Proyectan una caída histórica del área de siembra de maíz

Luego de 9 años de crecimiento, la superficie destinada al cultivo “abanderado del avance tecnológico” se reduciría un 21% en la campaña 2024/2025

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La BCR proyecta una caída interanual del 21% en la superficie de siembra de maíz de la campaña agrícola 2024 / 2025 (BCR)
La BCR proyecta una caída interanual del 21% en la superficie de siembra de maíz de la campaña agrícola 2024 / 2025 (BCR)

Para el maíz de la campaña agrícola 2024 / 2025, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyecta una caída interanual del área de un 21%, equivalente a 2 millones de hectáreas. De materializarse estas primeras intenciones de siembra, sería la reducción relativa de área más grande de los últimos 17 años, dado que desde la campaña 2008/2009 no se verificó una caída tan significativa.

Cristián Russo, Jefe de Estimaciones de la BCR explicó que el maíz tuvo 9 campañas consecutivas en las que el área no paró de crecer: desde el ciclo 2014/2015 hasta la campaña 2023/2024, cuando marcó un récord de siembra.

La chicharrita y La Niña, serían las responsables

Las razones de esta caída serían varias, pero “el protagonista de este quiebre es una bacteria, el Spiroplasma kunkelii, transmitida a través de la chicharrita”, explica Russo.

Hasta hace poco, la enfermedad que causa el achaparramiento del maíz era endémica del norte del país, pero el nivel de población de la chicharrita creció en forma alarmante, expandiéndose territorialmente (Apronor)
Hasta hace poco, la enfermedad que causa el achaparramiento del maíz era endémica del norte del país, pero el nivel de población de la chicharrita creció en forma alarmante, expandiéndose territorialmente (Apronor)

Hasta hace poco, la enfermedad que causa el achaparramiento del maíz era endémica del norte del país, pero el nivel de población de la chicharrita creció en forma alarmante, expandiéndose territorialmente, en la última campaña. Llegó a afectar significativamente al maíz en el centro del país e incluso a tener presencia en el sur de la región pampeana.

En el norte del país los rindes han caído entre un 50 y 70% y las pérdidas en áreas, áreas que no se cosecharon, van del 25 al 60% del área total cultivada. Chaco y Santiago del Estero son las dos provincias más afectadas. Allí manifiestan que esta campaña es definitoria para gran parte del sector: no pueden fallar este año para seguir en negocio de la producción agrícola. En estas provincias se está manifestando una caída en la intención de siembra del maíz de 50 a 80%. “En el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, las pérdidas de área (superficie que no pudo ser cosechada) por los efectos de la chicharrita van del 20 al 35%. La caída en la intencionalidad de implantación manifestada va de 30 a 50% en las zonas mencionadas”, detalló Russo.

En tanto, según información del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la caída en la intención de siembra de maíz estaría en torno de 30%. Lo mismo se manifiesta en la región núcleo.

El centro y sur de Buenos Aires y la provincia de La Pampa no han registrado el impacto del achaparramiento que conlleva la chicharrita en los rindes de la campaña 2023/2024 y, en principio, manifiestan una intención de siembra 2024/2025 similar a la de la campaña precedente.

La decisión de siembra de maíz, dependería de las lluvias, en un año en el que se espera una "Niña" moderada a partir de setiembre/noviembre (BCR)
La decisión de siembra de maíz, dependería de las lluvias, en un año en el que se espera una "Niña" moderada a partir de setiembre/noviembre (BCR)

“La chicharrita afecta principalmente a las siembras tardías y los peores efectos se han visto en los lotes sembrados después del 10 de diciembre”, explica el Jefe de Estimaciones de la BCR. En la campaña 2023/24 se sembró el 65% del maíz en forma tardía, esto es, después del 15 de noviembre. La incertidumbre respecto de la población de chicharrita y los efectos sufridos por esta enfermedad son los principales motivos manifestados para querer evitar estas fechas de siembra. Ello lleva a que se dependa aún más de las lluvias de setiembre y octubre en un año en el que se espera que comience a actuar una “Niña” moderada a partir de setiembre/noviembre.

El analista destaca que las intenciones hasta hoy conocidas pueden cambiar ante buenas lluvias, o su ausencia. Esta situación plantea un panorama de incertidumbre para el maíz, que se ve reflejado en un fuerte retraso de ventas de insumos. “Aún en el mejor de los casos, en el que llueva en la primavera como el sector espera, gran parte de la siembra maicera argentina quedaría concentrada en fechas tempranas y con un alto riesgo climático ante falta de lluvias en el periodo crítico, es decir, entre diciembre y enero”, destalla Russo.

De materializarse la reducción del área de 21%, “se estarían cubriendo 7,67 millones de hectáreas maíz para la campaña 2024/2025, por lo que Argentina podría producir 49 millones de tonelada, si se contempla un escenario normal de clima y se tiene en cuenta que 6,17 millones de hectáreas serían cultivadas para grano”, explica el analista de la BCR.

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