Brasil, la soja, la seca, y un montón de dudas

La falta de lluvias podría complicar la siembra temprana de la oleaginosa y el maíz safrinha que viene detrás. Hablamos de un país que es formador de precios a nivel global

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La siembra de soja en
La siembra de soja en Brasil ha sido autorizada antes de lo previsto, pero el clima no está colaborando. Muchas zonas del país sufren la seca (Revista Chacra)

El Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales-Cemaden/MCTI, dice que Brasil sufre la peor sequía desde 1981 y que las siembras de soja en Mato Grosso podrían demorarse a raíz de la falta de humedad. El característico periodo sin lluvias empezó un mes antes de lo normal y se extendería más allá de lo habitual.

El Índice Integrado de Sequía (IIS3) para el mes de agosto de 2024 apunta a una reducción en el número total de municipios en esta condición extrema respecto del mes de julio. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, con importantes áreas aún complicadas, especialmente en Mato Grosso. La proyección del IIS para septiembre de 2024 advierte sobre el agravamiento de la sequía en Amazonas, Acre, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás y Minas Gerais.

Conviene recordar que el productor brasileño debe respetar un vacio sanitario entre cosechas, para evitar perder el control sobre ciertas enfermedades que sobreviven solo con la presencia del cultivo. Esta vez, la autorización para iniciar la siembra de grano grueso en Mato Grosso se trasladó al 7 de septiembre y al 1º de septiembre en Paraná. Esto debería traducirse en una cosecha más temprana y una siembra adelantada de maíz safrinha luego de levantada la soja.

Según datos divulgados por el Instituto Mato-Grossense de Economía Agrícola (Imea), a pesar del fin del vacío sanitario las condiciones climáticas son preocupantes. Los pronósticos indican volúmenes de lluvia por debajo del promedio histórico para septiembre y octubre de 2024, lo que podría impactar negativamente sobre la tasa de siembra y el potencial productivo de las áreas implantadas tempranamente, debido a la menor humedad del suelo.

Además del esperado retraso en las lluvias, en este momento todavía falta saneamiento en los campos, los suelos están secos, la humedad es extremadamente baja y las temperaturas se mantendrán altas. Como el pronóstico indica lluvias extremadamente puntuales e irregulares durante septiembre, la recomendación de los expertos es que el productor no siembre si no se registra un volumen mínimamente aceptable de precipitaciones.

El socio mayoritario del Mercosur
El socio mayoritario del Mercosur es a la vez el mayor exportador de soja del planeta. A todos les interesa saber cómo marcha la campaña (Revista Chacra)

Brasil es el mayor productor y exportador del mundo, clave para los precios de la oleaginosa. Lo que pueda sucederle es de interés para todos los que están en el negocio granario de una punta a otra del planeta. John Baranick, meteorólogo de la consultora estadounidense DTN, define el escenario como “sequedad temprana en Sudamérica antes del desarrollo de La Niña este año”. Teniendo en cuenta el momento al que se refiere esta afirmación, no se trata de un tema menor. Septiembre es el mes en el cual arranca la siembra temprana de soja en Brasil. Pero como se mecionó, en esta oportunidad la temporada se ha adelantado oficialmente entre 7 y 10 días en los mayores estados productores de la oleaginosa: Mato Grosso y Paraná. Todo indica que el clima no va a acompañar esta movida, que le habría dado a Brasil un volumen de poroto interesante para ofrecer el próximo mes de enero, complicando el final del periodo clave de ventas de la soja estadounidense.

Los mercados se adelantan y se mueven por percepciones, y el escenario en Brasil es lo que realmente importa por estos días, ya que la cosecha estadounidense está muy avanzada y se sabe que será sumamente abultada. Es un tema terminado para el inversor. De acá en adelante los operadores pondrán la lupa casi exclusivamente sobre la suerte del poroto en Sudamérica.

La  atención del mercado
La atención del mercado también está puesta sobre la suerte del maíz safrinha, en caso de que su siembra se retrase en medio de un año Niña ( Revista Chacra)

Baranick dice que una interrupción en el vórtice polar sur y un desarrollo de La Niña en el Océano Pacífico podrían generar más preocupaciones en el futuro. Cree que esta última llegaría rápidamente durante las próximas semanas y dejaría a la Argentina y al sur de Brasil más secos.

La región central del vecino país, sobre todo el poderoso Mato Grosso, es muy susceptible a las interrupciones de la temporada de lluvias. Estas suelen comenzar a fines de septiembre, aumentan durante octubre, tienden a disminuir en abril y luego terminan abruptamente a principios de mayo. En los últimos años, se han detenido en abril, aproximadamente tres semanas antes, y han dado a los productores de maíz safrinha un final complicado. Por lo demás, el clima cálido durante el invierno ha secado significativamente los suelos en la región, más de lo habitual. Por lo tanto, es muy importante que las lluvias lleguen a tiempo.

La Niña tiende a retrasar este proceso. No sucede todos los años, pero la probabilidad es mayor, y si se produce puede regalarle a esta zona clave un período más ajustado del que ya tiene que afrontar. Los modelos no se ponen de acuerdo. El europeo prevé que las lluvias comiencen a tiempo a fines de septiembre, el CFS estadounidense las ubica una semana después. Puede que no parezca mucho, pero con la seca que impera actualmente, podría restringir bastante las operaciones.

Mientras las lluvias sean abundantes y no esporádicas en octubre, el cultivo de soja suele funcionar bien en Brasil, por eso por ahora preocupa más la ventana para sembrar maíz safrinha, dada la necesidad de que esta gramínea atraviese la etapa de polinización antes de que cesen las precipitaciones de la temporada de lluvias.

Mapa del Centro Europeo de
Mapa del Centro Europeo de Meteorología a Mediano Plazo. Septiembre y octubre no colaborarían con las siembras en el Centro Oeste de Brasil(CEPMPM)

Los especialistas de Datagro sugieren que la siembra de soja 2024/25 en Brasil se retrasará debido a las lluvias irregulares. Indican además que La Niña durará poco y perderá potencia en enero; la intensidad máxima se daría en noviembre. Esperan más lluvias en la segunda mitad de octubre y aseguran que el retraso en la siembra de soja no necesariamente afectará la implantación del maíz safrinha. “De todos modos, es demasiado pronto para saber algo respecto de este tema”, advierten.

A contramano de todos estos pronósticos van los especialistas de Climaterra. Desde la consultora brasileña vaticinan que las lluvias llegarán en la segunda mitad de septiembre, y las peores preocupaciones quedarán de lado.

Hasta acá las proyecciones ubican a Brasil abrochando alrededor de 170 millones de toneladas de soja la próxima temporada, siempre que el clima lo permita. Pero los productores del vecino país no pueden escapar a las circunstancias que afectan a sus pares en Estados Unidos, la Argentina o Uruguay: las cuentas no son alentadoras. De ahí que el crecimiento del área sembrada es más modesto que en años anteriores, ya que prima la expectativa de márgenes inferiores a la media de la última década.

La consultora Céleres proyecta un margen operativo promedio de R$ 1.349 por hectárea (USD 229), lo que equivale al 21% de los ingresos brutos. La estimación no considera gastos por arrendamiento, financiamiento y depreciación, factores que pueden presionar aún más la rentabilidad de los productores, especialmente aquellos que alquilan, cuyos márgenes netos pueden ser cercanos a cero.

El clima será más importante que nunca, porque con estos números el productor brasileño necesita alta productividad. Como suele suceder, nada está escrito en piedra, y todo puede variar radicalmente ante acontecimientos inesperados. Pero lo cierto es que hoy por hoy, la megacosecha de Brasil el próximo año es todavía una noticia en desarrollo.

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