Se inició la siembra de maíz con destino grano comercial, que registra un avance en las labores del 7,1%, lo que implica 2,2 puntos porcentuales por sobre igual período del ciclo 2023/24.
Luego de las precipitaciones registradas a principio de septiembre, se pudo avanzar “a buen ritmo en la zona núcleo productiva, particularmente en el centro-sur de Santa Fe, sudoeste de Entre Ríos y noreste de Buenos Aires”, puntualizó en su informe semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA)
Dada la distribución de las lluvias ocurridas, el este de Córdoba todavía mantiene niveles de humedad superficial que dificultan el avance, obligando a retrasar la fecha de siembra. En ese contexto, desde la BCBA proyectan el área a sembrar con maíz en 6,3 millones de hectáreas, sujeto a la llegada de las precipitaciones, a las variables económicas y a la evolución de las poblaciones de Dalbulus maidis.
El avance en la siembra responde al temor por ataques de chicharrita y a la poca humedad superficial disponible en muchas zonas. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señalan que el centro sur de Santa Fe es la zona más adelantada, porque “nadie quiere desaprovechar la poca humedad superficial que queda”; mientras que en la zona de Carlos Pellegrini “los tamberos son los únicos que siguen sembrado porque necesitan imperiosamente tener maíz”.
En tanto, desde la BCR aseguran que “en la región extenderán la fecha de siembra hasta mediados de octubre. Pero empiezan a aparecer como alternativa el girasol y el sorgo (por su resistencia a la sequía y a las altas temperaturas) en los lotes donde se hacía maíz tardío y la soja no supera los 30 quintales por hectárea.
En el caso del sorgo, además, presenta una característica particular: la latencia, a través de la cual puede retrasar la floración en periodos secos, aprovechando mejor el agua en momentos críticos y asegurando que el período crítico ocurra cuando mejoran las condiciones, explican desde la BCR.