La fibra de vicuña, reconocida mundialmente por su finura y suavidad, es un tesoro natural de los Andes que ha capturado la atención de la industria textil de lujo. Este valioso recurso, que se produce principalmente en las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, está en el centro de un ambicioso esfuerzo de investigadores del INTA Bariloche y empresas locales por maximizar su valor agregado y mejorar su competitividad en el mercado global.
La fibra más fina y suave del mundo
Con un diámetro que oscila entre los 12 y 14 micrones, la fibra de vicuña es la más fina entre todas las fibras animales utilizadas en la industria textil. Esta característica, junto con su suavidad natural, la convierte en un material altamente codiciado para la confección de prendas exclusivas.
Según un estudio reciente publicado en The Journal of The Textile Institute, la fibra de vicuña no solo es ligera y cálida, sino que también posee una durabilidad excepcional, lo que la hace ideal para productos de alta gama.
Innovación en el proceso de descerdado
En un esfuerzo por optimizar el aprovechamiento de esta fibra, el Laboratorio de Fibras Textiles del INTA Bariloche, en colaboración con Textil de Los Andes, ha desarrollado un innovador proceso de descerdado que demostró ser crucial para separar las fibras gruesas e impurezas de la fibra fina, garantizando un producto final de altísima pureza, esencial para la industria del lujo.
El descerdado, realizado en las instalaciones de Textil de Los Andes en Catamarca y analizado en el INTA Bariloche, ha demostrado ser altamente eficaz. Los resultados del estudio muestran que este proceso logra una pureza del 99 % en la fibra de vicuña, con un rendimiento de primera calidad del 73,5 %. Este nivel de eficiencia es un gran avance para asegurar que la fibra de vicuña argentina se mantenga competitiva en el mercado global.
Sostenibilidad y valor agregado
La fibra de vicuña no solo destaca por su calidad excepcional, sino también por su producción sostenible. Las vicuñas, protegidas por leyes internacionales, son esquiladas cada dos años en un proceso que garantiza su bienestar y preserva su hábitat natural. Esta práctica sostenible es clave para asegurar que la fibra de vicuña siga siendo una fuente de ingresos para las comunidades locales y un recurso valioso para la industria textil.
Además, la capacidad de agregar valor localmente a esta fibra a través de procesos como el descerdado y la producción de prendas de lujo no solo aumenta su valor económico, sino que también fortalece las economías regionales y preserva el patrimonio cultural.
El mercado global de la fibra de vicuña
El mercado global de la fibra de vicuña es extremadamente exclusivo debido a la limitada producción anual, que apenas alcanza las pocas toneladas. Solo un puñado de empresas en el mundo tienen la capacidad técnica y la experiencia para transformar esta fibra en productos terminados de alta calidad. Según la International Textile Manufacturers Federation (ITMF), la fibra de vicuña es una de las más valiosas en la industria textil, con precios que pueden superar los miles de dólares por kilogramo.
Con un futuro prometedor, la fibra de vicuña representa un recurso natural de inmenso valor que, a través de la innovación y el respeto por las prácticas sostenibles, puede seguir posicionándose como un emblema de lujo y exclusividad a nivel mundial. El trabajo conjunto entre investigadores y la industria textil argentina es un paso clave para asegurar que este recurso continúe brillando en el escenario global.
Fuente: Inta