El cerdo busca salir de su peor momento

Aparecen algunas señales de aliento para los productores, después de un primer semestre crítico para la actividad, con costos por encima de los precios

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La primera parte del año
La primera parte del año mostró cuentas deterioradas para el productor. La situación del mercado local complica (Revista Chacra )

Muchas de las vicisitudes en el mercado interno de la carne de cerdo tienen íntimo vínculo con lo que sucede con la carne vacuna. “No hay plata en la calle”, dice un especialista en este negocio. Y dentro de esa realidad, la carne de cerdo sufre doblemente este proceso, ya que aún no existe un hábito masivo de consumo entre la población.

Un informe de la Fundación Mediterránea deja al descubierto la situación de los márgenes en granjas de porcinos, que ubica en sus mínimos de los últimos años. Los números del primer semestre no son nada buenos. El margen neto de explotación (ingresos menos todos los gastos) de granjas dedicadas a la producción intensiva de cerdos cayó fuertemente durante lo que va de 2024.

El reporte revela que granjas de eficiencia media anotaron solo dos meses con números positivos (enero-febrero), mientras que en cuatro de ellos no cubrieron los costos (marzo a junio). Las pérdidas de mayo a junio oscilaron entre $177 y $251 por kilo de animal producido, y se posicionaron como los peores registros de los últimos 8 años para la actividad.

A la hora de determinar las razones del retroceso de los márgenes, entre diciembre de 2023 y junio de 2024 el precio del capón cayó prácticamente sin escalas un 55% en términos reales, llegando a ubicarse en su valor más bajo en 8 años, lo que provocó que los ingresos de las granjas retrocedan 14% real interanual durante el primer semestre de 2024

La carne de cerdo es
La carne de cerdo es una de las más baratas que pueden conseguirse en el mercado doméstico (Revista Chacra)

La Fundación Mediterránea subraya que hasta abril último los costos ayudaron a que las cosas no fueran aún peores, cayendo casi a la par de los ingresos (en términos reales). Sin embargo, a partir de mayo se despegaron de este equilibrio y complicaron la situación de las granjas en el segundo trimestre. En el balance, los gastos cedieron 7% real interanual en el primer semestre (gracias al declinante costo de alimentación por menor precio de los granos). Puede concluirse que el debilitamiento de los márgenes deviene mayormente de la caída en los ingresos.

Y cuando estas cosas suceden, algunos pagan un precio más alto que otros. Una mayor distancia entre la granja y los puertos reduce el costo de los alimentos (maíz y harina/expeller de soja) en una magnitud equivalente al costo de transporte, según definen los economistas de esta entidad. Si todas las demás variables permanecen constantes, una localización más ventajosa podría generar importantes diferencias en el margen final.

La Fundación estima que una granja de eficiencia media emplazada, por caso, a 450 km del puerto de Rosario, resignó en promedio $17 por kilo producido durante el primer semestre (a valores de junio de 2024). Claramente la pérdida fue mayor en granjas más cercanas al puerto con menor “descuento” implícito de flete por los granos. En este caso hay que hablar de $50/kilo en Marcos Juárez (150 km de Rosario) y de $ 80/kilo en el mismísimo Rosario (donde estos alimentos se pagan a precio lleno).

En el periodo enero–julio se
En el periodo enero–julio se faenaron un total de 4.775.264 animales, lo cual representa un crecimiento respecto del mismo lapso de 2023 del 3.5 % (Revista Chacra)

Las estadísticas cuentan que entre 2012 y el año en curso la carne de cerdo se fue alejando de los valores del bovino para acercarse al pollo. A decir de los productores que la generan, terminó convirtiéndose en una opción barata en un país empobrecido. Ahora hay algo de luz al final del túnel. Las últimas noticias indican que se ha reducido la diferencia de precios con el vacuno, ya que este se ha encarecido respecto del salario básico.

A propósito, un trabajo de la consultora JLU muestra sin vueltas el derrumbe de los salarios básicos, desde el equivalente a USD 600 en 2012 hasta los USD 250 actuales. Es imposible que tal situación no afecte el consumo de todo tipo de bienes y alimentos, incluidas las carnes. “Cuesta creer que en un país donde la inflación supera el 80% en el año, las tres carnes –vacuna, porcina y aviar-hayan subido tan poco, y la de cerdo aún no llegó a los valores de diciembre último”, se quejaba un referente del sector a fines del mes pasado. El comentario sirve para comprender lo delicado de la situación.

La comparación de precios entre diciembre de 2023 y julio de 2024 indica que para la actividad vinculada con el porcino subieron los costos por sobre los ingresos, y la sensación es que la diferencia la hizo el último eslabón, la venta al público. Es algo que ronda en la cabeza de los productores como una postura que los ha perjudicado especialmente.

Terminando julio, el cerdo promedio cotizaba en $1019, en tanto el vacuno se pagaba ligeramente por encima de los $2000. Ahora, algunos cambios merecen destacarse. Avanzado agosto, en promedio el primero se ubica en $1200 y el segundo en $1890. La brecha se achicó, pero sigue habiendo poco para festejar.

La quita de retenciones a
La quita de retenciones a las exportaciones puede abrir nuevos frentes, aunque es mucho lo que hay que hacer al respecto (Revista Chacra)

Un productor del norte de Córdoba ligado a CREA, gran cultor de la economía circular, celebra algunos pequeños progresos. Desde el Pormag anuncian valores en torno a los $1.350 para el capón. “Esperamos ver una recuperación después de la malaria que ha soportado el productor durante el peor semestre de los últimos 20 años. No hay más cerdos y se vienen los meses de mayor demanda estacional”, afirma convencido.

La última gran novedad para el sector radica en la quita de derechos de exportación a las ventas externas, un paso importante sin dudas. Luego de vender esta carne en el mercado uruguayo, se espera la habilitación de Filipinas y la ampliación de China para los subproductos.

A propósito, los porcicultores entrerrianos festejaron la medida, al tiempo que advirtieron que vender fronteras afuera sigue siendo un desafío pendiente para toda la cadena del cerdo en la Argentina. “Las exportaciones hoy aún son insignificantes respecto de los volúmenes de producción, por lo cual todavía resta un largo camino por recorrer para avanzar en una apertura de mercados internacionales que permita proyectar un crecimiento con mayor generación de divisas”, subrayan.

El sector porcino, sus productores fundamentalmente, viene de atravesar meses muy difíciles, con precios por debajo de los costos, lo que puso a muchos al borde del quebranto. Por cierto, persiste un condicionante nada sencillo de resolver, común a todas las carnes. Se refiere al mercado interno, el gran sostén de todas ellas, que hace rato soporta una notable caída del poder adquisitivo del consumidor. Por ahora la solución no parece estar a la vista. Habrá que cruzar los dedos y pedir que las cosas cambien lo más rápidamente posible.

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