sido el feedlot, que está ingresando ahora en el periodo de descarga de las unidades de engorde para prepararse para el verano, donde las temperaturas y las lluvias complican los resultados productivos.

La disponibilidad de pasto sigue lejos del escenario ideal e influye en el manejo del rodeo (Revista Chacra)

Una serie de factores hacen que la oferta de invernada se restrinja y el costo de reposición tenga un incremento de entre 15 y 25 % respecto de los precios de abril-mayo pasado en plena zafra de terneros. El clima en la Argentina aún determina las decisiones de los ganaderos que empiezan a tener dificultades por falta de agua de bebida y escasez de pasto, y se ilusionan con el avance de la primavera, pero las perspectivas sólo se ajustarán cuando haya lluvias generales.

Otros especialistas han hecho oír su opinión sobre el tema durante el último Outlook Ganadero de CREA. Para José Lizzi, líder en la materia dentro de este grupo de productores, hacia comienzos de septiembre se registraba un proceso incipiente de retención de vientres que no se termina de reafirmar por la situación forrajera presente en muchas regiones ganaderas y por decisiones empresarias.

Adicionalmente, debido a la revalorización de la hacienda en dólares registrada en el primer semestre de este año, algunos empresarios ganaderos optaron por desprenderse de parte del stock para capitalizarse o cancelar deudas luego de las penurias registradas durante tres campañas consecutivas influenciadas por La Niña o bien para invertir en insumos, tecnologías o mejoras.

El principal destino del ganado de reposición haya sido el engorde a corral, debido a las condiciones climáticas imperantes (Revista Chacra)

Por otra parte, si bien la tasa de extracción de hembras (faena de hembras/stock de hembras) disminuyó con respecto a 2023, en lo que va del año continúa siendo elevada si se compara con los años 2010 y 2011. El indicador resulta útil para medir la presión de la faena sobre la fábrica de terneros.

Finalmente, la visión de Ignacio Iriarte. Asegura que lo peor de la liquidación ya pasó, pero los indicadores de la faena de hembras siguen siendo preocupantes. Respecto del año anterior, ha caído el número de vacas en el stock, pero la merma en vaquillonas ha sido todavía más importante.

En general, con el correr del año la faena se ha ido asemejando a la de 2023, y cerraría 7% abajo debido a la performance del primer semestre. Por lo demás, en septiembre el porcentaje de hembras en la faena alcanzó el 47%, es el cuarto más alto en 25 años para este mes. Además se mataron 14600 vaquillonas diarias, cuando en un año normal no se superan las 13000. La combinación de vaquillonas, vacas y terneras conforma un índice de faena que sigue preocupando.