Nuevo estudio sobre la producción de forraje para potenciar la ganadería argentina

El estudio ofrece nuevos datos forrajeros que optimizarán la ganadería nacional, destacando la alta producción en la Región Pampeana y las variaciones en zonas más desafiantes como la chaqueña y patagónica

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El forraje es la principal
El forraje es la principal fuente de alimento para el ganado. Conocer cuánto se produce es fundamental

La producción ganadera es uno de los pilares esenciales de la economía argentina, y su eficiencia depende en gran medida de cómo se gestiona el forraje en los campos. Un reciente estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA ha revelado información crucial sobre este tema, basándose en más de 6.000 registros recolectados durante las últimas tres décadas. Estos resultados ofrecen a los productores herramientas valiosas para optimizar el manejo de sus sistemas pastoriles y mejorar el rendimiento en distintas regiones del país.

La recopilación y análisis de datos permitieron identificar a las regiones Pampeana y del Espinal como las áreas con mayor promedio de producción forrajera anual, mientras que las mayores variaciones en rendimiento se observaron en las regiones Chaqueña, Monte y Patagónica. Este nuevo enfoque promete ser una herramienta clave para la toma de decisiones en la ganadería, un sector que depende en gran medida de la disponibilidad y calidad del forraje.

Un proyecto que revaloriza décadas de información

Los investigadores de la FAUBA explicaron que el objetivo principal del estudio fue unificar la información dispersa sobre producción de forraje en Argentina. “Había muchas publicaciones disponibles, pero los datos estaban desorganizados y eran difíciles de acceder. Nuestro trabajo consistió en reunir toda esa información para tener una visión más clara de cuánto se produce en cada región y cómo varía con el tiempo”, comentó Anoux Jadur, una de las responsables.

La producción ganadera es uno
La producción ganadera es uno de los pilares esenciales de la economía argentina, y su eficiencia depende en gran medida de cómo se gestiona el forraje en los campos (inta)

El estudio abarcó datos de 748 sitios diferentes, dividiendo la información entre pasturas, verdeos de invierno y verano, y pastizales. Este esfuerzo no solo ofreció un panorama general sobre la producción, sino que también permitió identificar importantes diferencias dentro de cada región.

Producción media y variabilidad regional

Los resultados revelaron que las regiones Pampeana y del Espinal presentan las mayores producciones medias de forraje, alcanzando hasta 8.500 kilogramos por hectárea al año en algunos casos. En contraste, la región Chaqueña y la Estepa Patagónica mostraron los valores más bajos, con promedios de 1.464 y 696 kg/ha.año, respectivamente.

Mariano Oyarzabal, director del estudio, destacó que la variabilidad de la producción dentro de cada región fue considerable. “Dentro de una misma área, las variaciones pueden ser del 40% al 70% entre distintos años o sitios”, indicó. Este dato es fundamental para los productores, que deben ajustar sus estrategias en función de las condiciones ambientales y de manejo en sus campos.

Factores que influyen en la producción forrajera

La variabilidad en la producción de forraje se debe a una combinación de factores ambientales y de manejo. La cantidad de lluvia que recibe un campo o el estado de pastoreo son solo algunos de los elementos que pueden influir significativamente en los rendimientos. Esta investigación permite comprender mejor estos factores, identificando desde áreas con gran potencial hasta otras donde los datos son insuficientes.

Este conocimiento es esencial para que los productores puedan planificar la carga animal adecuada, evitando la sobreexplotación del suelo y garantizando la sostenibilidad a largo plazo de sus sistemas productivos.

Un aporte a la ganadería y a la caracterización de ecosistemas

Desde un enfoque académico, Oyarzabal resaltó la importancia del trabajo en equipo que permitió generar esta base de datos. “Revalorizar décadas de esfuerzo en el campo y transformar esos datos en información útil para la ganadería es un gran logro. Es un paso más para entender cómo funcionan nuestros ecosistemas y cómo podemos gestionarlos de manera más eficiente”, expresó.

Además de su impacto en la ganadería, este estudio representa un avance en la caracterización de los ecosistemas del país, ya que los datos recopilados ayudan a comprender mejor la productividad primaria neta aérea, un indicador clave para evaluar el funcionamiento de los sistemas pastoriles.

Esta investigación promete tener un impacto significativo en la actividad contribuyendo a un manejo más inteligente y sostenible de los recursos naturales.

Fuente: Fauba SLT

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