Claves para aumentar el rendimiento del trigo con fertilización nitrogenada

La fertilización estratégica y el manejo hídrico son esenciales para enfrentar una campaña de trigo con condiciones climáticas desafiantes

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El equipo del INTA Marcos Juárez, en Córdoba, ha desarrollado una serie de pautas que pueden ayudar a mejorar la productividad en los lotes de trigo (Imagen Ilustrativa Infobae)
El equipo del INTA Marcos Juárez, en Córdoba, ha desarrollado una serie de pautas que pueden ayudar a mejorar la productividad en los lotes de trigo (Imagen Ilustrativa Infobae)

A medida que avanza la campaña de trigo en Argentina, los productores se enfrentan al desafío de maximizar el rendimiento de sus cultivos. Una de las estrategias más efectivas para lograrlo es la adecuada fertilización nitrogenada, un factor clave que permite aprovechar al máximo los nutrientes y el agua almacenada en el suelo. En este contexto, el equipo del INTA Marcos Juárez, en Córdoba, ha desarrollado una serie de pautas que pueden ayudar a mejorar la productividad en los lotes de trigo, especialmente en aquellos que enfrentan condiciones climáticas adversas.

El agua: el principal factor de rendimiento

Vicente Gudelj, investigador del INTA Marcos Juárez, explica que la cantidad de agua disponible en el suelo antes de la siembra es determinante para el éxito del cultivo de trigo. Durante los últimos meses de verano y principios de otoño, se registraron precipitaciones que ayudaron a recargar el perfil del suelo en algunas regiones, con hasta 1,5 metros de profundidad y acumulaciones de 235 milímetros en lotes que venían de soja y 219 milímetros en los que seguían a trigo-soja. Esta disponibilidad hídrica es clave para que el cultivo pueda enfrentar las escasas lluvias del invierno y esperar la llegada de las primeras lluvias primaverales.

Aun así, las heladas, que se registraron con mayor intensidad en julio, encontraron al trigo en estado de macollaje, lo que permitió que el cultivo resistiera mejor las bajas temperaturas. La fertilización, combinada con un buen manejo del agua, puede hacer una gran diferencia en los rendimientos.

FOTO ARCHIVO:  La fertilización, combinada con un buen manejo del agua, puede hacer una gran diferencia en los rendimientos. REUTERS/Pascal Rossignol/Archivo
FOTO ARCHIVO: La fertilización, combinada con un buen manejo del agua, puede hacer una gran diferencia en los rendimientos. REUTERS/Pascal Rossignol/Archivo

Diagnóstico y planificación: análisis de suelos

Una de las recomendaciones más importantes del equipo del INTA es realizar un análisis de suelo previo a la siembra. Esta herramienta permite determinar con precisión las necesidades nutricionales del lote y tomar decisiones informadas sobre la aplicación de fertilizantes, en particular, el nitrógeno. Es fundamental evaluar las condiciones del cultivo y las fertilizaciones realizadas hasta el momento para ajustar las dosis.

La fertilización nitrogenada puede realizarse en diferentes etapas del ciclo del trigo. Gudelj destaca que, si se opta por hacerlo en pre-siembra o durante la siembra, es conveniente que la sembradora incorpore el fertilizante a un costado y por debajo de la semilla para una mejor absorción. En el estado de macollaje, la aplicación de nitrógeno dependerá de las lluvias para que el fertilizante se incorpore correctamente en el suelo.

Nutrientes esenciales para el trigo

El nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S) son nutrientes clave para el trigo. Los niveles de fósforo deben encontrarse entre 12 y 20 partes por millón (ppm), mientras que el azufre debe oscilar entre 7 y 10 ppm de S-SO4. Si los valores en el suelo están por debajo de estos rangos, es necesario fertilizar. La aplicación de estos nutrientes debe realizarse, preferiblemente, antes o durante la siembra, ya que la planta los requiere desde el inicio de su ciclo de crecimiento.

En cuanto al nitrógeno, el objetivo es alcanzar una cantidad de 140 a 150 kilos por hectárea disponibles entre lo que provee el suelo y lo que se incorpora mediante la fertilización. Esta cifra puede variar entre 120 y 160 kilos según las condiciones de cada lote.

Estrategias de aplicación de nitrógeno

Existen varias opciones para aplicar el fertilizante nitrogenado. El uso de fertilizantes líquidos como el UAN (solución de nitrato de amonio y urea) es una alternativa efectiva, siempre que se aplique temprano durante el macollaje para evitar daños por quemado en las hojas y permitir la recuperación del follaje. Además, es recomendable estar atento a los pronósticos de lluvia y realizar la aplicación previa a una precipitación para maximizar la eficiencia del fertilizante.

En la región, se ha desarrollado una fertilizadora que incorpora nitrógeno líquido durante el macollaje, aplicándolo de manera precisa perpendicular a la línea de siembra. Esto permite una distribución eficiente del fertilizante sin depender completamente de la lluvia para su incorporación.

Para mejorar el porcentaje de proteína en el grano, se puede aplicar nitrógeno en etapas más avanzadas del ciclo del cultivo, después de la hoja bandera. En este caso, es preferible utilizar urea en solución (20 % de N P/P) debido a su baja toxicidad. Sin embargo, es crucial no superar los 20 kilos por hectárea, ya que el cultivo es muy sensible a la fitotoxicidad en este estadio.

Manejo del agua en tiempos de sequía

Con un año marcado por la influencia del fenómeno de La Niña y precipitaciones escasas, la gestión del agua se vuelve más crucial que nunca. Los productores deben asegurarse de que el suelo tenga una buena recarga hídrica al final del verano y comienzos del otoño para sostener el crecimiento del trigo durante el invierno.

Gudelj sugiere controlar el crecimiento de malezas en el barbecho para conservar las reservas de agua en el suelo. Además, si se han implantado cultivos de cobertura, es recomendable suprimir su crecimiento tempranamente para asegurar que el agua disponible sea aprovechada por los cultivos principales.

Un manejo eficiente, clave para el éxito

La fertilización nitrogenada es una herramienta fundamental para aumentar los rendimientos del trigo, pero debe ser aplicada de manera estratégica, considerando las condiciones específicas de cada lote y el comportamiento climático.

El análisis de suelos, la correcta aplicación de fertilizantes y el manejo del agua son pilares esenciales para obtener buenos resultados en esta campaña de trigo.

Fuente: Inta

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